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«Todo pasando» en la Concertación después de Halloween


De la noche del 31 de octubre al 1 de noviembre dentro de la Concertación se desataron todos los fantasmas y brujerías políticas que permanecieron contenidas mientras duró la campaña. Tal como pronosticó en una entrevista hace un par de meses el ex diputado Tomás Jocelyn-Holt, uno de los asesores cercanos a Adolfo Zaldívar, esa noche después de las elecciones empezaba el Halloween político, sobre todo por la carrera presidencial.
Cada partido del pacto oficialista está celebrando sus reuniones de directiva y preparando sus respectivos consejos y congresos generales y juntas nacionales para sacar cuenta de las ganancias y de las pérdidas y de cómo administrarlas respectivamente.
Estos son algunos de los puntos de discusión:



Mecanismo Presidencial



Ahora se viene la verdadera pelea soterrada entre los partidarios del acuerdo político (sobre todo alvearistas e insulzistas), los que quieren primarias (Bachelet y Eduardo Frei) o los que defienden "la voz de la gente", es decir guiarse por encuestas, mayoritariamente los bacheletistas, pero también aquellos que creen en el «fenómeno Trivelli». Una de las secuelas de los comicios es que demostraron que, como dijo alguna vez el Puma Rodríguez en Viña del Mar, hay que escuchar la voz del pueblo, y que de haber sido así no habría pasado lo de Schaulsohn, lo de Daniel Adaro en Antofagasta o lo de Joel Rosales en Los Angeles, por poner un caso crítico en la Alianza por Chile. Y en este caso la voz del pueblo, si se va a confiar en las encuestas, parece más bien decir Bachelet.



Acuerdos y desacuerdos



Las tensiones no se derivan sólo por la cuestión de la fórmula de selección sino además por los tiempos. Este sólo vector reorganizó las alianzas estratégicas dentro de la DC. Si hace tres semanas "las cosas entre Adolfo y Frei no podrían estar peor", como dijo textualmente uno los miembros de la mesa directiva de la DC, y paralelamente prosperaban las reuniones de buena voluntad entre Gutenberg Martínez y los colorines, ahora hubo cambio en las parejas.



A raíz de los artículos de prensa publicados acerca de cómo convencer a Frei para que no siguiera adelante con sus pretensiones presidenciales, se instaló un nicho de desconfianza entre los círculos de Alvear y Frei. Ahora el ex mandatario -estrategia obliga- se plegó a la posición de Adolfo Zaldívar en cuanto a dilatar la decisión interna de la DC sobre su candidato presidencial. Por el contrario, Soledad Alvear y su equipo no dejan de decir públicamente que esa definición debiera tomarse lo antes posible.



De la situación anterior se desprende el nuevo peso que ha adquirido Adolfo Zaldívar. Si bien el 20,27% de la DC no bastó para que Adolfo saliera llevado en andas por sus camaradas en calidad de héroe político y legítimo precandidato, al menos sí sirve para dejarlo en una posición ventajosa: puede trabajar por ganarse una figuración como posible abanderado en la Junta Nacional, pero sobre todo, se ha convertido en un "gran elector", el personaje que posee las llaves para inclinar las cosas para un lado o para otro: si Adolfo decide acompañar a Frei en una aventura supraconcertación, todo el diseño Alvear/Bachelet perdería sentido; de la misma manera si se alinea al lado de Soledad Alvear: hasta ahí llegan las pretensiones de Frei o Trivelli.



Juntos Podemos



En rigor, no es que hayan subido tanto como algunos analistas han asegurado. Si se considera la elección parlamentaria del año 97, por ejemplo, el Partido Comunista por sí solo sacó casi el 8% de la votación, y los humanistas, también por su cuenta, poquito menos del 3%. El tema es que parece cada vez más urgente entrar en un área práctica con ellos. Son votos que nunca se sumarán a la derecha, pero que tampoco se irán a la Concertación por pura buena voluntad.



Adolfo Zaldívar habría empezado a considerar en serio la idea, según afirman cercanos suyos, de sentarse a conversar con vistas a un acuerdo parlamentario. Por otra parte, aunque la dirigencia del PC ha expresado oficialmente que levantará programa y candidato presidencial propios nadie puede ir más allá de la figura de Gladys Marín, que ahora está atendiendo su salud.



