Diputado por Ñuñoa y Providencia manifiesta que »algunos podrían decir que de ahora en adelante el sello de la Concertación será de centro izquierda. Ese es un gravísimo error porque la gracia del conglomerado es que hay dos vertientes: una humanista laica y otra cristiana, y eso hay que cuidarlo». »Lo peor que le puede pasar a Chile -añade- es que la Concertación se tensione».
Al interior de los partidos de la Concertación siguen los análisis del discurso que la Presidenta, Michelle Bachelet, entregó ante el Congreso Pleno el 21 de Mayo pasado. Es así como la Democracia Cristiana (DC) se encuentra satisfecha con el gesto que realizó la mandataria a ese partido al no mencionar la agenda valórica dentro de sus prioridades.
Uno de los que destaca este gesto de Bachelet es el vicepresidente y diputado de la DC, Jorge Burgos, puesto que a su parecer este es un triunfo no solo para su partido sino que también para el país. Sin embargo, pese al logro puntual el parlamentario no deja de reconocer que al interior de la colectividad de la flecha roja algunos de sus máximos dirigentes sacan otras lecturas del interés de los senadores Carlos Ominami (PS) y Guido Girardi (PPD) de impulsar una agenda valórica.
Lo anterior se refiere a que quizás hay un afán por perjudicar políticamente a la falange y darle un sello más de centro-izquierda a la Concertación. Ante esa posibilidad, el parlamentario reacciona con alarma: «Ese sería un error gravísimo porque la gracia de la Concertación es que tiene dos vertientes una humanista laica y otra cristiana».
-¿La DC se encuentra satisfecha con el gesto que hizo la Presidenta Bachelet al no incluir en su cuenta ante el Congreso Pleno la polémica agenda valórica?
-Yo del discurso de la Presidenta de la República recojo un tema muy central: Creo que ella no sólo le habló al país, sino que también a los miembros de la coalición de gobierno y al no poner estos proyectos, que han suscitado un conflicto al interior de la Concertación, está diciendo que no están dentro de sus prioridades. Bachelet no va a poner en riesgo al pacto, el que le da sustento político a su gobierno, colocando iniciativas que sabe que están en discusión y eso es un logro para la Democracia Cristiana y también para el país.
Lo peor que le puede pasar a Chile es que la Concertación se tensione y que el Ejecutivo no tenga una agenda valórica dentro de sus prioridades es un logro, pues hay que considerar que ella tiene el sartén por el mango, entonces tener su respaldo es primordial. Pero esto no quita que al interior del conglomerado haya un debate sobre estas materias y en ese sentido puede existir esa discusión en los institutos, en los partidos políticos o en otras instancias, fuera de la agenda legislativa.
Yo lo que digo es que debatamos, pero con inteligencia, incluso para ponernos de acuerdo con el desacuerdo. No se trata de censurar a nadie porque no es democrático, pero hagamos las cosas bien, y esto pasa por no tensionar una gestión de gobierno y la Presidenta entendió eso claramente.
¿Dobles intenciones?
-La presidenta de la DC, Soledad Alvear, en la reunión de mesa de la DC, de esta semana, reconoció que ella tiene preocupación por las posibles dobles intenciones que puede tener la idea de los senadores Girardi y Ominami de presentar una agenda valórica. ¿Usted comparte eso y cree que quizás esta decisión de los parlamentarios es una estrategia para perjudicar electoralmente a la larga a la DC?
-Es difícil juzgar o decir que hay segundas intenciones, pero por ahí hay ciertas frases que uno podría colegir como que hay situaciones que van más allá de poner o no ciertos temas. Pueden haber algunas personas que digan, ‘mire se acabaron los tiempos en que la Concertación hacía lo que podía hacer y ahora llegó la hora en que vamos a hacer lo que queremos hacer’.
Ese tipo de frases son complicadas, pues algunos podrían decir que de ahora en adelante el sello de la Concertación será de centro izquierda. Ese es un error gravísimo porque la gracia de la Concertación es que hay dos vertientes: una humanista laica y otra cristiana, y eso hay que cuidarlo. Si nosotros queremos seguir trabajando concertados por el bien del país, eso hay que cuidarlo, e incluso el cuidado a veces pasa porque las legítimas posiciones personales sean postergadas.
«No sé si refundar la Concertación sea el término…»
-El senador Ominami dijo que sería bueno aclarar las reglas del juego en la Concertación y quizás había llegado la hora de refundar al conglomerado. ¿Comparte esa visión?
-Sí, está bien. Puede ser una buena oportunidad… No sé si refundar la Concertación sea el término, pues lo encuentro un poco exagerado, pero si fijar ciertas reglas para determinados temas. Eso sí, que sea en los institutos del conglomerado, pues sería extremar las cosas instalar esta discusión en el debate parlamentario.
-¿Es complicado abrir un diálogo de ese tipo al interior de la Concertación?
-Es complicado si lo hacemos desde el Parlamento. Es mejor que busquemos otras instancias.
-La DC formó una comisión para estudiar los diversos temas valóricos que están en la agenda política. ¿Qué le parece?
-Yo creo que eso es muy positivo. En esta comisión también está el senador Mariano Ruiz-Esquide; el ex ministro de Salud, Pedro García, y el ex canciller, Ignacio Walker.
La verdad es que en parte esta comisión (llamada de Bioética) venía funcionando hace bastante tiempo, ya que por ejemplo tenía una posición muy clara respecto al genoma humano y otras materias, y se reforzó con el ingreso de otras personas.
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