«Los que investigan nos deberían tener a todos como sospechosos»

Nora Venegas está por estos días leyendo por tercera vez la obra cumbre de Isabel Allende, «La casa de los espíritus», como si esa visión mágica pudiera ser el mejor acicate para no dejarse caer en la angustia que le ha significado la desaparición del empresario Luis Francisco Yuraszeck, con quien compartió 13 años de su vida, en el fundo Las Camelias de Malloa, y de quien no ha sabido hace cuatro meses.



Su afición por la lectura también la compartía con «Francisco», como prefiere llamarlo. Dentro de los últimos títulos que pasaron por la pareja, estuvieron «El código Da Vinci» y «Amantes en Estocolmo». Pero curiosamente, el libro que quedó a medio terminar en el jeep abandonado en el aeropuerto Pudahuel, fue «Boleros en la Habana». En éste es el detective Cayetano Brulé el que tiene que lidiar, a lo largo de sus páginas, con una nutrida cofradía de integrantes de la mafia, la misma que hoy podría estar detrás de la desaparición.



Para Nora Venegas, desde que la fiscal de San Fernando, Fabiola Echeverría, inició un nuevo periodo de dedicación exclusiva, ha debido enfrentar sus momentos más duros. Fue expulsada del fundo Las Camelias el viernes 9 de julio; tuvo que interponer una querella por violencia intrafamiliar contra los hijos de Yuraszeck; vive de allegada en la casa de su madre, una profesora normalista, y además aceptar que está en tela de juicio en este caso, luego de haber cometido un grueso error, el que en exclusiva accedió a aclarar a El Mostrador.cl



-El nuevo periodo de exclusividad de la fiscal, coincidió con el término de los peritajes a la imágenes captadas en el aeropuerto y en el túnel Angostura, también con su expulsión del fundo Las Camelias y hallazgo de un sobre con cheques que no entregó oportunamente a la fiscalía que lleva el caso, ¿qué pasó con Ud.?

-Lo que pasó fue un error que cometí y que no debería haber hecho. Se lo explique a la fiscal… con Francisco teníamos una estrecha relación, salíamos todos los días a realizar sus gestiones bancarias y trabajamos casi todos los días en su oficina un rato. No era como trabajar de 9 a 10, sino que nos sentábamos y el veía los cheques, pero a veces yo le hacía los depósitos o a veces los veía Carlos (Urbina)…



-¿Cómo era el procedimiento de los sobres, de la clasificación?

-Había un sobre con todos los cheques que estaban a plazo, entonces, sacábamos los cheques y yo revisaba, por ejemplo, si era para el 15; y si hoy era 15 lo depositábamos. Había otro sobre con documentos de la inmobiliaria y esos cheques se depositaban en otra cuenta bancaria, por lo tanto, se depositaban en otro sobre que iban al Banco del Desarrollo y otro sobre con cheques de personas que ya habían pagado; esos cheques permanecían ahí. Pero las razones no las sé. Es gente que había tenido algún negocio, pero que ya había terminado. Por eso el sobre decía cancelado…



-No entiendo bien, ¿no deberían haber estado depositados para considerarse «cancelados»?

-No, porque ya eran cheques pagados, el negocio ya estaba terminado; muchos de ellos estaban vencidos… Yo la verdad es que no los revisé. Pero como estaban cancelados, dije estos no tienen que ver, porque toda esta gente ya le pagó a Francisco, así que estos cheques no tienen que ver. Entonces, cuando al comienzo de la investigación le entregué los cheques a la fiscal, entregué sólo los de la gente que le debía. Más que nada porque la hipótesis era que alguien que le debía plata a Francisco era la persona que estaba involucrada en su desaparición.



-¿Quiso reducir el espectro de sospechosos?

-Absurdamente. Para achicar el espectro de toda esta investigación dije: estos son sospechosos y estos otros no. Cosa que no debería haberla decidido. Pero fue tan sin intención que nunca los miré, nunca los escondí, nunca los guardé con llave; nunca nada… Quedaron ahí.



-¿En qué circunstancias los encontraron?

-El día viernes que finalmente me fui de la casa, Marcela (hija de Yuraszeck) me había dicho lo que se le había ocurrido y no le contesté nada, porque es una persona bastante alterada y empezó a sacar zapatos, a tirar ropa y a desarmar todo lo que era mío. Entre esas cosas que empezó a sacar un sobre donde estaban los cheques famosos…



-¿Entre ellos uno de su hermano Sergio Venegas?

-Dentro de los cheques habían unos que eran de mi hermano, porque durante el 2001 Francisco le financió a él una empresa de capacitación. Le costeó los cursos y mi hermano le pagó y los cheques quedaron ahí. Fue tanto que ni siquiera revisé, porque si hubiera visto que había cheques de mi hermano, no sé… tal vez los habría sacado.



