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Alza de aranceles aísla a líder independiente de la FECH

La respuesta que dio el presidente de la federación, Felipe San Martín, es considerada tibia e improductiva por loa dirigentes de izquierda. Estos no aceptan que el estudiantado sólo converse ante lo que consideran un incremento »injustificado» del precio de las carreras.


El alza de aranceles anunciada por el Consejo Universitario, que subirá entre un tres y un 10 por ciento el precio de las carreras durante el 2004, no sólo ha encendido los ánimos del estudiantado en general. También ha contribuido a revivir resquemores al interior de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECH), que han profundizado el aislamiento de su actual presidente, Felipe San Martín.



La razón es práctica. La "vía al diálogo" propuesta por San Martín para resolver las demandas del alumnado no había sido probada realmente hasta ahora y, para el resto de los dirigentes, el actual presidente de la FECH no pasó este primer examen.



Los dirigentes -mayoritariamente de izquierda, a diferencia de San Martín que se proclama independiente, pero se lo liga al gremialismo- esperaban una protesta clara por parte del presidente ante el incremento de los aranceles, lo que no ocurrió.



Estos confiaban en que, pese a las diferencias de políticas entre ellos y San Martín, primaría el estilo FECH frente a lo que consideraron un encarecimiento "injustificable" de las carreras.



A juicio de los dirigentes, no son aceptables los argumentos dados por las autoridades de la universidad para aumentar el gasto del alumnado. Estos no aceptan que los decanos hayan tomado esta determinación sólo tomando en cuenta los costos que tiene para la universidad formar un alumno, sin que ni siquiera hayan factores macroeconómicos como excusa.



Al respecto, el vicepresidente de la FECH, Rodrigo Henríquez, explicó que aunque se dialogó con las autoridades del Consejo Universitario sobre los altos costos para las familias y también sobre el probable aumento de los créditos universitarios que generará la determinación, no hubo convencimiento de seguir conversando. Para Henríquez, éste era un buen punto para presionar a la autoridad, pero no se articularon manifestaciones ni protestas.



Henríquez responsabilizó de ello al presidente de la entidad, a quien acusó de no aplicar "medidas de fuerza" como los años anteriores. Para él, esto sólo contribuye a que las autoridades "no vean un movimiento fuerte" capaz de hacerlos retroceder en sus decisiones.



Uno de los puntos que más remarcó Henríquez es que ayer no se intervino la sesión del Consejo como los años anteriores, sino que se esperó a que se firmara el decreto y luego se entró a la sesión. Nada más.



Para algunos, la pasividad mostrada por San Martín sólo contribuye a aislar más a un presidente ya separado de otros dirigentes más tradicionalistas y contrasta con la actitud manifestada el año anterior, cuando a mediados de diciembre la directiva se tomó dependencias de la casa central en protesta por los aranceles, consiguiendo que se rebajaran los precios de las carreras de filosofía y derecho.



Otros estudiantes consultados al interior de la federación sostuvieron que San Martín sólo está materializando el estilo independiente que anunció en su campaña en octubre pasado. Es decir: promover el diálogo y oponerse a las protestas más ruidosas.



En octubre esto no parecía tan grave pero, tras este traspié, los dirigentes temen por el futuro de otras históricas demandas estudiantiles como el pase escolar y el tope de viajes para los estudiantes cuando esté en marcha la reforma al transporte terrestre, en 2005. Ello debido a que el ministerio de Transportes ha dispuesto que los estudiantes sólo puedan viajar cuatro veces al día, pagando un pasaje rebajado, cuando funcione Transantiago.



San Martín, en tanto, sigue confiando en la política que lo llevó a ganar la elección. Ayer estaba inubicable, tanto en la federación como en su teléfono.



Negociando carrera por carrera



Las alzas de aranceles dispuestas para el 2004 no afectan a todas las carreras por igual. Los mayores golpes al bolsillo de los estudiantes se dan en las carreras de Ciencias, Derecho y Ciencias Económicas y Administrativas, Medicina y Odontología, con un diez por ciento de alza para los alumnos nuevos.



En tanto, las carreras de Artes, Arquitectura y Ciencias Químicas y Farmacéuticas tienen un ajuste para los nuevos estudiantes de un siete por ciento.



La falta de respaldo de la cabeza de la federación en estos temas ha provocado que los dirigentes de los diferentes centros de alumnos inicien una "negociación" por carrera para minimizar el impacto del alza.



Esto ya está teniendo efectos en la carrera de arquitectura, donde el centro de alumnos logró consensuar con el decano que el 2004 se conversará el tema del reajuste con los estudiantes. Así lo afirmó el presidente del centro de alumnos de la facultad de Arquitectura, Matías Mlynarz, quien señaló que esto podría darse en los próximos días con otras carreras.



Esto cobra especial relevancia si se considera que el Gobierno ya anunció que los recursos que falten a los planteles deben ser asumidos por los mismos, porque no habrá un peso extra. Lo que obligará, de una u otra forma, a los estudiantes a negociar.



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