«Queremos unidad sobre la base de la participación y no de la imposición»

El próximo martes la bancada de senadores del Partido Socialista (PS) se reunirá para discutir la agenda pro PYME y la reforma previsional. Este tipo de diálogo, a juicio de Jaime Gazmuri -miembro de la disidencia a la conducción de Camilo Escalona- es clave para un buen trabajo, tanto al interior de la colectividad, como en la relación del gobierno y el Congreso.



Eso sí que agrega que una vez hecha la discusión, los parlamentarios deben cuadrarse con lo que finalmente la Presidenta Michelle Bachelet decida. Es que si bien Gazmuri critica lo que considera "una dirección demasiado cerrada" de Escalona y espera que se generen en el partido diálogos fluidos, advierte que es necesario una disciplina que potencie un proyecto común.



«Abogo por mucha libertad de opinión, mucho espacio de discusión, pero una vez resueltas las cuestiones, tenemos que establecer disciplina en el voto».



Para el senador el episodio del rechazo por parte de parlamentarios de la Concertación al proyecto de depreciación acelerada, "es una luz amarilla, pero no es una luz roja, no es que tengamos un Parlamento insumiso".



Llegó el momento plantear los temas



-¿Va a ser compleja la comisión política del PS de este lunes?
-Hemos tenido un momento de debate, ha sido incluso público y, por tanto, llegó el momento plantear los temas que hemos estado debatiendo todo este tiempo. Espero que ayude esta comisión política ha rectificar rumbos en el sentido de una agenda propositiva con el Ejecutivo que nos permita el aporte que el PS tiene que hacer en un momento complejo para la Concertación, del cual, si hacemos las cosas bien, podemos salir fortalecidos.



-¿Comparte las críticas que se le han hecho a la conducción de Camilo Escalona?
-Comparto las observaciones políticas que se han hecho, en el sentido de que este discurso del presidente del partido, que sólo pone el énfasis en una dimensión de los problemas que tenemos, que es el tema de la disciplina parlamentaria, y no se hace cargo de la otra dimensión, que es la necesidad de mejorar los mecanismos de trabajo en el partido, en la coalición y el gobierno, esa crítica la comparto porque es una dirección demasiado cerrada.



-¿Cómo evalúa la forma en que se abordó en el PS la situación del senador Carlos Ominami?
-La alusión a que Ominami pretende ser el Altamirano del gobierno de la Presidenta Bachelet, la encuentro particularmente desafortunada. No es primera vez que para referirse a las tensiones y los problemas que hay hoy día, alude a lo que ocurrió en la UP. Creo que es muy inconveniente hacerlo, porque las circunstancias son totalmente distintas. Creo que compararlas, aunque sea por la vía de la analogía, no le hace un favor a la Presidenta Bachelet. Además, Camilo incurre en el error que ha incurrido la derecha de hacer una caricatura de lo que fue la función que cumplió Carlos Altamirano en la UP donde, como muchos cometió errores, pero también hizo un gran aporte. Creo que se comete una injusticia histórica con Altamirano.



-¿Y qué pasa con la situación personal del senador Ominami al votar en contra de la depreciación acelerada?
-Yo tenía una diferencia con Ominami, en el sentido de que sin perjuicio de que a mí tampoco me parecía un proyecto demasiado importante y tenía observaciones, lo voté a favor, porque creo que tenemos que mantener una actitud, y yo la voy a mantener, de que una vez que la Presidenta resuelva en un determinado sentido, en la disciplina del voto. En ese sentido, tuvimos una diferencia, no con los argumentos. Pero creo que tenemos que garantizar cohesión en el voto. Para eso tenemos que mejorar los canales de comunicación con el gobierno, no apelar puramente de la disciplina.



