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Presidente del Senado defiende su intervención en apoyo de senador Novoa

Luego de las críticas surgidas debido a su pronunciamiento en favor del derecho del presidente de su partido, Jovino Novoa, a acceder a una justicia rápida, Larraín precisa que su actuación en este caso fue »especialmente cuidadosa» por tratarse de un senador de su propio sector y que si se hubiera tratado de uno de la Concertación hubiera sido mucho más »vehemente».


Satisfecho con su actuación en general como presidente del Senado y, en particular, con la defensa que hiciera del derecho del senador Jovino Novoa a una justicia rápida, Hernán Larraín asegura que su intervención no fue en calidad de militante de la UDI, sino que, por el contrario, cumplía con un deber de su cargo, cual es la defensa de un integrante de la Corporación cuya honra ha sido afectada y a quien los tribunales no le estaban permitiendo avanzar en su defensa.



La segunda figura política en importancia a nivel nacional aclara, además, que lo mismo haría si un parlamentario de la Concertación atravesara por una situación similar, porque ello es parte de sus responsabilidades.



"La verdad -precisa Larraín- es que tuve un comportamiento especialmente cuidadoso, porque se trataba precisamente de un senador de mi sector. Si hubiese sido uno de la Concertación, habría sido mucho más vehemente en la defensa de un senador que estaba en la indefensión en un momento determinado. Creo yo que es mi deber reglamentario actuar cuando la dignidad de la Corporación, o sus miembros, se ve afectada, como era a mi juicio la situación que se estaba presentando en ese momento. Por eso lo hice y creo que, al final, los hechos me han dado la razón.", dijo, con su ya conocida parsimonia que, entre otras características, le ha atraído el respeto de todos sus pares, más allá de la frontera de los partidos políticos. Él lo sabe y lo agradece con humildad.



Asegura que en el ejercicio de sus respectivas funciones ha entablado una relación de "confianza y lealtad" con el Presidente de la República. Pero pese a ello no descarta que "alguna actuación mía pueda merecer algún tipo de inquietud", ya que "no estoy exento de críticas ni mucho menos de (cometer) errores". No obstante, aclara que "en la línea fundamental he tenido un respaldo permanente de todos los sectores y de todos los comités".



No hubo interferencia



-Su intervención por Jovino Novoa generó inquietud en algunos senadores que vieron en ello la posibilidad de que estuviera sobrepasando sus atribuciones ¿Siente que existe base para esas aprensiones?
-Creo que lo que planteé al inicio es lo que he cumplido fiel y lealmente durante todo este período, actuando con la mayor ecuanimidad, objetividad y transparencia posible, para darle a todos y cada uno de los senadores las máximas garantías respecto del funcionamiento de Senado y de sus propios derechos. He trabajado lealmente con el Gobierno, porque entiendo que son colegisladores, por lo tanto, tenemos que coordinar nuestros esfuerzos, independientemente de posturas políticas, y creo que he sentido la confianza del Ejecutivo, que conversa conmigo entendiendo que estoy cumpliendo un rol institucional.



-Respecto específicamente del senador Novoa algunos, y me parece que con todo derecho, manifestaron su inquietud respecto a las posibles implicancias que pudiera tener alguna declaración respecto del Poder Judicial, pero entiendo también que si alguno la tuvo, las palabras del presidente de la Corte Suprema en el Senado fueron más elocuentes que cualquier explicación que yo pudiese dar. Él señaló -ante una pregunta de la prensa sobre esta misma materia- que estimaba que el presidente del Senado había ejercido un legítimo derecho y que, ciertamente, no había interferido con el funcionamiento de los tribunales.



-¿Sólo manifestaron la inquietud a través de la carta que le enviaron o conversaron sobre el tema personalmente con Ud.?
-Bueno, algunos conversaron personalmente, pero puedo decirle también que muchos parlamentarios de la Concertación manifestaron todo su respaldo por lo que yo había hecho.



-Se ha especulado que la UDI habría ejercido presión sobre Ud. para que asumiera un rol más activo en la defensa del senador Novoa…
-No. No he tenido presiones de ninguna especie ni de nadie, en esta materia. Afortunadamente, la UDI, y la Alianza en general, ha sido muy comprensiva del rol que estoy jugando y han entendido que mi trabajo es de carácter institucional, por lo tanto, no me piden ni me exigen absolutamente nada. Al contrario, trabajamos en mucha armonía, cada uno en lo suyo y yo, cuando opino, no represento a la UDI o a la Alianza, no estoy llevando la voz de la trinchera o de un sector político y, por lo tanto, no es a mí a quien tienen que ver cuando quieren reacciones de esa naturaleza. No hago declaraciones políticas bajo ningún concepto y no las haré mientras sea presidente del Senado.



-Todo indica que el caso Spiniak no afectó en lo profesional al senador Novoa, desde ese punto de vista ¿Era necesaria su intervención llamando a los tribunales a actuar?
La situación que me hizo levantar la voz, fue una situación de eventual indefensión de un senador. No tiene que ver con el funcionamiento del Senado, pero sí con la situación y la dignidad de un senador. Cuando eso ocurre es obligación del presidente actuar en resguardo de su dignidad.



