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Gremios de la salud formulan autocrítica por no actuar en bloque

Mientras los médicos de Santiago paralizarán por un día, dirigentes de otras agrupaciones del sector efectúan un fuerte cuestionamiento interno por no haber actuado en conjunto y de manera sostenida contra el proyecto de ley de la reforma a la salud.


El 3 de diciembre próximo -justo cuando se conmemora el día del médico- cinco mil profesionales adscritos al Regional Santiago del Colegio Médico realizarán un paro de 24 horas, que implicará la realización de actos en los hospitales públicos de la capital como una manera de rechazar el plan Auge y dignificar la profesión.



Para ello, el presidente metropolitano de la orden, Carlos Villarroel, dijo que cuenta con el respaldo de más de 2 mil asociados, que en un reciente plebiscito votaron por la paralización.



El doctor Villarroel está convencido del éxito del paro, a tal punto que pide que le cobren la palabra. "Si no paraliza el 90 por ciento de los médicos en los hospitales, es un fracaso". Esa es su apuesta.



"Los médicos están cansados de ser la cara de la reforma, cuando la atención primaria no ha sido capaz de resolver los problemas y tenemos que atender a los pacientes en los servicios de urgencia" dijo y anunció que éste será sólo un paro de advertencia "que puede progresar en tiempo y en intensidad, porque el Gobierno tiene que entender que la reforma no la vamos a aceptar así como está".



Sobre el apoyo a la movilización por parte de la directiva nacional, encabezada por Juan Luis Castro, el doctor Villarroel reiteró que "él piensa lo mismo que yo, somos muy amigos y nos van a ver juntos en esta pelea".



Aseveró que el máximo dirigente de la orden "apoya las movilizaciones, enmarcadas en los acuerdos del colegio y en la medida que cada regional esté preparado para ello".



El doctor Castro declinó referirse a las expresiones del dirigente metropolitano -quien aseguró además que él "nos apoya francamente en la paralización del 3 de diciembre"- y dijo que, por el momento, prefiere omitir su juicio y reservarse los comentarios.



Quienes sí opinaron fueron la presidenta de la Comisión de Salud del Senado, Evelyn Matthei (UDI), y su par de la Cámara de Diputados y ex presidente del Colegio Médico, Enrique Accorsi (PPD).



Desde Tel Aviv, Israel, el diputado Accorsi dijo a El Mostrador.cl que, aunque no es partidario de los paros, "nada de esto habría sucedido si es que el Gobierno hubiera optado por el diálogo con los diversos actores".



El parlamentario enfatizó que el error del Ejecutivo fue "haber cortado el diálogo, de manera unilateral, con el Colegio Médico", manifestando que entre los aspectos que contribuyeron a "rebasar el vaso" estuvieron la discusión de las licencias médicas y el uso de camas en el sistema público por parte de afiliados a las Isapres.



Por su parte, la senadora Matthei afirmó que en la comisión de salud de la Cámara Alta "hemos escuchado al Colegio Médico, cuyos representantes han estado presentes en todas las reuniones. En algunas cosas les hemos encontrado la razón y en otras no. Incluso, las inquietudes de otros gremios, como la Confenats, también han sido tomadas en cuenta".



La legisladora precisó que el plan Auge cuenta con todo su respaldo. "Es una buena cosa, porque cuando se tienen recursos limitados, se debe priorizar para hacerlos más efectivos".



Otros gremios



Mientras los médicos de Santiago paralizarán por un día, dirigentes de otras agrupaciones del sector hacen un fuerte cuestionamiento interno por no haber actuado en conjunto y de manera sostenida contra el proyecto de ley de la reforma a la salud y que el Gobierno espera promulgar prontamente.



Así lo señaló el presidente de la Federación Nacional de Profesionales Universitarios de los Servicios de Salud (Fenpruss), Juan Díaz, quien manifestó que luego de la aglutinación de fuerzas y movilización del año 2002, con tres paralizaciones incluidas, cada gremio siguió una estrategia diferente.



Según el dirigente, el error principal fue no haber mantenido ni reforzado a la Confederación de Gremios de la Salud (Congres) como una instancia representativa de los intereses de todos los gremios involucrados. "Y ella fue la única que en algún minuto pudo contrapesar al Gobierno frente a la reforma", sostuvo.



De hecho, la Fenpruss no ha sostenido conversaciones de este tema con los demás gremios, como el Colegio Médico, la Confusam y la Confenats, con quienes, según Díaz, deben reunirse una vez que se apruebe la reforma "porque tendremos que hacer las defensas en conjunto, contra el modelo económico y político".



Para el dirigente de los trabajadores no médicos, el escenario se plantea pesimista "ya que el proyecto de reforma está a punto de aprobarse en el Parlamento y, por lo tanto, las posibilidades reales de sacarlo de allí son bastante difíciles y muy pocas". Reconoció que para tal propósito hizo falta, además, una mayor convocatoria y adhesión de la comunidad civil.



Esta semana, la Fenpruss realizará una asamblea en el balneario de Las Cruces, en la que más de 200 dirigentes elegirán a la nueva directiva nacional. Son 20 candidatos que disputarán 15 cargos. Díaz señaló que una de las líneas de acción será el trabajo con las bases sectoriales, para acotar y definir las necesidades de la población en salud.



Por su parte, el presidente de la Confederación de Funcionarios de la Salud Municipalizada (Confusam), Esteban Maturana, reiteró que los gremios del sector no pueden hacer frente al desafío de parar la reforma de manera unitaria. Por ello, manifestó que su gremio tiene la voluntad de que exista una convocatoria más amplia.



Sin embargo, dijo que este propósito sólo se puede lograr "convencidos del trabajo en conjunto y haciéndonos cargo de que hay que separar los intereses individuales de cada gremio, ojalá no sólo del sector salud, sino que de todas las áreas del sector público, mediante un ejercicio claro de autocrítica".



Frente a la posibilidad de que en el discurso del 21 de mayo próximo el Presidente Ricardo Lagos incluya la reforma a la salud no como un proyecto sino que como una ley, Maturana señaló que "el Gobierno tiene que retomar el camino del diálogo, si ese día no quiere que toda la salud pública esté paralizada".



Asimismo, anticipó que en el tercer congreso nacional de la Confusam -que comenzó el miércoles último y que concluirá mañana viernes en la comuna de Padre Hurtado- la directiva propondrá las movilizaciones "como una herramienta de lucha, para enfrentar el desafío de que se paralice el plan Auge".



En tanto, el presidente (s) de la Confederación Nacional de Trabajadores de la Salud (Confenats), Germán Rodríguez, no descartó la reestructuración del Congres para intentar hacer frente a la reforma a la salud entre todos los gremios ligados al sector. Por ello, señaló que la entidad que representa no tiene problemas para aliarse con otras fuerzas gremiales y sociales.



A su vez, dijo que "sin los trabajadores del sector salud, la reforma no va a ser viable en los próximos 10 a 15 años" y no descartó nuevas movilizaciones. Además, acusó que la iniciativa del Ejecutivo se fundamenta "en el otorgamiento de garantías, basadas en aspectos económicos y no sociales".



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