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Concertación logra acuerdo electoral, pero continúan asperezas

Schaulsohn será el candidato oficialista por Santiago. El PS recuperó las comunas que reclamaba. El PPD »pagó oro» y la DC obtuvo los cupos necesarios para aumentar su votación. Ahora deben convencer a los radicales, a quienes no se invitó a las negociaciones para firmar el pacto. Sin embargo, esto no será tan fácil. Conozca los detalles del acuerdo.


Aunque ayer la Concertación selló el acuerdo electoral -sin la venia del PRSD- aún quedan algunas heridas que sanar. La principal tarea será convencer al Partido Radical para que firme el pacto, ya que en las negociaciones no se les consideró. Pero también quedará otra tarea pendiente para el progresismo: recomponer las relaciones PS-PPD, pues aunque llegaron a un convenio municipal, se "quebraron las confianzas".



Sin duda, la colectividad que obtuvo un mayor beneficio político fue el PPD, quien logró su principal objetivo: que Jorge Schaulsohn sea el candidato por la comuna de Santiago. Si bien el "precio" que pagó fue alto, si se trata de electorado, el timonel de la colectividad, Víctor Barrueto, sostuvo que el empecinamiento de la tienda, de competir por esta alcaldía, se debe a que "Santiago es emblemático, ya que será una de las contiendas más importantes". No sólo porque la comuna sea la principal del país, sino también porque de alguna forma se medirá la gestión del presidenciable de la derecha, Joaquín Lavín.



La Democracia Cristiana, en tanto, obtuvo lo que pedía: comunas que cumplieran con el objetivo de la colectividad, de recuperar el electorado perdido, y de esta forma no sólo volver a ser realmente el partido más grande de la Concertación, sino también competir con la UDI que -según lo demuestran las cifras- ha crecido, en gran parte, a costa de la tienda de Adolfo Zaldívar.



En concreto, el acuerdo entre los partidos establece que la Democracia Cristiana obtendrá 20 comunas, el Partido Socialista 14, el Partido Radical dos, y el PPD 9 alcaldías. Además, se acordó que en las concejalías "la DC tiene derecho a llevar el 47 por ciento de los candidatos a concejales, en similar universo electoral, y el subpacto PS, PPD y PRSD tiene derecho al 53 por ciento de los candidatos a concejales, en similar universo electoral".



Pese a que la principal piedra de tope de los socialistas para apoyar el pacto entre la DC y el PPD, la semana pasada, era otorgar el 50 por ciento de los cupos para concejales a la decé, y algunas comunas que consideraban propias, esto fue superado bajando el porcentaje de concejalías de la DC, a un 47 por ciento, y cediéndoles las comunas de Huechuraba y San Miguel, que en un principio habían sido para la tienda de Zaldívar.



Si bien quedaban 33 comunas pendientes, las negociaciones y la creación de nuevas comunas hizo que el universo de comunas transactadas se elevara a 45.



De esta forma, la DC obtuvo las comunas de Camiña, Calama, Ovalle, Con-Con, Quinta Normal, Maipú, La Florida, San Bernardo, Renca, Recoleta, Estación Central, Ñuñoa, Rancagua, San Fernando, Curicó, Curanilahue, Concepción, Lota, Curacautín y Tucapel.



Los socialistas se quedaron con las comunas de Arica, Putre, Alto Hospicio, La Serena, San Miguel, Talagante, La Reina, Huechuraba, Putaendo, Linares, Independencia, Caldera, Quilpué y Pelarco.



El PPD se quedó con Santiago, Hualpén, Traiguén, Chol-Chol, Los Muermos, La Unión, La Cisterna e Iquique. En caso de que se apruebe la comuna de Alto Bío Bío, el cuepo también pertenecerá a este partido.



Los radicales, en tanto, sólo con Viña del Mar y Coyhaique.



La pugna PS-PPD



Luego del rechazo socialista al acuerdo electoral entre el PPD y la DC, durante una semana hubo intensas negociaciones donde, por cierto, los ánimos se comenzaron a encender.



Mientras el PS acusaba a sus aliados del PPD de hacer caridad con plata ajena, en la tienda de Barrueto se hablaba de la "traición socialista". Ayer, hubo acuerdo, pero el presidente del PPD aseguró que después de lo ocurrido con sus aliados "se crean nuevas condiciones. Se va a tener que hacer un trabajo para recuperar las confianzas".



