Informe del jefe del Estado Mayor del Ejército, general Javier Urbina, revela un detalle hasta ahora poco conocido: la diferencia armamentística que existía entre ambos países en aquellos años. Según el analista Daniel Prieto, »Perú nos habría arrasado». [Vea el informe reservado del JEMGE].
Chile podría haber perdido la guerra con Perú, o al menos haber tenido una gran cantidad de bajas y un negativo efecto país, durante los primeros años de la década 70, cuando las relaciones con el país andino estuvieron tensas.
Así se desprende del informe enviado a la ministra de fuero Carmen Garay, por el jefe del Estado Mayor del Ejército, general Javier Urbina, como también de la opinión del especialista en temas de defensa, Daniel Prieto.
El documento de tres páginas, caratulado de "reservado" N° 1.595/51, enviado a la magistrada del caso Pisagua, como un nuevo elemento agregado por la defensa del general (R) Carlos Forestier es un interesante análisis del conflicto, que aunque contiene hechos históricos conocidos, existe uno que revela la superioridad armamentística con que contaba el país vecino.
Perú, hay que recordar, inició un período dictatorial, en 1968, cuando fue derrocado Fernando Belaúnde Terry asumiendo en su reemplazo el general Juan Velasco Alvarado.
"Por consiguiente, durante los años 1970-1975, Chile debió enfrentar una delicada situación internacional y estratégica. Para lo anterior, se debió preparar el aparato militar, por parte de las Fuerzas Armadas y en forma particular por el Ejército, para enfrentar la crisis y reunir el máximo de sus medios en la Región de Tarapacá, asimismo, potenciar el teatro de operaciones norte y estar en condiciones enfrentar un posible conflicto bélico, además de preocuparse de las condiciones de vida y la protección de la población civil de la zona", señala el documento.
De los elementos clave del informe destacan los siguientes: "El balance de las fuerzas peruanas era claramente superior al de las chilenas". Por ello se debió efectuar "con los medios existentes e incluso con armamento con características de menor poder de fuego y mucha antigüedad, efectuar un despliegue operativo que sirvió para mantener la territorialidad y materializar una disuasión contra Perú".
Sin embargo el que más resalta es la diferencia en armas entre ambos países: "…Se tiene conocimiento de la gran cantidad de material blindado que Perú adquirió en esa época a la Unión Soviética, tales como tanques t-54, t-55, amx-13 y carros de diferentes tipos que alcanzaban a las mil unidades, material que para esos años era sumamente moderno".
El gasto de esas compras llegaba a mas de mil millones de dólares, mientras que el chileno, ni siquiera al tercio.
De acuerdo al especialista en temas de defensa, Daniel Prieto, "Perú nos hubiera arrasado con esa diferencia de material bélico que tenía".
Aseguró que por aquellos años existía una "suerte de sentimiento de superioridad con Perú, que claramente no era bueno a la hora de un conflicto".
Sin embargo, reconoce que la guerra no es una situación de inmediatez, sino que pasa por varias etapas. "A lo más hubieran llegado hasta Antofagasta, donde se debería haber protegido las mineras, como hecho estratégico", asegura.
"Desde el punto de vista histórico, no logro imaginarme que hubiésemos perdido la guerra", concluye.
Una opinión distinta, aunque coincidente en lo complejo que habría sido para el país un conflicto con Perú en aquellos años, la sostuvo el analista de la Universidad de Chile, Guillermo Holtzmann.
A su juicio la estrategia chilena, y en eso coincide con el informe del Ejército, era usar la inventiva para tratar de hacer más difícil el avance del enemigo, cuestión que así ocurrió.
En el proceso que instruye la magistrada, en todo caso, aún falta que se agreguen dos nuevos informes. Uno del Ministerio de Defensa y otro del Estado Mayor de la Defensa Nacional, sobre el mismo tópico.
Vea el informe del Estado Mayor
INFORME1
INFORME2
INFORME3
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