-¿Sigue funcionando el centro de capacitación de su hermano?

-Ahora está funcionando en forma muy lenta. Al parecer dentro del Sence se hicieron unas investigaciones donde hubo mucha gente que se aprovechó. No se hacían los cursos y se cobraba la plata, entonces, le pusieron demasiadas trabas, la gente dejó de hacer cursos por las complicaciones.



-Hay otro familiar suyo que ha tenido que declarar en el proceso: Juan Carlos Ladrón de Guevara, del que se dice venía recién saliendo de la cárcel

-Juan Carlos es un primo mío, que tiene bastante problemas con la justicia. Tenía una relación con Francisco a quien le daba un poco de pena la situación. Ese era el cuento. Por ejemplo, nunca tenía plata para hacerle un regalo a sus hijas. Siempre andaba tratando de enganchar en algún negocio con Francisco, para lograr algo de plata y siempre que iba a la casa él le daba 10 mil pesos o 15 mil, pero le dejaba una bicicleta o algo en garantía. Muy pocas veces fue a la casa. Creo que por los antecedentes policiales que tiene lo han llamado a declarar.



-Ha tenido alguna novedad de Francisco Leyton, quien fue la última persona que vio con vida a Yuraszeck y que a pesar de ser sólo quien tenía la mantención del del colegio marista de Rancagua tiene una mansión cuyo valor comercial supera los 100 millones de pesos

-Bueno este Leyton es una incógnita para todo el mundo. Es un tipo que es bastante raro, porque ha vivido toda la vida en San Fernando y nadie lo conoce. No existen fotografías de él hasta que le sacaron una el otro día… Yo no sé nada de él. Lo vi una vez y no sé nada de él.



-¿Y de Tolimo Celsi, la persona que contacto en diciembre a Yuraszeck con Leyton para hacer el negocio de los hermanos maristas?

-Él es más conocido que Leyton. Tiene un corretaje de propiedades. Francisco lo conoció cuando Celsi trabajaba como corredor para Jucosa, que es una empresa de frutas que queda en la zona. Entonces, esta empresa le compró un fundo que queda en Los Lingues. A raíz de ello comenzaron a contactarse. Para verse y hacer el negocio. El fue quien le presentó a Leyton, con el objetivo de que hicieran el negocio de comprar unos terrenos que eran una mentira.



-Hablando de propiedades, ¿hay una mina de oro, plata y cobre en el fundo La Platina?

-Cuando Francisco compró esa propiedad, hace como unos 10 años, dentro de los títulos de propiedad de La Platina existían los títulos de propiedad de esa mina, por lo tanto, compró la propiedad con la mina. Yo tengo una prima que es geóloga, que trabaja en El Teniente, y ella fue a ver la mina, sacó muestras. Pero es de muy baja ley todo lo que existe ahí. Trasladar el material para poder sacar lo que pueda tener la mina sale mucho más caro que el producto que te pueda dar. Pero ahí está. Es una cosa folclórica. Tiene su monolito. Nos hemos sacado fotos en la mina… en fin.



-Han tratado de vincularla con la desaparición de su pareja, ¿qué es lo que tiene que decir al respecto?
-Mira, yo pienso que los que investigan nos deberían tener a todos como sospechosos. A todos. No sólo a mí. Es una función que debe hacer la fiscal, quien irá descartando quiénes no son los culpables. Si me vincularon a mí, no sé por qué lo hicieron…A lo mejor existe en la ley algo que diga que si alguien fue sospechoso de matar a alguien, uno queda sin derecho a nada. Puede que haya sido por ese lado, no sé.



-¿Es la más perjudicada con la desaparición?

-Si él estuviera vivo yo seguiría en mi casa, seguiría con mi rutina, seguiría con mi vida. Por otra parte, si al él lo hubieran matado y tuvieramos su cuerpo, yo estaría en otra posición frente a la familia. Sería la albacea (como se contempla en el testamento), pero en estos momentos soy la más afectada.



-¿Cuál es su percepción de las últimas diligencias de la fiscalía?

-A mí me ha citado la fiscalía, de hecho estuve ayer allá (martes) y creo que no tienen ningún hilo conductor real. Yo no sé si estarán investigando varias cosas, pero ayer me dieron a entender que esto está muy lejos de ser resuelto.



"Me parece asqueroso"



-Yuraszeck la dejó como una de las albaceas en el testamento, le dio participación legal en las empresas de la familia, la dejó administrar el fundo Las Camelias, etc. ¿Por qué no se casaron?

-Al tercer o cuarto año de nuestra relación, Francisco intentó pedir la nulidad a su señora legal (Mónica Castillo), pero no llegaron a un acuerdo económico.



-Pero tengo entendido que de todas formas se quería divorciar.

