Las diferencias internas que llevaron a la izquierda a presentar listas separadas y que allanaron el camino a Luis San Martín, no lograron superarse. Ni ‘Nueva Fuerza Social’ ni la Juventud Comunista ceden en sus posturas para alcanzar un acuerdo que les permita gobernar juntos.
El histórico triunfo obtenido por la derecha en las elecciones de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECH) remeció a la izquierda. Sin embargo, el golpe parece no haber sido lo suficientemente fuerte para que Nueva Fuerza Social ni la Juventud Comunista cedieran en sus posturas y alcanzaran un acuerdo para gobernar juntos.
A pesar de que la izquierda obtuvo tres cargos de la directiva (un 55 por ciento) y continúa teniendo mayoría en el Cuerpo de Consejeros y en los Centros de Alumnos, la división provocada a partir de la salida del actual titular de la FECH, Julio Lira, del PC hacia el movimiento Nueva Fuerza Social y Democrática parece haberse profundizado aún más tras el resultado.
Divididos, ahora la derecha controla un 45 por ciento de la Federación, Nueva Fuerza Social un 35 y las JJCC un 20, de ahí que en el caso de que las rencillas se mantengan, el electo presidente Luis San Martín no tendría dificultades para llevar a cabo su programa.
Hasta ahora no ha habido contactos oficiales y en ninguna de las partes existe la certeza de que éstos se vayan a producir en los próximos días. Lo más probable es que, éstos ocurren sólo se generen una vez que asuma la nueva directiva.
La FECH había sido dirigida durante ocho años consecutivos por la izquierda y prácticamente no tuvieron oposición, ya que los representantes de la Concertación o de la derecha que fueron electos en estos períodos en la mayoría de los casos no hicieron uso de sus cargos.
"Vamos a ocupar ese espacio en la Federación. No vamos a hacer lo que han hecho otros, que se restaban. Vamos a asumir la responsabilidad, con nuestras convicciones claras: que el proyecto en el que creemos tiene que continuar, más allá de estar a la cabeza", señala el actual vicepresidente de la FECH, Rodrigo Caimanque.
En tanto, el secretario general de la JJCC, Sergio Sepúlveda, advierte que no serán el "jamón del sándwich" entre la derecha y Nueva Fuerza Social. "Somos una minoría, pero seremos activa y trataremos que interprete de mejor manera a los casi dos mil estudiantes que votaron por nosotros", remarca.
Las diferencias
Las discrepancias entre ambos bandos son profundas. La lista comunista planteaba una reforma total a la manera en la que se estaba conduciendo la Federación, mientras que Nueva Fuerza Social, con algunos matices, representaba la continuidad de lo que habían sido los últimos gobiernos de la FECH.
Si bien admiten una cuota de responsabilidad en los resultados que permitieron a Luis San Martín asumir la presidencia del organismo, acusan al otro de tener una mayor cuota de injerencia en el resultado final.
Sepúlveda explica que antes de las elecciones hicieron todos los esfuerzos por llevar un candidato común, pero que existen diferencias programáticas prácticamente insalvables con Nueva Fuerza Social.
El dirigente agrega que hace cerca de un año que la JJCC no estaba al mando de la FECH, por lo que la mesa dirigida por Julio Lira es la que debe asumir la responsabilidad de haberla alejado del estudiantado.
En ese sentido, el actual vicepresidente de Federación, Rodrigo Caimanque, admite que pudieron haber cometidos errores en la conducción, pero cree que es necesario que la JJCC entienda que existe un interés mayor que es que la izquierda continúe gobernando el organismo.
La Juventud del PC no está dispuesta llegar a un acuerdo con el único objetivo de frenar a la derecha y negarse como izquierda, sino que estiman que debe existir un consenso en el programa de gobierno. De ahí que desistieran de apoyar a Rodrigo Henríquez cuando el triunfo de San Martín aparecía cada vez más cercano.
No obstante, existe un tópico en el que el PC no está dispuesto a la triestamentalidad para tomar las decisiones de la Universidad (académicos, funcionarios y estudiantes), mientras que en Nueva Fuerza Social creen que la biestamentalidad (sin los funcionarios) es el camino más adecuado.
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