Publicidad

Claude inicia batalla legal contra Oceana y anuncia creación de partido

Tras su salida de la coordinación de la oficina para América del Sur y la Antártica, Marcel Claude, dice que se dedicará a asesorar sindicatos y a formar un partido político. Sin embargo, primero deberá desligarse completamente de la ONG internacional, tarea que no será fácil ya que presentó una querella criminal contra los estadounidenses que vinieron a notificarlo de su despido.


El economista Marcel Claude

Las paredes de la oficina de Marcel Claude pueden explicar en parte las diferencias estratégicas que tiene con Oceana Internacional. Cuadros del padre Alberto Hurtado; Clotario Blest; del cardenal Raúl Silva Herníquez; y una antigua fotografía en blanco y negro de un campamento, son parte del decorado, donde precisamente no abundan las ballenas y tortugas marinas que quiere proteger la ONG con sede en EEUU: "No puede haber una lucha ambiental si no está ligada al problema social", se defiende.



Estas diferencias obligaron a que Oceana Internacional enviara al fiscal Jim Simon a finiquitar a Claude como director para América del Sur y la Antártica, cuestión que no ha podido concretar pese a que el martes pasado irrumpió en el despacho del economista para tomar posesión de la filial en Chile.



Esto molestó al economista, quien decidió presentar el viernes una querella por allanamiento de morada contra el "gringo" y dos colaboradores que vinieron con él. Acción judicial que fue patrocinada por los abogados de derechos humanos, Hugo Gutiérrez e Hiram Villagra.



Lo anterior puede parecer confuso. Cómo es que los superiores de Marcel no pueden sacarlo y lo que es peor, son demandados por entrar a un inmueble que ellos mismos financian. Básicamente debido a que nunca se creó la fundación. Sí, lo que lee. En la actualidad todo es administrado por Oceana Ltda., una empresa cuyo socio mayoritario es nada menos que el controvertido economista, que anualmente administraba la nada despreciable suma de US$558 mil.



Fundación a la chilena



Claude responsabiliza de esta situación a la casa matriz, con sede en Washington, la cual dejó el tema a cargo de un abogado "incompetente". De hecho, la escritura original ni siquiera les permitió sacar cuenta corriente, por contener a lo menos seis vicios de nulidad, asegura. La negligencia, más la falta de antecedentes para crear la fundación, que nunca llegaron de EEUU, llevó a Claude a formar, en noviembre de 2004, la empresa "Servicios profesionales medioambientales marinos limitada" para operar «normalmente».



Es por ello que el profesional decidió utilizar esta carta para negociar su salida y la de su gente desde la "fundación", lo que, asegura, se vio obligado a hacer después de la verdadera "operación comando" que Simon realizó en sus oficinas, hecho que calificó como un atropello a los derechos fundamentales.



Lo anterior es lo único que lo ata a su silla de director para el hemisferio sur, que ocupó por cerca de cuatro años, porque sabe que las cosas cambiaron y, más tarde o más temprano, tendrá que irse. La ONG quiere más lobby con el gobierno, las empresas y un posicionamiento a nivel social a través de figuras mediáticas, estrategia que el economista no comparte.



"La política de ellos ha sido vincularse con las empresas. De hecho, recibieron a (la papelera) Celco en EEUU. Oceana habló directamente con ellos, contra mi voluntad y hoy día contrata las comunicaciones con Extend, agencia que asesora a la minera Barrick (Pascua Lama), lo que es éticamente aberrante, porque protestamos en su contra", comenta, mientras fuma y se para de su asiento para buscar su segunda Coca Cola Light de la mañana.



Oceana y al Acta Patriótica



Claude reconoce que la ONG inicialmente toleró su agenda propia, especialmente en el episodio de la polvareda que se levantó con la invitación del ex diputado «cocalero» y actual Presidente boliviano Evo Morales a un seminario en Chile. Pero cuenta que posteriormente al interior del directorio se endureció la postura hacia el exterior con la promulgación en los EEUU de la denominada Acta Patriótica, que limita los derechos civiles y permite realizar investigaciones a las actividades de las personas.



"Lo que hizo Oceana Washington fue aplicarla internamente. Investigaron a toda la gente para ver si tenían vinculos con organizaciones terroristas, y a partir de allí la relación que teníamos con Morales, así como con trabajadores y estudiantes, se vio negativamente", dice Claude, poniendo énfasis en uno de los factores que habría sido gravitante para su salida.