-Él siempre estaba pendiente de la ley de divorcio y contaba que iba a ser uno de los primeros que iba a estar en la fila para divorciarse. No tenía nada en contra de la Mónica, pero decía: "tengo por qué estar casado con ella". De hecho cuando salieron las primeras noticias acerca de la ley de divorcio, se informaba que había que dejar constancia en una notaría el tiempo que se ha estado separado. El hasta lo preguntó a un abogado amigo, que si él podía hacer eso, pero le señalaron que era sólo una idea, que no estaba nada definido. En todo caso, nunca conversamos que apenas saliera la ley de divorcio nos íbamos a casar, ni nada por el estilo. Lo que sí tenía claro él es que se quería divorciar. Ahora de todas formas teníamos una vida juntos y lo más lógico habría sido que nos casáramos.



-Sin embargo, lograron casarse en Cuba hace algunos años.

-Eso fue una cosa simbólica, pero que no tiene asidero legal en ninguna parte. Fue en Varadero. Debe haber sido el 93 ó 92, cuando fuimos a Cuba, en los tiempos en que recién se estaba permitiendo el acceso a dólares. En la ocasión había también otras parejas de gente más joven y gente más vieja y nos dieron un certificado, una cosa del hotel; no era ni legal ni nada. Pero mis hijos me decían mamá, por qué no pides esos papeles. Ellos estudiaron en el colegio marista, donde era un poco incómodo que los padres no fueran casados. En definitiva, fue un símbolo, una cosa bonita para nosotros dos, de amor, de cariño.



-En el mismo fundo donde está la mina de oro, hay una casa donde se realizaban fiestas de grueso calibre, como lo ha señalado la abogada Pamela Pereira y que incluso estarían ligadas a la desaparición. Lo cual fue avalado con la presencia de dos de los hijos del empresario.

-Me parece asqueroso, por decirlo de alguna manera. No sé, pienso que Francisco no era un santo, él tenía sus debilidades, pero no era persona que fuera una "tarambana", que pasara en fiestas, que pasara curado, que tuviera "n" mujeres; que pasara en jolgorios como ellos lo han querido decir, como se ha intentado decir.



-¿Por qué le parecen "asquerosas" dichas revelaciones?

-Me parece asqueroso, porque él era una persona ordenadísima, que tiene todo a través de su esfuerzo único y absoluto. El no ha heredado nada de nadie. La vida que teníamos era bastante normal, almorzábamos todos los días juntos, tomábamos desayuno todos los días. Cuando él no estaba, yo siempre sabía dónde estaba; cuando iba a llegar tarde yo sabia que iba a llegar tarde. Siempre sabia que estaba en un asado con unos amigos y, por último, si no hubiese sido así, y si las cosas son como ellos lo dijeron, creo que como hijo la actitud que se tiene que tener es no olvidar que es tu padre. No puedes estar ofendiendo de esa manera a alguien que se supone "tú quieres" y menos avalar los dichos de la abogada.



-¿Qué le parece, que a pesar de lo que vivió con Luis Francisco Yuraszeck, ahora se esté tratando de demostrar en el juicio por violencia intrafamiliar que Ud. era sólo una empleada?

-Creo que hay algunos derechos que adquirí durante el tiempo que fui conviviente de Francisco. Deben haber algunos derechos, que no sé cuáles son, pero en la legislación deben salir. Además tengo derechos porque él lo quiso en vida. Soy parte de su testamento, soy albacea, tengo participación en sus empresas. Entonces, lo que ellos quisieron demostrar es que no tenía ningún derecho dentro de la empresa, porque era una empleada más de Las Camelias.

-De hecho es verdad que me pagaba imposiciones, pero para que se entienda: cuando tú te enamoras y te vas a vivir con una persona, no pones condiciones. Lo de las imposiciones fue porque cuando nos fuimos a vivir juntos, Francisco me pidió que renunciara a mi trabajo. Hasta ese entonces tenía mi casa, mi empleada, mis hijos, mi auto, todo. Al estar fuera del trabajo lo que más me preocupaba era la parte salud, porque si yo me enfermaba o alguno de mis hijos, podía ser grave.



-¿Lo dice por la muerte de su hermano Patricio Venegas, hace seis años?

-Sí, en ese tiempo mi hermano, que finalmente murió de cáncer cerebral, estaba comenzando con su enfermedad, que era muy cara. Por eso pensé que a mí también me podía pasar y me comenzaron a pagar imposiciones con el fin que tuviera salud. Pero yo nunca fui secretaria, ni obrera.



-Las relaciones con los hijos de Luis Francisco Yuraszeck están quebradas. De todas formas, si los tuviera en frente, ¿qué les diría?

-Yo creo que por el bienestar mental y sicológico de todos deberíamos entre todos actuar con más cordura y bajarle el perfil a todas estas peleas, y concentrarnos en lo principal, que es que aparezca Francisco Yuraszeck, para poder hacer el duelo.



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