Pese al temor de la comunidad debido a los temblores que han afectado a la zona, el intendente (S) aseguró que si la iniciativa cumple con todos los requisitos técnicos debería ser aprobada. En tanto, el director del Departamento de Sismología de la Universidad de Chile asegura que la actividad sísmica no sería un argumento para desestimar el proyecto.
Preocupación existe entre los habitantes de Puerto Aysén y Puerto Chacabuco por los insospechados efectos que tendría, en la eventual construcción de una represa en el río Cuervo, la presión magmática submarina que ha ocasionado los sismos de las últimas semanas.
Esto, porque al sobreponer el mapa del lugar donde se está produciendo el epicentro de los temblores con el del proyecto de central hidroeléctrica de la sociedad Energía Austral (de la suiza Xstrata), se aprecia que el túnel de aducción de la represa se ubicaría en el sector donde se encuentra la falla que recorre gran parte del río Cuervo.
El proyecto está siendo evaluado por las autoridades regionales, y específicamente se encuentra en el proceso de participación ciudadana, en el que grupos ambientalistas y pobladores han planteado sus observaciones a representantes de la empresa constructora.
La firma tiene la responsabilidad de contestar esos requerimientos, dentro de un plazo perentorio, y una vez que la intendencia tenga los informes de los especialistas sobre la mesa, las autoridades se podrán pronunciar en el ámbito que les corresponde.
Por su parte, organismos técnicos también han realizado consideraciones sobre la situación sísmica de la zona, informes que las autoridades regionales también deberán evaluar al momento de decidir sobre la viabilidad del proyecto.
Al respecto, el intendente (S) de la Región de Aisén, Miguel Aravena, señala que «todos los proyectos que se construyan en nuestra región tienen que cumplir con la normativa vigente, y si estos están conformes a la ley quiere decir que están habilitados y que son sustentables».
No obstante, Isidoro Aguilar, presidente de la junta de vecinos El Salto (comunidad ubicada en el camino de Puerto Aisén a Puerto Chacabuco), estima que "todo progreso humano perjudica el ecosistema y la naturaleza. Sin estar en contra de eso, pienso que aquí hay que equilibrar que estas transnacionales provoquen desarrollo, pero que resguarden la calidad de vida de los habitantes».
En tanto, Aravena sostiene que "hay muchas variables que entran en juego cuando uno interviene la naturaleza, hay condiciones que son favorables y otras que no lo son. Eso pasa en cualquier tipo de proyectos, hasta cuando uno construye su casa en algún lugar está alterando en cierta medida manera el medio ambiente".
El intendente (s) es enfático al declarar que "la legislación antepone algunos criterios básicos a través de los cuales se tienen que realizar dichos proyectos, y si éstos están enmarcados en la normativa vigente y cumplen con todas las observaciones que se le han realizados, entonces serán aprobados, las consecuencias que puedan generar siempre son relativas".
Situación sísmica
Si bien Chile suele ser calificado como país sísmico, hasta ahora la Región de Aisén parecía ser una excepción a la regla. Aunque el director del Departamento de Sismología de la Universidad de Chile, Carlos Aranda, advierte que esa situación pronto podría cambiar, al menos en el corto plazo, cree que este fenómeno no sería un impedimento para construir las centrales.
"Va haber una sismicidad por al menos un par de meses, y cabe la posibilidad de que se extienda aún más allá de ese plazo. La gente de la región va a tener que acostumbrarse a estos temblores, pero no esperamos encontrarnos con sorpresas de gran magnitud. Aquí hay factores que no podemos determinar, por ejemplo, debilidades dentro de la corteza o algunos otros parámetros que son desconocidos. La única novedad es que ya podemos dibujar por dónde está la falla", anuncia.
El experto explica que "todo el proceso está en evolución. En este momento sigue temblando, si bien aparentemente el número de sismos es menor, aquí hay un bolsón magmático que está pujando y que hasta ahora no logra salir hacia la superficie, es decir, tenemos una migración horizontal que se explicaría por la misma causa".
En cualquier caso, Aranda aclara que "aún cuando la central se construya directamente en el punto dónde está la falla, no deberían haber problemas, porque en este caso es simplemente un asunto de saber aplicar la tecnología disponible en el mundo. La tecnología de construcción antisísmica existe, de modo que es cosa de tener los datos que evalúen el riesgo sísmico y luego darle los datos al ingeniero calculista para que haga su trabajo».
Al respecto, Aguilar manifiesta sus dudas expresando que si bien coincide en "que la generación de problemas ambientales por parte del proyecto va a depender del tipo de construcción que se haga. Por muy antisísmica que sea ésta, si viene algo grande no va soportar tampoco, en vista de que nunca se puede predecir con precisión la magnitud de todo esto».
¿Desarrollo sustentable?
Una de las principales beneficios que el proyecto de río Cuervo ha planteado a los habitantes de es un importante aumento en el número de empleos disponibles, argumento que Aguilar pone en duda. "Traen 300 personas de afuera y van a emplear a 300 residentes de la región, pero éstos últimos van a ser la mano de obra barata. Entonces, es la misma explotación que realizan las industrias pesqueras y las demás transnacionales", sostiene.
"Así como está planteado esto, pienso que no va a gestar ningún desarrollo a la comuna ni a la Región de Aisén. Entonces, ese es el tema que habría que evaluar, se trata de determinar en qué grado nos va a favorecer a nosotros como personas esta central hidroeléctrica", agrega el dirigente vecinal.
Sin embargo, la autoridad regional asegura que hay personas que piensan distinto, «y creen que efectivamente va haber un fuerte incremento del empleo y que éste va ser bien remunerado, el cual en la Región de Aisén es bastante escaso, otros piensan que la calidad de los trabajos se puede deteriorar, pero eso es bastante discutible».