Sobre el punto, advierte que Oceana Internacional contrató abogados en forma paralela a los que ya tenían en Chile, con el fin de ser informados sobre toda actividad y declaraciones que no tuvieran que ver con los mares.



Carta acusatoria y lobby de Tompkins



El corolario a su ya erosionado poder en la ONG lo puso la carta-protesta que enviaron ecologistas chilenos, quienes se sentían ofendidos por los conceptos que Claude vertía por su cercanía con la Concertación, y la presión que le consta que ejerció en Washington el norteamericano Douglas Tompkins, a quien acusa de tratar de controlar la agenda ambiental del país en su propio beneficio.



"Ellos (los ecologistas) me acusaron por haberlos acusado por corruptos, eso nunca ha sido cierto. Las diferencias que yo tengo con ellos son éticas e ideológicas. Esto, porque suscribieron una evaluación crítica sobre el modelo económico en el Foro Social de 2004 y 60 días después firmaron una carta de apoyo a Bachelet pese a que no había referencias, por parte de ella, respecto a cambiarlo", recuerda.



El origen de la demanda



-¿En qué momento se da cuenta que no seguiría siendo el director de Oceana para Sudamérica y la Antártica? ¿Qué señal recibe desde el exterior?

-Fue más o menos hace dos meses cuando bajan el presupuesto en un 60%. Entonces, yo objeté esta decisión, dije que no podía operar, que esto significaba destruir el trabajo de Oceana, que era una medida discriminatoria porque sólo se hacía en Chile, por lo que pedí a mis superiores que revisarán la decisión, aunque nunca quisieron revisarla. En ese momento les dije que iba a conversar con el director, pero no se me permitió llegar a él, insistí, mandé cartas al directorio y finalmente el presidente Andrew Sharplees me dijo ven a conversar, sin embargo, le dije si tú no estás dispuesto a modificar esto qué vamos a conversar. Luego, cuando el directorio toma razón de mis cartas, Sharplees dice voy a Chile a conversar contigo amigablemente, voy a leer las cosas que tú me mandaste para buscar una solución.



Hasta ahora no se había hablado de despido. Entonces el viernes de la semana antepasada me dice que no puede venir y que viene Jim Simon, que es su segundo, pero le dije que el tema era entre los dos. No obstante, Simon ya estaba en Chile hace una semana hablando con abogados, contratando los servicios de Extend… Claramente era una situación muy poco transparente.



Bueno, finalmente, la mañana del martes pasado, Simon me dice ven que tengo que conversar contigo, a las 9.30, le contesté que no tenemos nada que conversar en un hotel, ven a mi oficina, pero no te puedo recibir hasta las 12.00, pero él vino inmediatamente, y yo no sabía que estaba un tipo de informática acá. En ese momento salí a cumplir con una entrevista que tenía, Simon igual entró, «bajaron» los computadores, están todos los computadores cortados, toda la información está capturada por ellos desde Washington. Luego entró a mi oficina, hurgueteó en los cajones y papeles, instaló su computador. Me informaron de esta situación y yo vine y le dije que tenía que retirarse, que era ilegal, que aunque él fuera mi superior no pueden entrar a registrar los cajones y capturar la información.



Además, el jefe de informática que andaba con él le dijo a mi gente que la idea era cortar todo para que no pudiera reaccionar mediáticamente.



Por otra parte, antes de que yo me juntara con él, a las 12, los medios ya tenían el comunicado de que Oceana me había despedido. Todo me pareció una falta de respeto, una brutalidad, entrar así y les dije ustedes lamentablemente no están en condiciones de pedirme que yo abandone la oficina, ni de sacarme de la manera en que me están sacando, porque esta es la situación: Oceana en Chile opera en Chile como una sociedad de responsabilidad limitada, donde yo soy el socio mayoritario, y la forma en que operamos es que les prestamos servicios a Oceana Internaconal. Obviamente usé eso como un elemento de negociación para que los tipos se pusieran más respetuosos, no quisieron, me trajeron una oferta de indemnización de cuatro millones de pesos, completamente insultante. Le dije no, en esas condiciones no, si tú quieres conversar sobre la base del respeto para que aquí todo el mundo salga bien, no sólo ustedes sino que yo y la gente que trabaja conmigo, ahí podríamos conversar.



Disculpas públicas



-Usted acaba de colocar una querella criminal en contra de los representantes de Oceana por usurpación de información y allanamiento de morada, ante la Corte de Apelaciones ¿hasta dónde está dispuesto a llegar?

