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Alianza reacciona con cautela apertura de Belisario Velasco al diálogo

Presidentes de la UDI y RN coincidieron en recordar la actitud asumida por el ministro del Interior durante la tramitación del proyecto de recursos adicionales al plan de transportes capitalino y cómo se negó a conversar con la derecha. En la oposición estiman que finalmente se impuso la tesis del titular de la Segpres, José Antonio Viera-Gallo.


Sorpresa provocó en la Alianza la postura asumida a partir de este jueves por el ministro del Interior, Belisario Velasco, quien admitió que en adelante el Ejecutivo tendrá que conversar mucho con la derecha para construir mayorías legislativas.



En la oposición estiman que el jefe de gabinete dio un giro de 180 grados para terminar colocándose en la misma línea de lo expresado por el secretario general de la Presidencia, José Antonio Viera-Gallo, desde que asumió su cargo, una situación que quedó en evidencia particularmente en el debate del proyecto del Transantiago.



«Es un cambio en 180 grados, porque yo lo vi muy enfrentado al ministro José Antonio Viera-Gallo, que estaba muy dispuesto a hablar de los asuntos de interés general y decirle, con ocasión del Transantiago, que la Concertación tenía mayoría y que no tenía que salir a buscar el apoyo de la derecha para nada, que la derecha era contaminante y que eso podía provocar el quiebre de la Concertación. Eso lo recuerdo nítidamente, ocurrió hace apenas 15 días", planteó a El Mostrador.cl el presidente de Renovación Nacional, Carlos Larraín.



«Así que, sí, tomo nota del brusco cambio de posición y me parece interesante porque está dándole la razón al ministro Viera-Gallo", añadió el dirigente opositor. Para Larraín, es todavía más "notable" que el tema que haya motivado el cambio en el titular de Interior haya sido uno "de segunda importancia" como, a su juicio, fue la integración del directorio de TVN y no haya actuado así en materias de "mayor alcance" como la educación o el Transantiago.



Consultado acerca de si este persistente interés de la Alianza por dialogar con el Gobierno y acordar con La Moneda el apoyo para algunos proyectos podría terminar transformándose en una especie de «cogobierno», el timonel de RN negó que su sector tenga algún interés en ello.



"No, yo creo que eso no va a ocurrir. Chile es un país muy presidencialista y nosotros tampoco queremos participar, ni siquiera indirectamente, en un Gobierno con cuyas tesis centrales estamos en desacuerdo. Tendría que venir un cambio muy sustancial en la orientación del Gobierno, que no lo veo por ninguna parte, para que nosotros llegáramos a considerar una cosa así. Ahora, no sería la primera vez que ocurre en la historia de Chile. Cuando se han dado cuenta que sus políticas no están conduciendo al país a ninguna parte, los grandes jefes de Estado no han vacilado en modificar sus políticas y conductas y recurrir a la oposición", sostuvo.



Poco altruista y poco generoso



Por su parte, el presidente de la UDI, senador Hernán Larraín, también se mostró sorprendido con las palabras de Velasco, pues a su juicio el titular de Interior es quien más le ha cerrado las puertas del diálogo a la Alianza.



«No se me olvida que fue él quien se negó a conversar cuando se discutía el proyecto del Transantiago, porque teniendo los votos no estimaba necesario conversar con nadie, lo que demuestra un espíritu muy poco altruista y muy poco generoso", advirtió el timonel gremialista.



Pero también le provocaron sorpresa los dichos del ministro Velasco a sólo un par de días de darle un nuevo "portazo" a la derecha, negándose a dialogar con ellos sobre la calidad de la educación pública y desacreditando el proyecto alternativo del sector, explicó Larraín.



A partir de las contradicciones "no pareciera que el espíritu del ministro Velasco se compadezca con las acciones que él mismo ha estado encabezando o realizando en el último tiempo, o su Gobierno. Ojalá fuera cierto, ojalá que lo que se ha hablado sea cierto y podamos hablar de algunos temas en donde se ve que el Gobierno está haciendo agua, como son los nombramientos, en donde el Gobierno no sólo no consulta a la oposición, ni siquiera consulta a la Concertación lo cual demuestra un muy mal manejo del equipo de Gobierno de la Concertación", indicó.



El parlamentario puso especial énfasis en que lo que el Gobierno "tiene que entender es que el Senado no es un buzón y, por lo tanto, siempre tiene que conversar con todos". Ello, porque si bien los parlamentarios tienen compromisos políticos, en primer lugar están comprometidos con sus electores, dijo.



Para Hernán Larraín "pareciera prudente para todo Gobierno, siempre, conversar no sólo con la gente de su sector, sino también con la oposición. Porque eso es lo que hace posible el diálogo, aunque no sea siempre para ponerse de acuerdo, pero por último para saber lo que se piensa y buscar, si acaso hay voluntad, de llegar a algún entendimiento. Hasta ahora no la habido. Me parece razonable, aunque no sea por las razones más correctas, que el Gobierno finalmente entienda que la posibilidad de acuerdos existe en el ámbito legislativo en el Congreso, porque esa es nuestra voluntad y siempre lo hemos manifestado».



Novoa llama al Gobierno a cambiar de actitud



Antes de las declaraciones de Velasco, el senador Jovino Novoa (UDI) había advertido a La Moneda que su partido no estaría disponible para negociar con el Gobierno, mientras no percibiera un cambio de actitud. "El Gobierno no contará con los votos de la UDI en el Senado si antes no realiza una profunda rectificación de la forma cerrada y obcecada en que se llevan adelante las iniciativas legislativas", había sido el duro planteamiento del ex presidente UDI.



Tal como lo han planteado algunos senadores oficialistas, Novoa señaló que la fragilidad de la mayoría de la Concertación en el Senado se explica por los errores del Gobierno. «La Concertación ha perdido la mayoría por sus propios errores y por su obcecación. Por no plantear proyectos consensuados, por no oír la opinión de la oposición, por estimular a senadores de la Concertación a tener opiniones propias y premiarlos por ello, por salir a comprar votos ofreciendo proyectos para las regiones en vez de conseguir votos con proyectos buenos. Para que este estado de situación cambie tiene que haber una profunda rectificación en el Gobierno», puntualizó.

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