En partidos oficialistas ya se ha abierto un intenso debate sobre modificaciones en el número de distritos y circunscripciones, aún antes de que el informe de la comisión Boeninger sea divulgado públicamente -lo que se ha anunciado se hará este viernes-, lo que hace vaticinar un duro debate durante un par de semanas, donde cada uno tratará de velar por sus intereses.
Este viernes, la comisión que encabeza el ex senador designado, Edgardo Boeninger, entregará oficialmente a los partidos su propuesta de modificación al sistema binominal electoral, la que debería ingresar al Parlamento para su discusión en dos semanas más.
Este jueves, el vicepresidente de la República, Andrés Zaldívar, se reunió con los presidentes de los partidos de la Concertación para informarles del texto, que tendría tres propuestas acotadas -según trascendió- y les señaló que el gobierno esperaba que la discusión que se diera al interior del bloque y luego en ambas cámaras fuera enriquecedora para fortalecer al pacto.
Sin embargo, pese a eso al interior del bloque concertacionista no habría consenso por ninguna de las tres propuestas y por lo mismo se augura un debate duro y tenso. Uno de los temas que genera más complicación en los partidos son los posibles cambios de distritos y circunscripciones, pues ello puede afectar su capital electoral acumulado.
Algunos legisladores oficialistas señalan que alterar los actuales distritos, por ejemplo, es una tarea compleja porque cualquier cambio generará impacto en las distintas zonas del país. Aunque sí para otros sería relevante que se sumarán nuevos cupos parlamentarios en los sectores más poblados del país.
Jefe de diputados DC advierte problemas
Gabriel Ascencio, jefe de la bancada de diputados de la Democracia Cristiana, dijo que «es probable que, cuando el debate político se enfrente con la imposibilidad de transformar los distritos actuales, se determine que lo más apropiado sea establecer una modalidad como la que propusimos en determinado momento».
Agregó que su propuesta particular, que ya fue difundida en su oportunidad, trata de «mantener los actuales distritos pero aumentar a 50 los senadores y a 150 los diputados». A su parecer los 42 nuevos parlamentarios «se elegirán entre los que no fueron elegidos de acuerdo al actual sistema binominal, pero que alcanzaron votaciones suficientes para lograr un cupo de acuerdo a una proporcionalidad calculada en términos de la votación nacional».
El parlamentario señaló que una fórmula así tiene «mayor viabilidad política que cualquier otra que signifique modificar los distritos, porque es evidente que a todo parlamentario le resulta complejo aceptar un cambio drástico de la base territorial y electoral donde ha sido elegido».
Asimismo, advirtió que, si bien cree necesario hacer la reforma, hay que reconocer que ésta enfrenta la dificultad de convencer de su necesidad a la derecha y de lograr un consenso interno en el oficialismo, donde legítimamente se han propuesto diversas alternativas.
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