-La diputada Allende afirmó que quizás si se hubiera dado más conversación interna, no se hubiera suscitado el hecho de un senador PS votando en contra de un proyecto del gobierno.
-La lección que tenemos que sacar de esto es que tenemos que mejorar mucho los mecanismos de debate. El gobierno de la Presidenta Bachelet enfrenta escenarios y situaciones muy complejas y tiene un programa muy exigente, y eso requiere de mucho debate de las políticas públicas y por tanto, mucha unidad en la acción, y ha faltado al interior del PS mayor debate. Eso es evidentísimo. Una dirección demasiado concentrada, incluso que a veces rehuye el debate, como que el debate siempre le parece "disidencia". Tenemos que generar espacios de debate entre los partidos, las bancadas parlamentarias y el gobierno. Eso se ha corregido con el cambio de gabinete, hay una relación bastante más fluida con los partidos, eso hay que extenderlo a las bancadas. Tenemos que procesar nuestras diferencias. Una vez generado un nuevo estilo de trabajo, hecho los debates, en un régimen presidencial quien finalmente resuelve es la Presidenta y ahí los partidos y los parlamentarios tenemos que garantizar que, así como exigimos participación y debate, tenemos que garantizar nuestra disciplina en el voto.



«Este estilo tan cerrado de conducción es contradictorio con el estilo de la Presidenta»



-¿Cree que Camilo Escalona está dispuesto a introducir más diálogo a su estilo de conducción?
-Eso lo vamos a comprobar. Es el gran desafío que tiene el presidente del partido. Nosotros hemos tenido muchos gestos de buena disposición, de apertura, no hemos hecho críticas públicas durante más de un año, pero creo que ha llegado un punto, sobre todo con las últimas reacciones del presidente del partido, que no se hace cargo de esta situación, insiste en una pura apelación disciplinaria. Es indispensable abrir más discusión, y espero que no sólo el presidente del partido, sino que la mesa, que tiene una función, espero, colectiva, que no la veo mucho; no es una responsabilidad sólo de Camilo Escalona. Espero que constaten lo indispensable, lo inevitable. Aquí queremos construir unidad, liderazgo sobre la base también de la participación y no de la imposición, sobre todo en un gobierno como el de la Presidenta Bachelet, cuyo signo es el de la ciudadanía, la participación. Este estilo tan cerrado de conducción es contradictorio con el estilo de la Presidenta y con lo que la Presidenta representa.



-¿Hay tensión interna en el partido?
-Evidente, hay tensión. Ha tenido la suerte esta dirección que hemos tenido una conducta, y la vamos a seguir teniendo quienes tenemos críticas, extremadamente responsable, porque nuestro compromiso con el gobierno y la Presidenta es completo, y queremos que el PS haga las cosas bien y pensamos que algunas cosas no las está haciendo bien. Está haciendo bien la parte de ser un partido junto a la Presidenta, en eso vamos a seguir, esa no es la diferencia, pero no lo está haciendo bien en aportar al gobierno toda nuestra experiencia, nuestras ideas, nuestras capacidades.



-¿Es posible que planten cambios internos en la mesa?
-No, nosotros lo que queremos es cambiar los estilos de conducción, no tenemos ningún interés en eso. Nosotros tuvimos un respaldo muy significativo en el proceso anterior. Lo que queremos es que funciones la democracia partidaria.



-¿Cómo está la relación del PS con el gobierno?
-En general las relaciones con el gobierno han sido buenas, fluidas. Creo que tienen que mejorar. Este nuevo gabinete está muy disponible a eso.



-Se ha planteado la necesidad de un código de conducta.
-Tenemos que avanzar en eso. Lo único de lo que yo discrepo, es la apelación a la disciplina en abstracto. Tenemos que construir un nosotros, eso es un proyecto común, eso se hace en el diálogo, no por la pura imposición.



-¿Se está trabajando en el interior del PS en miras de las municipales?
-Todavía no, en algunas regiones se está haciendo. Tenemos que enfrentar esto con la mayor unidad posible y eso significa fortalecer los lazos en la partido, superar estas tensiones, y abrirnos muy fuertemente.



-¿Cuándo debería empezarse este trabajo?
-Ya es tiempo de empezar a hacer los primeros aprontes, tenemos que fijar criterios claros, criterios de electividad, de negociación.