Se trata de la exhumación de Óscar Ripoll Codoceo. Éste último, junto a Manuel Donoso y Julio Valenzuela, fallecieron el nueve de octubre de 1973, en el misterioso accidente de un vehículo militar en Arica.
El último paso para configurar uno de los eslabones finales de la Caravana de la Muerte realizará hoy el ministro de fuero Juan Guzmán, a las 15:00 horas, en las cercanías del Patio 29 del Cementerio General.
Se trata de la exhumación de Óscar Ripoll Codoceo. Éste último, junto a Manuel Donoso y Julio Valenzuela, fallecieron el nueve de octubre de 1973, en el misterioso accidente de un vehículo militar en Arica.
El desentierro de los restos de Ripoll es el segundo que realiza esta semana el magistrado, ya que el martes encabezó la misma diligencia con personal de Investigaciones y médicos legistas en la tumba de Julio Valenzuela.
Principalmente lo que intenta demostrar el magistrado es que los cuerpos presentan heridas de bala de carácter mortal y que el presunto accidente se trató sólo de una estrategia para encubrir los hechos.
Esta línea de investigación, el llamado caso Arica, es uno elementos relevantes para aclarar la responsabilidad que tuvo el general Sergio Arellano Stark como el autor de la orden que determinó la muerte de estas personas, o bien si esta operación de encubrimiento la creó el entonces comandante del regimiento de Rancagua, Odlanier Mena.
El ministro deberá configurar no sólo las muertes de estos militantes del PS, sino también si el recorrido que hizo la comitiva militar, dirigida por Arellano, fue desde Arica a Pisagua, donde aún se buscan a cuatro personas desaparecidas.
Historia
La hipótesis que el magistrado maneja en torno al encubrimiento de las muertes, está dada por, primero, las publicaciones de prensa aparecidas en los diarios ariqueños, el día 10 de octubre de 1973, donde se daba cuenta del accidente ocurrido a 40 kilómetros al sur de la Arica. Según la información periodística, fallecieron todos los ocupantes del vehículo. La nómina incluía también al cabo primero Humberto Villalobos y al soldado primero José Martínez.
La Comisión Rettig comprobó que los militares aludidos no registran certificado de defunción y el ejercito no los incluyó entre las víctimas que declaró ante el organismo.
La caravana de la Muerte fue una comitiva militar que recorrió el país hacia sus dos extremos, dirigida por Sergio Arellano Stark, en calidad de delegado de Augusto Pinochet, para "acelerar los concejos de guerra", lo que se tradujo en varios fusilamientos, desapariciones y torturas.
Hay que recordar que fue en este proceso que Augusto Pinochet fue procesado en calidad de cómplice de 18 secuestros y 57 homicidios.