Esto principalmente porque en el PPD aseguran que la vuelta de espaldas del PS sólo tiene una razón: llevar a Michelle Bachelet como candidata presidencial, escogida como candidata de la Concertación, a través de las encuestas y no como parte de una negociación política.



"Lo que el PS quería era validar las encuestas como un sistema adecuado para escoger a los candidatos. Si le daba validez a la negociación política, entonces habría que negociar la candidatura de Bachelet", asegura una fuente PPD.



El día en que salió humo blanco



Después de una intensa semana, ayer pasado el mediodía ya comenzaban a haber las primeras señales de que el acuerdo se sellaría en las siguientes horas. Aunque el acuerdo al que se llegó estaba prácticamente listo la noche del lunes, quedaban algunos "detalles", aspectos que podrían hacer que en la puerta del horno se quemara el pan.



El pacto final se acordó en la casa del senador Adolfo Zaldívar. A la cita asistieron Gonzalo Martner y Francisco Aleuy por los socialistas, Víctor Barrueto y René Jofré por el PPD, además de Jaime Mulet por la DC.



Ahora falta el apoyo del Partido Radical. Si las colectividades logran convencer al PRSD de apoyar el acuerdo, el convenio se sellaría con un acto mañana jueves.



El principal problema para cerrar el acuerdo, fueron tres comunas, además de Santiago. Se trata de Caldera, Huechuraba y San Miguel, alcaldías que en un principio el PPD había cedido a la DC, pero que el PS reclamaba su mejor opción.



Finalmente, el PPD "pagó oro por Santiago" y el PS se quedó con las comunas que reclamaba. En las negociaciones, el PPD obtuvo de vuelta la comuna de La Cisterna y entregó Ñuñoa a la DC.



Según explicó Barrueto, "cerrada una etapa difícil, como son siempre estas negociaciones, ahora hay que ir por el premio mayor, que no es sólo Santiago, sino también La Florida y eso depende de la disposición que tenga el intendente Trivelli, que como hemos dicho siempre, es un gran candidato".



Sin embargo, Trivelli descartó esta posibilidad y aseguró que continuará en la intendencia metropolitana.



Aunque el acuerdo está cerrado, el timonel del PPD señaló que la Concertación realizará una revisión de las comunas y de sus candidatos, donde podrían realizarse algunos ajustes, ya sea de cupos partidarios como de los nombres que se llevarán como candidatos para lograr aumentar la votación oficialista y lograr las metas autoimpuestas por las colectividades.



También se acordó que se hará un "trabajo particular" con las concejalías al interior del subpacto PPD-PS-PRSD.



El enojo radical



Los radicales están molestos. Además de haber sido excluídos de las negociaciones de los partidos de la Concertación, aseguran que en el acuerdo se asignaron comunas que les pertenecían. A esto se suma que el candidato por Santiago será Schaulsohn a quien le habían vetado su apoyo.



Aunque la postura oficial de la colectividad se dará a conocer hoy, trascendió que el PRSD no va a suscribir el acuerdo e incluso aseguran que si el pacto sigue a firme no subpactarían con ninguna colectividad.



A juicio de los radicales, no se respetó los criterios acordados al inicio de la negociación, esto es: en las comunas que existían alcaldes oficialistas los partidos mantendrían el cupo, y en aquellos municipios donde el alcalde es de la Alianza por Chile, se le daría la preferencia a la colectividad que tuviera el concejal con mayor votación.



Bajo este criterio, los radicales reclaman San Bernardo, Puente Alto y Calama. Las dos primeras comunas porque tienen al concejal con mayor votación -ambos eran candidatos a alcalde en las elecciones pasadas, pero perdieron frente a la derecha-.



En el caso de Calama, esta última comuna es quizás una de las más sentidas por los radicales, pues Edwin Rowe fue electo con una alta votación (58,98%). Sin embargo, fue destituido y quien lo reemplazó fue un DC. Por ello, la tienda de Zaldívar reclama su mejor derecho en esta comuna.



Hoy debiera resolverse el apoyo o rechazo radical al pacto. de fracasar las conversaciones, podría abrirse un nuevo conflicto al interior del oficialismo.

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