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Drástico control de calidad para los hospitales autogestionados

Minsal elabora severos reglamentos para asegurar la excelencia de los establecimientos autogestionados que operarán con la Reforma. Sanciones para los infractores contemplan prohibir temporalmente el tratamiento de problemas complejos, como los cardiológicos y vasculares. Subsecretario reconoce que »será más complicado aplicar la medida en provincias».


Drásticos reglamentos elabora el ministerio de Salud para asegurar el buen funcionamiento de los 56 hospitales autogestionados que comenzarán a operar con la Reforma. Las medidas correctivas que planea aplicar la autoridad a los establecimientos que no cumplan con los niveles de calidad exigidos van desde la remoción anticipada de sus directores hasta la prohibición de dar atención a los pacientes que requieran operaciones complejas.



El subsecretario de Salud, Antonio Infante, adelantó a El Mostrador.cl que "si el director comienza a fallar, corre el riesgo de que en un minuto se le diga: mira, estás siendo un hospital de alto riesgo, por lo tanto yo le voy a avisar al seguro público (Fonasa) que tú no eres elegible, o que tienes que bajar tu nivel de complejidad". Luego agregó que, en pos de la calidad de estos centros, "no hay ningún problema en remover anticipadamente (a un director)".



El origen de estas severas sanciones (que resentirían principalmente la atención en zonas apartadas del país) están en el despacho del proyecto de Autoridad Sanitaria, uno de los ejes de la Reforma a la Salud, el mes pasado.



El proyecto de Autoridad Sanitaria contempla entre sus principales puntos la instauración de hospitales autogestionados (o establecimientos de salud con un alto nivel de especialización) que contarán con una mayor autonomía en el manejo de sus recursos humanos y financieros respecto del sistema actual y que actuarán en red con los demás servicios de salud de la zona donde estén ubicados.



Jerárquicamente, los hospitales autogestionados estarán a cargo de un director que, a su vez, dependerá del director del servicio de Salud respectivo que, por su parte, deberá rendir cuentas al subsecretario de redes asistenciales (responsable de una de las dos subsecretarías que comenzarán a funcionar el primero de enero del 2005, cuando entre en marcha todo el sistema). Las directrices por las que se guiarán los hospitales autogestionados quedarán establecidas en convenios de desempeño celebrados entre el director del hospital y el director del servicio de Salud. En base a esos convenios serán evaluados los hospitales y, naturalmente, su director.



El subsecretario de Salud, Antonio Infante, afirmó que en el reglamento que se elabora actualmente (y que deberá estar terminado antes de fin de año) se evaluará a los establecimientos autogestionados en base a criterios de gestión financiera, satisfacción de los usuarios y calidad de la atención. Los hospitales autogestionados serán evaluados de acuerdo a "variables sanitarias, variables de satisfacción de los usuarios y variables financieras", dijo. Agregó que si alguno de estos puntos no se cumple, se aplicarán las sanciones a estos centros de salud.



Las variables de gestión contemplan, entre otros puntos, el no pago de los acreedores en un plazo de máximo 60 días; por su parte, las variables de satisfacción a los usuarios pasan por no dejar en letra muerta los reclamos presentados por los pacientes; mientras que los requerimientos sanitarios guardan relación con ofrecer atención garantizada a las 56 enfermedades contempladas en el plan AUGE, contar con bajos índices de infección intra hospitalaria, disminuir las hospitalizaciones al mínimo y potenciar los ingresos de pacientes por elección y no por urgencias.



Infante sostuvo que de no cumplirse alguno de estos puntos, particularmente los sanitarios, podrá decretarse la remoción de su director (antes de los tres años reglamentarios) o que un establecimiento autogestionado baje de nivel. En la práctica, esto implicaría que "un hospital, mientras no se arregle, pueda operar sólo hernias", dijo Infante a modo de ejemplo.



Si bien esta última sanción no afectaría mayormente a la Región Metropolitana, donde habrá más de un hospital autogestionado, no ocurrirá lo mismo en otras regiones del país. El propio Infante reconoció que "esto es más complicado en provincias".



Al respecto, la doctora Sandra Hernández, del instituto de políticas de salud pública de la Universidad del Desarrollo, planteó que si se aplica esta medida en lugares donde sólo hay un hospital acreditado, los enfermos de patologías complejas podrían tener problemas para encontrar un centro de atención especializado cerca de su vivienda, por lo que se verían obligados a desplazarse a mayor distancia para poder atenderse o bien quedarse en listas de espera.



Sobre los lugares especialmente propensos a una sanción de sus hospitales, nombró a la zona de Atacama y las regiones Octava y Novena, donde a partir de la inequidad en que viven sus habitantes podrían extrapolarse falencias de sus establecimientos hospitalarios. "En la zona de Atacama, que es una zona con bastantes situaciones de inequidades, esta medida podría generar problemas", dijo y añadió que en esos lugares están, por ejemplo, las tasas más altas de mortalidad infantil.



Tras esto, precisó que si esta medida es aplicada con mesura podría no ser especialmente perjudicial. Esto «es aplicable siempre y cuando se tengan parámetros educativos, dando plazos y tomando medidas no tan drásticas», aseguró.





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