Electores comenzarán a escuchar las voces del presidente del partido, Sergio Diez; el ex timonel, Sebastián Piñera; el senador Sergio Romero y la diputada Lily Pérez, quienes pedirán los votos para los candidatos del partido y en particular para los postulantes ‘ancla’ al concejo municipal.
Todos los partidos políticos se prepararon para reforzar sus campañas en la última semana antes del proceso eleccionario del 31 de octubre. Algunos hicieron cambios de imagen visual, otros a sus frases y slogans, pero nadie se quedó impasible. También se multiplicaron las salidas a terreno, tanto de las autoridades de Gobierno como de las figuras emblemáticas de la Alianza por Chile. Tanto, que ayer viernes confluyeron en la Novena Región el Presidente Ricardo Lagos, Joaquín Lavín, Andrés Allamand, Alberto Espina y Soledad Alvear.
En Renovación Nacional se produjo un cambio en la propaganda radial, ya que las frases invitando a votar por los candidatos de la colectividad estarán a cargo del presidente del partido, Sergio Diez; el ex presidente, Sebastián Piñera; el senador Sergio Romero y la diputada Lily Pérez. Junto con ello, se hará más explicita -al igual que en la publicidad de la UDI- la crítica a los problemas que la oposición considera más profundos y urgentes de solucionar como la seguridad ciudadana, que ha sido el caballo de batalla en la campaña del pacto de derecha.
La apuesta por las figuras de RN que serán las voces de la publicidad radial no es casual. Cada uno de los elegidos llega a un electorado distinto, por su características propias y ampliamente reconocidas.
Así, por ejemplo, el senador Romero apunta a un sector de la derecha más conservadora; Sebastián Piñera, en tanto, a los más liberales, pero de él también se espera que logre traspasar la barrera y atraiga hacia RN un porcentaje del electorado más proclive a la Concertación, pero no militante. Por su parte, la diputada Liliy Pérez será el rostro femenino del partido. De ella se espera que logre atraer el voto de la mujer, como un forma de contrarrestar la imagen que proyectan las ex ministras Michelle Bachelet y Soledad Alvear en el oficialismo.
Pero, además, Renovación Nacional quiere aprovechar su imagen de diputada fiscalizadora que la ha hecho tan conocida. En la colectividad estiman que la legisladora proyecta una fuerte credibilidad en el electorado, debido a su permanente trabajo en la promoción de iniciativas tendientes a investigar situaciones de corrupción.
En tanto, el timonel de la colectividad es el encargado de aportar con su experiencia y con su imagen de hombre de consenso, adquirida tras la salida de Piñera de la presidencia de la colectividad tras la intervención del presidenciable opositor, Joaquín Lavín, en la Alianza por Chile.
La lucha por los concejales
El tema de la elección de concejales no es nada menor para Renovación Nacional. Esto, porque saben, y reconocen abiertamente, que es a través de ellos que se medirán los partidos al interior de los conglomerados. Aunque la apuesta en materia de alcaldes es bastante modesta, ya que los dirigentes de la colectividad aspiran a obtener 90, lo que significa un baja considerable respecto de los 101 que eligió en el proceso municipal del año 2000.
Una de las razones esgrimidas en la tienda de Antonio Varas para tan humilde cálculo es que si bien el 2000 eligieron más, varios de ellos se cambiaron de partido durante su gestión, lo que por cierto generó una fuerte disputa con la UDI -que fue favorecida con la emigración producida en RN-, porque el entonces presidente de Renovación Nacional, Sebastián Piñera se negaba a que los ediles del partido que pasaron a engrosar las filas gremialistas fueran a la reelección, dándoles la nominación de tránfugas. Discusión que terminó ganando el gremialismo, pues varios de los denominados tránsfugas -uno de los más reconocidos el alcalde de Rancagua, Pedro Hernández- terminaron finalmente repostulando a sus cargos, avalados por la tienda de Jovino Novoa.
En este escenario, en RN estiman que no pueden aspirar a un número mayor de alcaldías, pero que deben reforzar a los concejales, de tal manera de contar con un arma de negociación que puedan utilizar con sus socios. El cálculo es que en el mejor de los casos, la colectividad podría llegar al 18 por ciento, lo que consideran una cifra "bastante buena". Porque -dicen en la tienda de Diez- no es lo mismo sentarse a conversar con una diferencia de 30 a 10 por ciento a favor del gremialismo que con un 18 a 22 por ciento.
Por otra parte, un 18 por ciento sería también una cifra importante para reafirmar el trabajo realizado por la directiva sucesora de Piñera. La mesa podría respirar tranquila, ya que están concientes que con un porcentaje significativamente menor, los reclamos no se harían esperar. Eso explica la decisión de haber reforzado en el último mes la campaña con énfasis en los concejales.
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