Durante los cuatro primeros días de octubre los índices horarios de ozono troposférico superaron la norma permitida por las autoridades. El peak se produjo en Las Condes, donde las partículas por billón de este contaminante -que causa problemas respiratorios e incrementa los ataques por asma- superaron los cien puntos. [Actualizada]
Con elevados índices de contaminación por ozono troposférico comenzó octubre. Durante los cuatro primeros días de este mes, los índices horarios de este conjunto de compuestos superaron las 80 partes por billón permitidas en la cuenca de Santiago, llegando incluso a 101 puntos en la estación de monitoreo de Las Condes, lo que pone en riesgo la salud de la población.
Y es que a diferencia de la contaminación por material particulado respirable (más conocida como PM10) que afecta en mayor grado al sur poniente de la capital, el ozono troposférico perjudica principalmente al sector oriente de Santiago, puntualmente a comunas como Lo Barnechea y Las Condes, seguido por el sector centro de la cuenca.
Algo más que distingue estos tipos de contaminaciones es que mientras el PM10 es un dolor de cabeza para las autoridades en los meses de invierno, el ozono troposférico se manifiesta con fuerza entre octubre y febrero, es decir, cuando la radiación solar es más fuerte.
El jefe del laboratorio de modelación y análisis atmosférico del Centro Nacional del Medio Ambiente (Cenma) de la Universidad de Chile, Manuel Merino, afirma que una tercera diferencia es que "si bien el material particulado ha demostrado una disminución desde principios de los ’90 hasta ahora, no ha ocurrido lo mismo con el ozono, que se ha mantenido -superando el máximo permitido aproximadamente un 80 por ciento de los días evaluados- y con una leve tendencia a aumentar".
Ozono malo y ozono bueno
El experto del Cenma afirma que para comprender la gravedad de esta contaminación hay que distinguir entre dos tipos de ozonos, muy distintos entre sí.
Explica que en primer lugar está el ozono bueno o estratosférico que se forma entre los 15 y 50 kilómetros de altura y beneficia la salud de la población al filtrar los rayos UV provenientes del sol. Y en segundo lugar está el ozono malo o troposférico, que se genera entre la superficie terrestre y un kilómetro de altura y que daña fundamentalmente el sistema respiratorio de niños y ancianos.
Al respecto precisa que, de acuerdo a los datos de la Environmental Protection Agency (EPA), la inhalación de ozono malo puede causar problemas respiratorios agudos, inflamación de la membrana pulmonar y agravar el asma, incrementando el número de ataques por esta causa. Por lo que asegura que es vital que las autoridades tomen a la brevedad "muy en serio" este problema.
¿Y la restricción veraniega?
A diferencia de otros contaminantes, el ozono troposférico no se emite directamente a la atmósfera, sino que es formado por gases precursores llamados Óxidos de Nitrógeno (NOX) y compuestos orgánicos volátiles, que se generan durante los períodos de más radiación solar.
En particular, los NOX son emitidos por los motores de los vehículos, las plantas de poder y otras fuentes de combustión, cuya restricción -a juicio del Cenma- son la principal tarea pendiente del Gobierno para evitar que esta contaminación se mantenga o incluso tienda a crecer.
Merino explica que "el 2003 se superó la norma de PM10 durante 67 días y en el caso de ozono fueron 131 veces, por lo tanto no es menor el tema el ozono. Y las medidas que habría que tomar son reducir los precursores, tanto los óxidos de nitrógeno como los compuestos orgánicos volátiles".
Respecto de las reducciones de precursores, Cristián Aqueveque, director de la Conama RM durante el 2002, dijo entonces a este medio que una de las medidas que se estudiaba era implementar una restricción vehicular veraniega que, hasta ahora, no se ha concretado.
Frente a esto, el actual director de la Conama RM, Pablo Badenier, dijo que es efectivo que la contaminación por óxido de nitrógeno es la que más incide en este problema, por lo que se implementarán cuatro medidas, que no consideran la restricción de la que hablaron sus predecesores.
En primer lugar, reducir en un 40 por ciento de la contaminación por NOX derivada del transporte público gracias a la implementación del plan Transantiago. En segundo término, disminuir en un 33 por ciento las emisiones de Óxido de Nitrógeno que produce la industria de aquí al 2007 y en un 50 por ciento de aquí al 2010. Y en tercero, mejorar el combustible, de modo que bajen las emisiones por este concepto en un 20 por ciento.
La cuarta medida consiste en una revisión de la norma de NOX para las plantas de revisión técnica, que derivará en que los autos con convertidor catalítico también deberán recibir mantención por esta causa.
Con la suma de estas medidas se espera revertir, a la brevedad, las tendencias actuales del ozono troposférico.
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