En una agitada sesión, donde las críticas opositoras no se calmaron hasta que el senador Hernán Larraín intervino, la canciller logró salir airosa de lo que se presumía uno de los momentos más difíciles que debía enfrentar. Perú, en tanto, ya definió su postura frente a la petición boliviana: esperará un acuerdo bilateral.
Pese a las críticas de la oposición al manejo de la política exterior chilena, los diputados aunaron criterios y enviaron una fuerte señal al gobierno boliviano, luego de aprobar un proyecto de acuerdo en el que se fustigó duramente las palabras del presidente Carlos Mesa y se dio completo apoyo a la canciller, Soledad Alvear.
Sin embargo, la máquina impulsada por la Concertación para no desvalorizar la gestión de la ministra de Relaciones Exteriores estuvo a punto de fracasar debido a que, al interior de la sesión secreta de la Cámara de Diputados, los diputados de la UDI criticaron duramente la gestión que ha llevado Chile en esta materia. La situación fue "salvada" luego de que el gremialismo cayera sobre los socialistas criticando los dichos del presidente de la colectividad, Gonzalo Martner, quien dejó abierta la posibilidad de negociar la salida al mar con Bolivia.
Tras la salida de la sesión secreta -cerca de las 20 horas de ayer-, la ministra Alvear señaló claramente que no comentará las declaraciones del presidente Carlos Mesa. Además, aseguró que el Presidente Ricardo Lagos, en las Cumbre de las Américas que se desarrollará en Monterrey, no conversará con el representante boliviano, ni con otros actores políticos sobre una salida al mar del país altiplánico.
El Senado, en tanto, a través de la comisión de Relaciones Exteriores, dejó redactado un proyecto de acuerdo que, según el presidente de la Cámara Alta, Andrés Zaldívar, será votado hoy por los parlamentarios en una sesión especial que comenzará a las 10.30 horas.
El parlamento en acción
La compleja jornada comenzó ayer cerca de las 10.30 de la mañana, cuando la ministra Alvear comenzó a explicar la política chilena sobre la petición de Bolivia, tarea que se extendió por tres horas.
En la oportunidad, hubo un diálogo entre los senadores y la canciller, donde destacó la presencia de los ex ministros de Relaciones Exteriores Gabriel Valdés, Enrique Silva Cimma y el ex Presidente Frei. Personajes que, en más de una oportunidad, trataron el tema de la mediterraneidad con Bolivia. En la discusión también participaron los senadores institucionales Jorge Martínez Busch y Ramón Vega.
Cerca de las 15 horas, la canciller se reunió con la ministra de Defensa, Michelle Bachelet, con quien preparó lo que sería su presentación en la sesión secreta de la Cámara de Diputados.
En un tenso ambiente, ambas ministras llegaron a la Cámara de Diputados, donde 71 parlamentarios de todas las bancadas las escucharon y dieron sus opiniones que, en más de una oportunidad, generaron una dura discusión interna.
La situación más compleja se vivió cerca de las 18 horas, cuando los diputados de la UDI, no contentos con la forma en que la canciller había llevado la política exterior del país, hacían desvanecerse la concreción del proyecto de acuerdo.
Otra crítica dada a conocer por los legisladores de oposición tuvo relación con la figuración pública de las precandidatas de la Concertación, quienes de principio a fin fueron tanto «criticadas como alabadas», según comentaron algunos diputados.
Finalmente, los dardos de la UDI cayeron sobre los socialistas, a quienes se les criticó la postura de su presidente, Gonzalo Martner, que dejó la posibilidad de negociar la salida al mar con Bolivia. Sorpresivamente, Camilo Escalona -un abierto detractor de Martner- contestó a la oposición que defendía la postura de su colectividad, debido a que los dichos del timonel PS tenían relación con el pensamiento del Presidente Lagos, pues la soberanía no estaba en juego.
La disputa finalmente se zanjó, pero gracias a la abierta participación del senador UDI, Hernán Larraín, quien conversó con el molesto presidente de la bancada gremialista, Rodrigo Alvarez, que después de varios minutos de diálogo terminó por aceptar el proyecto de acuerdo.