Algunos personeros del PC han manifestado en forma más reservada que si la carta de la Concertación es Michelle Bachelet hay pocas razones éticas o políticas para pedirle al fiel militante de izquierda que no vote por ella y sí lo haga, en cambio, por algún invento político como fue en su momento el cura Eugenio Pizarro.



El PPD y Barrueto



Aunque mucho se ha manoseado en la prensa la frase de "el gran costo que pagó el PPD por Schaulsohn", en la directiva de este partido siguen insistiendo en que ese costo siempre fue aparente y que los números demuestran que era así. Según miembros de la mesa, la única comuna cedida a la DC realmente fue Rancagua, porque todas las otras, nunca fueron realmente del PPD. Tampoco es el caso de haber perdido los votos que esas comunas pudieron haber reportado al partido. En términos reales, dicen, fue apenas una pérdida del 0,7%. El 2000 recogieron 743 mil 384 sufragios de los 6 millones y medio emitidos. Este año sumaron poco más de 581 mil de un total de 5 millones 800 mil, aproximadamente que votaron.



Por esa razón, la mesa directiva de Víctor Barrueto no espera ir a la hoguera en el consejo general que tendrán el 13 de noviembre próximo. No se espera aplausos, pero tampoco guillotina. Más que la salida deshonrosa de la directiva del partido, lo que debe preocuparle a Barrueto, dijo un correligionario suyo, es su opción senatorial en la Octava Región: Leocán Portus, el alcalde de Talcahuano -distrito que representa Barrueto y que es su plataforma en la circunscripción XII- ganó por muy pocos votos a la derecha. En cuanto a Schaulsohn dicen, ya sabrá reinventarse, pero por lo pronto su derrota facilita el camino a la bajada de Fernando Flores, aliado de Schaulsohn, y a la posterior proclamación de Michelle Bachelet.



Senadores al por mayor



La muy buena votación de Germán Correa lo deja nuevamente vigente en política, y en el PS ya se habla de ver qué hacer con ese capital, si senador o diputado, pero en ningún caso desperdiciarlo. Al mismo tiempo, de las primarias o acuerdos que haga la Concertación surgirán dos candidatos a senador fijos, por descarte. Si la nominada es Michelle Bachelet, hay que ver que se hace con el 20% de apoyo popular que suscita la ex canciller Alvear. Sería una senadora magnífica. Y viceversa, también la ex ministra de Defensa haría un gran papel en el Senado si es que no asume como abanderada. Y habría que buscarle una circunscripción que esté a su altura: o la que hoy tiene Andrés Zaldívar, o la que hoy tiene Alejandro Foxley, ambos en la Región Metropolitana. Esa sí que será negociación de alto voltaje, dicen tanto en el PS como en el PPD.



Luego está Eduardo Frei: si deja su idea de repostularse a La Moneda, deberá buscar también circunscripción ya que la calidad de vitalicio se le termina en virtud de las reformas constitucionales. Y de nuevo tendrá que ser la de Zaldívar o la de Foxley, se explica, porque nadie cree que el ex Primer Mandatario acepte ir por la Octava o por la Duodécima región.



Nueva receta



Tanto el tema de los descolgados como el de los independientes y partidos regionales están reabriendo el debate acerca de reformular el conglomerado de gobierno. La plataforma que dispute La Moneda el 2005, explican dirigentes de la DC, no puede ser la misma de estos 16 años. "Sería como "Alien V, la resurrección", se bromea.



La reformulación puede pasar por varios caminos: uno de ellos es abrir lo brazos a los derechistas liberales que después del patinazo electoral de la UDI no se compran fácilmente la idea de apostar por Joaquín Lavín hasta el final, e incluso preferirían, previas garantías de los temas que les interesan, estar más cerca de la Concertación.



Otro camino pasa por buscar la alianza estratégica pero sobre todo superpublicitada con los movimientos regionales e independientes. De hecho, Adolfo Zaldívar ya habría hecho este intento con Jorge Soria, hace pocos meses, pero su iniciativa fue bloqueada por el PPD.



Una tercera vía de reformulación es, por último, el recambio generacional en la primera línea de la Concertación. Estos comicios demostraron que rostros nuevos como Claudio Orrego, Lisette García o Alberto Undurraga son más rentables que Leocán Portus, sólo por poner un ejemplo.


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