-Mira, estoy dispuesto a llegar a acuerdo. Si el problema es la forma en que ellos plantearon llegar a un acuerdo. ¿A qué acuerdo se puede llegar en estas circunstancias? ¿qué puedo decirles? Sí, claro, vengan, tómense todo, dénme cuatro millones y me voy para la casa. No, además ellos tienen que pedir disculpas públicas por esta intromisión que hicieron a las oficinas.



-¿Las disculpas son entonces la llave para apaciguar las aguas?

-Si ellos se disculpan y negocian, resuelven las compensaciones económicas por el daño moral y las compensaciones a los trabajadores que tienen que irse y pagan las indemnizaciones por los años de servicio, entonces no tengo ningún problema de entregar la oficina, los computadores y dejar la acción judicial. Pedimos respeto, trato civilizado, y compensaciones adecuadas.



-A todas luces esto se complicó más de lo debido ¿había algún camino más pacífico?

-Obviamente. Esta cuestión se resolvía de una manera muy simple, bastaba que dijeran: mira, Marcel, conversemos, la política que se sigue en Chile no nos gusta, queremos circunscribir a esto, en consecuencia hay que separarse amigablemente, dinos cuánto cuesta tu salida, cuesta esto, yo me voy y les dejo todo. Estoy dispuesto a hacer eso, por qué voy a estar en una organización que no quiere que trabaje con ella. Si aquí el punto no es que me quiera quedar con estas oficinas, lo que pasa es que la situación brutal, ilegal y criminal con la que actuaron, por lo que espero que se acerquen y pidan las excusas publicas.



Además, han difundido que yo he tenido malos manejos administrativos, que he tenido malos manejos financieros y eso es una cuestión absolutamente sucia, me parece que no corresponde. Esto obviamente es una campaña comunicacional que sugiere Extend, ellos le están manejando la agenda comunicacional. En consecuencia, los de Oceana están no solamente faltando a la ética al vincularse con una sociedad que tiene lazos con Barrick Gold, sino que están usando prácticas también desleales, también sucias, porque en el primer comunicado ya plantearon el desvío de recursos de manera irregular y eso es absolutamente falso. Regularmente, todos los meses, les entrego un informe financiero, ellos auditan mensualmente los gastos y todos los años hacen una auditoria general del balance, entonces, si hacen eso es sólo mala intención, juego sucio.



Futuro referente político



-De todas formas usted no se hizo conocido por Oceana…

-…Déjame decirte que es un tema no menor. Si Oceana hoy día es conocida es porque todo mi capital mediático, profesional, y mi trayectoria se la puse a mi organización, Oceana es conocida en Chile y en ninguna otra parte más del mundo. Es una organización de muy bajo perfil en EEUU y Europa, prácticamente desconocida.



Además, Jim Simon dice que el objetivo de esta organización es científico. Eso no es cierto, hace dos años que tienen vacante el cargo de jefe científico, sistemáticamente yo planteé la necesidad de conformar un núcleo duro de científicos, académicos y líderes de opinión mundial, pero siempre fue rechazado. La única parte donde se hacen publicaciones científicas es en Chile, lejos somos la sede que produce más informes y soy de las figuras regionales de Oceana que tiene más libros, además de dar conferencia en distintas partes dos veces a la semana. Trabajo que por lo demás lo he hecho personalmente y cada vez que soy invitado al extranjero me paga la gente que me invita, ni siquiera he desviado fondos para pasajes. Todo se ha gastado correctamente, ellos lo saben. Me podían haber demandado por uso malicioso de fondos pero no lo han podido hacer, sólo comunicacionalmente.



-Le estaba diciendo que no fue conocido por su trabajo en Oceana, sino por el previo que realizó en Terram y en el Banco Central, ¿qué viene ahora? ¿cuáles son sus planes?

-Tengo dos ideas: crear una asociación de asesoría a sindicatos, para prestarle asesoría comunicacional, técnica y de lobby político, que es lo que he hecho siempre, cuya idea también es empoderar al movimiento sindical y a las organizaciones ciudadanas. Obviamente cobrando lo que hay que cobrar, porque hay que funcionar. Y en segundo lugar, pienso fundar un partido político que pueda vincular la lucha social y ambiental, que es una falencia enorme en este país y que siempre me lo han pedido: crear un referente político.



____________



Vea además:



ONG lamenta decisión adoptada por Claude



____________



Artículos relacionados:



Denuncia de ex abogados habría provocado salida de Claude desde Oceana (16 de Noviembre del 2006)



Pugna con ecologistas y visiones distintas sellan suerte de Claude en Oceana (14 de Noviembre del 2006)

Publicidad

Tendencias