General Juan Emilio Cheyre realizará el lunes próximo esta actividad de manera personal, debido a que desea dejar en claro que el Ejército del 2004 nada tiene que ver con el pasado y que está centrado en un proceso de modernización. Después de la ceremonia, iniciará una visita oficial a un país del Oriente.
El comandante en jefe del Ejército, general Juan Emilio Cheyre, cerrará personalmente el próximo lunes 1 de noviembre las instalaciones de lo que fuera durante más de dos décadas el Batallón de Inteligencia del Ejército (BIE), ubicado en la calle García Reyes, a pasos de la Alameda, anticiparon a El Mostrador.cl fuentes militares.
Cheyre realizará esta actividad de manera personal, debido a que desea dejar en claro que el Ejército del 2004 nada tiene que ver con el pasado. Después de la ceremonia iniciará una visita oficial a un país del Oriente.
De hecho, este cierre simbólico, irá acompañado de un discurso que estará centrado en la modernización de la institución castrense y de su Estado Mayor. Algo parecido al que pronunciara durante el acto solemne en que se le rindieron honores militares al ex comandante en jefe del Ejército asesinado por la DINA en Buenos Aires, Carlos Prats González, el 30 de septiembre, a treinta años de su muerte.
La idea de cerrar el BIE, en todo caso, fue adoptada por el mismo Cheyre el año 2003, a fin de hacerlo una unidad más técnica, analítica y dedicada fundamentalmente a las tareas de inteligencia militar, lo que sin duda vuelve el trabajo de los "hombres grises" algo más complejo y peligroso.
Ahora, con este cambio, la BIE pasará a llamarse Agrupación de Seguridad Militar (ASM) y será, como en la jerga de la "comunidad" de inteligencia se conoce, los ojos y oídos del comandante en jefe del Ejército para materias que tienen que ver "sólo con lo debido, no con lo indebido", según puntualizó una fuente castrense.
La idea, dijeron fuentes calificadas, es que este paso tiene que ver con que el proceso de modernización del Ejército debe ir aparejado en el ámbito de inteligencia militar -mucho más allá que de un mero cambio de nombre y dependencia- de nuevo equipamiento tecnológico; y a nivel de personal de las necesarias adaptaciones en los planos intelectual, moral y ético que le permita enfrentar los nuevos tiempos.
La ASM no sólo formará parte de la Dirección de Inteligencia del Ejército (DINE), sino también de la recién estrenada agencia Nacional de Inteligencia, dirigida por el abogado Gustavo Villalobos.
Hasta ahora la lógica de la nueva ley que creó la ANI, señala que todos los organismos de inteligencia de las Fuerzas Armadas y de Orden y Seguridad, deberán estar bajo su dependencia. En todo caso, ese es un asunto que recién comienza.
La nueva ubicación de la ASM fue mantenida en reserva por las fuentes, como manda la gélida reserva que suele gobernar estos asuntos.
El BIE, en todo caso, tiene también su historia oscura. En sus dependencias se planeó la ejecución del líder sindical Tucapel Jiménez, ocurrida en febrero de 1982, único crimen al que apareció vinculada esta unidad.
El edificio que albergó al BIE se pondrá a la venta a principios del próximo año.
