Analista de la Fundación Chile 21, uno de los más cercanos a la ex ministra, cree que quienes se han sumado a los registros en los últimos meses lo hicieron inspirados en la figura de Bachelet. Díaz también cuestiona la forma en la que la Alianza y sus dos postulantes a La Moneda han enfrentado esta elección.
El año pasado, Francisco Díaz se encontraba en Estados Unidos cuando el entonces ministro del Trabajo, Ricardo Solari, lo llamó telefónicamente para pedirle que fuera su jefe de gabinete. Este abogado de 33 años aceptó, y llegó a Chile con su familia para iniciar una nueva vida.
Cuando Solari decide dejar el ministerio para transformarse en coordinador del comando de la candidata presidencial de la Concertación, Michelle Bachelet, Díaz lo sigue. Desde ese momento, se convierte en una de las personas más cercanas a la ex ministra de Salud y de Defensa.
El profesional, militante del Partido Socialista (PS) desde hace 15 años y seguidor de la tendencia Tercerista, en la actualidad desempeña como encargado de contenidos en el comando de Bachelet, y es considerado como uno de los cerebros en temas puntuales del programa de la candidata.
-Ante una derecha dividida para estas elecciones presidenciales, ¿es posible que Bachelet gane en primera vuelta?
– Precisamente ese es el desafío para nosotros, es decir, la primera mujer Presidente de la República gana en primera vuelta. Creo que la derecha cometió un error al llevar dos candidatos, pues eso demuestra su incapacidad de llegar a acuerdos; lo que es súper sintomático, ya que ellos siendo más homogéneos en términos ideológicos, sociales y económicos que la Concertación, no tienen la capacidad de sentarse y buscar soluciones pensando en el bien del país. Entonces, para mí fue un gran error de la Alianza por Chile llevar dos postulantes presidenciales y ello, a la vez, nos abre la posibilidad de ganar en primera vuelta.
-Usted cree que pasó la vieja con la candidatura presidencial del UDI, Joaquín Lavín
– Estoy entre los que piensan que la candidatura de Lavín no estaba tan muerta, ya que tenía una campaña muy profesionalizada, de buena calidad e incluso creó un muy buen slogan ("Te toca a ti"), pero el producto estaba gastado y por eso no prendió como ellos esperaban, pero igual así la derecha llegaba al 40 por ciento con un sólo candidato y eso era mucho más peleado para nosotros. En resumen, lo que hicieron fue dividir la votación, lo que los daña enormemente.
-El ex presidente de la UDI Pablo Longueira dijo que la Alianza estaba quebrada, y que prácticamente no existía a raíz de la candidatura presidencial de Sebastián Piñera ¿Cuál es su opinión?
– Creo que soy más optimista que la propia gente de la Alianza por Chile. Ellos son un conglomerado grande, porque representan entre un tercio o un 40 por ciento de chilenos, además tienen una concepción ideológica, programática, económica y un conservadurismo valórico bastante homogéneo, lo que es difícil de romper aunque haya dos candidaturas.
Creo que la dirigencia de la Alianza no ha estado a la altura del pueblo aliancista y ha priorizado las divisiones por sobre la unión. Un ejemplo claro de esto es que los Talleres Bicentenario del pacto, formado por más de 100 técnicos y profesionales, entregaron a los dos postulantes numerosas propuestas de gobierno, es decir, los programas de Lavín y Piñera son lo mismo, no hay diferencia, y por eso la gente no tiene alternativa.
-Piñera hasta el momento no ha experimentado un crecimiento notorio en las encuestas, como muchos lo pronosticaron. ¿Qué pasó en este caso?
-Piñera fue como el tsunami de Talcahuano… Este empresario produjo un tremendo revuelo mediático por su personalidad, poniendo, además, una cuota de incertidumbre a la campaña presidencial. Sin embargo, los que analizamos los números, las encuestas y la fuerza territorial de la UDI, a los pocos días, nos dimos cuenta que esto no iba a pasar de ser una división de la derecha, y hoy Piñera está sacando la votación de Renovación Nacional, restándole de esta manera el apoyo a Lavín que hasta hace un par de meses era el candidato único de la Alianza por Chile. No veo señales de recuperación de la candidatura de Piñera.
– No cree que quien también le hizo daño a la candidatura de Lavín fue el propio Longueira, al anunciar sorpresivamente que quiere ser candidato presidencial en el 2009
– Longueira se equivoca cuando dice eso. Sus declaraciones generaron un ruido innecesario en la opción de Lavín, siendo, a la vez, un error para la propia candidatura del ex timonel de la UDI, ya que si hay algo que a la ciudadanía le carga hoy en día es ver que hay algunos que están usando una elección popular como un trampolín para otras aspiraciones políticas.
¿Cuál es el análisis que hace sobre el crecimiento Bachelet en regiones, especialmente en la Quinta y en la zona sur, donde la derecha captó una fuerte votación en las elecciones pasadas?
-De acuerdo a las encuestas, apreciamos una tendencia al alza en regiones como la Quinta, la Octava y la Novena que nos hacen redoblar los esfuerzos y sentir que estamos haciendo bien las cosas, pese a que algunas personas y medios de comunicación caen en la crítica en orden a que Michelle no está haciendo campaña o se toma vacaciones de invierno. Nosotros estamos haciendo campaña donde hay que hacer, y eso nos tiene muy satisfechos.
Jóvenes
-En cuanto a la campaña que está haciendo el comando para incentivar a la ciudadanía a inscribirse en los registros electorales. ¿Cuál es la evaluación?
– No sé si el éxito es por la campaña, eso es imposible de medir, pero una vez que iniciamos esta actividad, a los dos o tres meses siguientes se produjo un alza impresionante de los inscritos en los registros electorales. A junio del 2005 ya se han inscrito 170 mil nuevos jóvenes, y esta es la cifra más alta desde la elección de Patricio Aylwin de 1989. Nuestro análisis es que quizás se inscriban 500 mil personas a septiembre.
-También, de acuerdo a los estudios de la Fundación Chile 21, se ha inscrito un alto porcentaje de mujeres
– Dentro de los nuevos inscritos hay una tendencia mayor del sexo femenino. Pero también lo más relevante para nosotros es que quizás esos jóvenes que se inscribieron lo hicieron inspirados en la figura de Bachelet. O sea, yo no tengo otra razón en este hecho, porque no fue así para la campaña de Ricardo Lagos ni tampoco en la Eduardo Frei.
Mi hipótesis también se centra en que los jóvenes que se están inscribiendo hoy en día son aquellos que nacieron a principio de los ’90, es decir, son personas que entraron a primero básico en democracia y no estuvieron seis, siete u ochos años en la contaminación antidemocrática que vivía el país, con una formación cívica autoritaria, que no tenían que cantar en la escuela la canción nacional con las dos estrofas y hablando de los próceres del 11 de septiembre.
Es decir, por un lado hay jóvenes con una educación más tolerante y que ahora están cumpliendo 20 años, y, por otro, está una tremenda figura que es Bachelet que los invita a inscribirse, eso es lo sustancial.
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