Tarud: "Necesitamos interlocutores válidos"
El diputado Jorge Tarud (PPD) señaló que "creemos que es perfectamente reversible el éxito que ha logrado la cancillería boliviana al internacionalizar este tema. El Presidente Lagos debe jugar su rol y explicar claramente a los demás mandatarios, en la cumbre de México, que no existe un problema de soberanía pendiente».
Respecto a las declaraciones del presidente boliviano Carlos Mesa, quien sostuvo que con Chile hay paz, pero no amistad -refiriéndose al nombre del tratado limítrofe de «Paz y Amistad» firmado por ambas naciones en 1904- el parlamentario del PPD señaló que la amistad es algo que se construye y que la responsabilidad es de ambos.
«Nosotros estamos dispuestos a construir una verdadera amistad, estamos dispuestos a construir una labor de integración de Bolivia, pero también, para hacer esa integración y hacer la paz, necesitamos interlocutores válidos en Bolivia», recalcó.
Cancillería "aclara" postura chilena
Pero el tema de las relaciones Chile-Bolivia no sólo se ha vivido estos últimos días en el Congreso. La canciller Soledad Alvear envió un documento a todas las embajadas y consulados en las que se detalla claramente cuál es la postura del país respecto del tema de la mediterraneidad del país altiplánico. Esto con el fin de despejar las posibles dudas que puedan surgir a futuro.
En la carta enviada por la canciller se aclara que el tema de la salida al mar es exclusivamente bilateral entre los países involucrados, que no está en discusión el ceder soberanía y que el país siempre está dispuesto, como lo ha demostrado en anteriores ocasiones, a buscar la mejor solución para que Bolivia tenga salida al mar.
La postura chilena ha tenido cierta acogida en Perú, gobierno que aseguró no tomar una postura -luego del emplazamiento realizado por el presidente Mesa para que los mandatarios de estos tres países se reúnan en la cumbre de Monterrey a discutir el problema-pues considera que es un tema bilateral.
Pese a que Perú ha respaldado en reiteradas oportunidades la legitimidad que tiene Bolivia de exigir una salida al mar, ha dejado claro que el tema de la mediterraneidad de ese país debe ser resuelto exclusivamente por los países involucrados.
Mantener y las relaciones
La cautela manifestada por Perú al momento de dar una postura clara respecto al tema se debe al interés que tiene en mantener sus buenas relaciones con Chile y que, por lo mismo, prefiere esperar un posible acuerdo entre los gobiernos de Ricardo Lagos y Carlos Mesa.
El analista internacional peruano, Alejandro Deustua, confirmó la posición oficial de su país asegurando que "aunque la demanda de Bolivia es justa, porque el no tener salida al mar afecta la identidad nacional de ese país, Perú considera que es un tema bilateral chileno- boliviano".
El experto añadió que "sólo en caso de que Chile y Bolivia lleguen a un acuerdo en el que la salida al mar sea por un territorio que antes fue peruano, Perú tendría que intervenir de acuerdo al tratado de 1929".
Este acuerdo suscrito entre Chile y Perú consigna que ninguno de los dos países involucrados podrá ceder, sin previo acuerdo de las partes, a un tercer país la totalidad o parte de los territorios que, de acuerdo al documento, están sujetos a sus respectivas soberanías.
Por esto Deustua agregó que "sólo cuando Chile y Bolivia lleguen a un acuerdo, Perú podrá emitir un juicio definitivo y hacer oficial su postura". Además, calificó como "especulaciones" las suposiciones que puedan hacerse sobre una eventual aceptación de una salida al mar por un territorio que fue peruano porque "desconocemos los términos del diálogo entre los países involucrados".
Sin embargo, dijo esperar que en la Cumbre de las Américas, donde Carlos Mesa pretende reunirse con sus pares de Chile y Perú, salga algún acuerdo o una declaración que determine el procedimiento a seguir.
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