La Moneda evalúa nombrar a una autoridad con amplios poderes cargo para el que, además del economista DC, se analizaron los nombres de Germán Correa (PS) y Fernando Bustamante (PS), entre otros. En tanto, Manuel Navarrete, acusado por el gobierno de haber boicoteado el sistema de transportes, decidió marginarse de la gerencia general de las operadoras que controlan el 38% de los recorridos.
Al menos tres son los nombres que ha estado barajando la Presidenta Michelle Bachelet para el cargo de "supraministro" o coordinador del plan Transantiago, en medio del convulsionado ambiente político y social desatado por las serias deficiencias que ha presentado el nuevo sistema de transportes de la capital más de 40 días después de su implementación.
Esta fue una de las materias que la mandataria analizó in extenso con sus colaboradores durante la agotadora reunión que sostuvo la noche del viernes con su comité político ampliado, tras retornar a Santiago después de cinco días fuera del país para cumplir una gira por Centroamérica y México.
En el encuentro -del cual no hubo una versión oficial y tampoco se entregó una este sábado- se analizaron varias propuestas para asumir el cargo, al que se le otorgarían amplias facultades para resolver las deficiencias del nuevo sistema de transportes, entre ellas, la del ex ministro René Cortázar (DC).
El economista se reunió el sábado con la Presidenta Michelle Bachelet y con el ministro del Interior, Belisario Velasco, a quienes les habría las aprensiones que tenía para asumir el cargo, postura que ya habría manifestado el viernes, cuando habría sido contactado mientras se desarrollaba el comité político ampliado.
La imposibilidad de alcanzar un acuerdo sobre el nombre de la nueva autoridad explica la decisión del gobierno de no haber realizado ningún anuncio al término del extenso comité político del viernes, ni tampoco este sábado.
Otros nombres
Según altas fuentes, durante la extensa reunión, la mandataria dio a conocer su decisión de designar a un "supraministro" para que asumiera la dirección del Transantiago, ante lo cual se planteó el nombre del ex ministro y otrora coordinador del plan Germán Correa (PS).
Aunque algunas versiones sostienen que antes de que su nombre fuera presentado ante el comité político, Correa ya había sido contactado por las autoridades de La Moneda -y que incluso había aceptado-, cercanos a éste descartaron que ello haya ocurrido.
Ante las objeciones, durante la reunión se decidió tomar contacto con Cortázar, quien en la oportunidad se habría negado a asumir el cargo. Por ello, también se evaluó Fernando Bustamante (PS), cuyo nombre fue desestimado rápidamente.
Según las fuentes, el encuentro se inició con la decisión del ministro de Transportes, Sergio Espejo (DC), de presentar su renuncia, luego de que esta semana fuera objeto de fuertes cuestionamientos de parte de la oposición, que además de reclamar su inmediata salida del gabinete no descartó la posibilidad de presentar una acusación constitucional en su contra.
Sin embargo, la mandataria decidió desestimar su dimisión, asegurándole que necesitaba que continuara formando parte de su equipo ministerial. Esto, pese a que en la semana se sumaron a las críticas sectores de la Democracia Cristiana (DC), que observan que el manejo del Transantiago se le "escapó" de las manos a Espejo, cuestionamientos a los que se plegaron el senador Alejandro Navarro y la diputada Isabel Allende, ambos socialistas.
Navarrete niega presiones
Asegurando que jamás quiso causar problemas a las autoridades de gobierno en la implementación del nuevo sistema de transportes de Santiago, Navarrete decidió de la gerencia general -no de la propiedad- de las empresas Buses Gran Santiago y Metropolitana S. A., que controlan el 38% de los recorridos del nuevo sistema.
"Quiero señalar categóricamente que nunca hubo, ni ha habido el ánimo de generar problemas a las autoridades de gobierno (…) A pesar de las complicaciones propias del evento siempre puse a disposición las mejores de mis capacidades y esfuerzos para colaborar en el eje de este plan de transporte», afirmó Navarrete la noche del sábado, ratificando el contenido de una declaración pública emitida previamente.
Su caída se produce tras una semana en que fue ampliamente cuestionado desde el Ministerio de Transportes. «¡Basta! ¡O cumple o se va!», afirmó enérgico el ministro Sergio Espejo (DC) a mediados de esta semana, mientras que el jueves el subsecretario Danilo Núñez (PS) directamente lo acusó de haber boicoteado el plan, asegurando que fue un "lobo vestido de oveja" cuando postuló a los nuevos recorridos.
Y el viernes, el propio Núñez admitió que el gobierno actuaría «con fuerza» y «muy pronto», generando una serie de especulaciones respecto a la posibilidad de que el Ejecutivo interviniera las empresas de Navarrete, que son las que presentan mayores incumplimientos respecto a su flota (65% para Buses Metropolitana y 83% Gran Santiago), uno de los principales deficiencias que enfrenta el nuevo sistema.
Con todo, durante la conferencia en la que anunció su decisión de "bajarse" del Transantiago, Navarrete negó haber recibido presiones de parte de la autoridad o que ésta haya sido una medida destinada a evitar posibles acciones judiciales, como lo sugirió el alcalde de Estación Central, Gustavo Hasbún (UDI). «Ninguna», aseguró tajante el empresario.