-En su reunión con el Presidente de la República, el ministro de Justicia y Marcos Libedinsky, el jueves, ¿Recibió alguna recriminación por su actuación?
-Sobre esta materia -respecto de la lentitud del funcionamiento de los tribunales- ha habido muchas opiniones de muchos sectores, que no tienen que ver con interferencia en la labor judicial. Y tanto en la reunión que tuvimos el miércoles, con amplia representación de la Corte Suprema, como la del jueves con el Presidente de la República y el presidente de la Corte Suprema -trabajando por el tema de la autonomía e independencia del Poder Judicial, con mucha fuerza, con mucho entusiasmo- hemos transmitido al país que las instituciones están funcionando en forma armónica, cada una en su rol, cada una en su lugar. Pero cuando se trata de relaciones institucionales éstas se dan y no hay ninguna reserva ni reparo ni queja de ninguna especie. Por el contrario, la reunión fue extremadamente cordial y muy productiva. No tengo recuerdo de otra reunión semejante en el último tiempo y creo que esto fue un ejemplo de un funcionamiento efectivo de nuestro Estado de Derecho.



-¿El presidente de la Corte Suprema no le hizo algún reclamo ante lo que por algunos se consideró una intervención al Poder Judicial, por el procedimiento utilizado para defender los derechos del senador Novoa?

-No, ninguno en absoluto. Hemos tenido largas conversaciones después de mi pronunciamiento público y no he tenido de parte de él ninguna mención, ninguna palabra, sólo le oí cuando un periodista le preguntó si tenía alguna inquietudes respecto de mis dichos y dijo no tener ninguna públicamente…



-¿Y en privado?
-No, nada. Ni privadamente ni él ni ningún ministro de los que hemos estado. El miércoles el presidente (de la Corte Suprema) fue con seis ministros (al Senado) y el jueves habían otros cincos de los cuales uno sólo uno se repetía con los que fueron al Congreso y



-Una de las consecuencias del caso Spiniak fue la caída del director del diario La Nación. Se ha dicho que la UDI tuvo una importante participación en ello…
-Pregúntele a la UDI. Yo no puedo hablar por ellos, aunque no tengo esa misma información. No soy yo el que deba hablar de eso.



Acuerdos y reformas constitucionales



Cumplida casi la mitad de su gestión -tras lo cual lo sucederá el senador de Renovación Nacional Sergio Romero-, Larraín está abocado principalmente al programa Senado Ciudadano, que "va a hacer nuestro trabajo infinitamente más expedito y rápido", comenta verdaderamente entusiasmado con la iniciativa.



Pero, sumado a ello, le da especial importancia a la generación de acuerdos entre el Gobierno y la oposición, como el que se logró -enfatiza- con el Plan Auge. Lamenta no haber tenido el mismo éxito en materia del royalty, donde -plantea- "se dio la gran paradoja de que se llegó a acuerdo en que había la conveniencia de una contribución del sector minero, pero por diferir en el instrumento se llegó a una ruptura o a un desentendimiento. Hice todo lo posible para que eso no ocurriera, (pero) reconozco que ahí no logré el éxito".



-¿Se podría considerar ese como su gran fracaso en materia de acuerdos, considerando que el Gobierno podría intentarlo nuevamente en pleno período de elecciones presidenciales?
-No, no creo que haya que mirar en esa perspectiva. Muy por el contrario, creo que todavía están los caminos abiertos para lograr eventuales acuerdos más adelante en torno a nuevas iniciativas.



-¿A través de propuestas parlamentarias
-No, porque no me parece que las iniciativas parlamentarias, en estas materias, sean constitucionales. Me parece que está dentro del ámbito de las iniciativas del Presidente. Creo que hay que seguir donde haya espacios para lograr el acuerdo. Mañana serán las reformas constitucionales, pasado serán otros temas. Y ese es un compromiso que yo tengo, porque me parece que el Senado es una de las pocas instancias, en Chile, donde se pueden lograr acuerdos de verdad.



Así las cosas, al parlamentario le parece que en estos días "hay un buen clima" para consensuar en torno a las reformas constitucionales, materia en la que hasta el momento ha sido imposible llegar a acuerdos. El presidente del Senado estima que "que este es un momento en que, a pesar de que estamos enfrentando un proceso electoral no es el de mayor tensión. Creo que a esa mayor tensión se llegó cuando se votó el royalty, después de eso me ha parecido advertir un clima de mayor tranquilidad. Quizás, la fuerte tensión que generó ese debate constituyó una experiencia que no se quiere repetir y puede ser, por eso, una oportunidad para alcanzar en forma más significativa un acuerdo.".



Explicó que las materias pendientes -sistema electoral y composición del Senado y remoción de los comandantes en Jefe- se deben votar, a más tardar, la primera quincena de septiembre y a este respecto expresó su interés de que "cuando nos sentemos a votar, ojalá, tengamos previamente un acuerdo", aunque admite que con tantos años de debate ha sido difícil lograrlo.



-Parece que en el tema de la remoción de los comandantes en jefe hay más acuerdo que en el sistema electoral…
-No, yo no me atrevería a hacer afirmaciones rotundas en ninguno de los dos temas. Por ejemplo, en el sistema electoral y el sistema binominal, hay una iniciativa que propuso en su momento el ministro (José Miguel) Insulza -cómo sacarlo de la Constitución y generar un statu quo– y que nosotros pudiéramos estar bastante cerca, pero de repente advertimos que es en la propia Concertación donde se debilita la posición del ministro del Interior. Y, en seguida, puede haber acuerdo en el tema de la remoción de los comandantes en jefe, pero no hay una convicción absoluta y, ciertamente, creemos que deberíamos avanzar lo más posible, en las conversaciones, antes de votar. Si no, bueno, se vota no más y que resulte lo que la mayoría determine.



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