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Cómo el jefe del COCH y el ex titular de Chiledeportes defraudaron al fisco

Según la indagatoria que lleva el Ministerio Público, Ricardo Vorphal creó dos sociedades fraudulentas a través de testaferros, con el fin de encubrir su participación, mientras que su esposa, cuando se destapó el caso, intentó obstruir la investigación. Para el caso del jefe del Comité Olímpico, las cosas tampoco mejoran.


Creación de empresas fraudulentas, intentos de obstruir la acción de la fiscalía, dos testaferros para quedarse con el dinero de los proyectos otorgados por asignación directa de Chiledeportes para la Federación de Vóleibol, abultamiento de cuentas y supuestos pagos a personal son sólo algunos de las fórmulas usadas por el ex director de Chiledeportes Ricardo Vorphal y el actual director del Comité Olímpico (COCH), Neven Ilic Álvarez, para defraudar al Fisco.



Ambos fueron querellados esta semana ante el Octavo Juzgado de Garantía de Santiago por el Consejo de Defensa del Estado (CDE), como autores del delito de estafa al Fisco y falsificación de instrumento privado, junto al ex tesorero José Carrasco Jerez e Ingrid Villablanca Orellana, esposa de Vorphal.



De acuerdo a los antecedentes obtenidos por El Mostrador.cl en fuentes judiciales, Vorphal e Ilic presentaron en 2006 proyectos a Chiledeportes con el objeto de financiar la Liga Nacional del Vóleibol, numerados 0615030659 y 0615030838.



Para cada proyecto pidieron $ 25 millones, los que serían invertidos en su totalidad en las actividades señaladas, que -a su vez- tenían gastos en publicidad, pagos de honorarios e implementación deportiva.



Sin embargo, ambos sujetos realizaron rendiciones de cuentas falsas, ya que algunos trabajos no fueron realizados. De acuerdo a la información que consta en la investigación que lleva la Fiscalía Oriente a raíz de una denuncia presentada por la Contraloría General de la República, los honorarios se agrandaron, pagándosele a las personas menos dinero del realmente declarado. Inclusive, hubo presentación de boletas de terceras personas que jamás realizaron el trabajo declarado.



3.000 + 3.000 = 10.000



Por ejemplo, en el proyecto de Vorphal, el sueldo que se le cancelaba a los árbitros era de $ 5.000 o $ 7.000, pero se rendían $ 10.000 por cada evento en el que participaban.



Otra fórmula era usar a los jueces de línea. Eran dos por cada partido, pero en las rendiciones aparecían cuatro, que -en lo formal- ganaban $ 3.000, pero se rendían $ 10.000. La diferencia que generó esto para el beneficio de los imputados fue de $ 2.890.000.



Con los planilleros pasaba lo mismo. Se les pagaban $ 3.000, pero en realidad aparecen $ 9.000. La diferencia establecida por la fiscalía es que $ 1.275.000 fueron a parar a los bolsillos de Vorphal e Ilic.



También se detalla como se intentaron justificar otros honorarios para los coordinadores de cancha y estadística, entre otros, además de la compra de pelotas y redes.



Por esta razón, el organismo fiscal establece que $ 20.858.000 no cuadran en las rendiciones.



Colación de $ 2.484.000



Para el caso del Comité Olímpico de Chile (Coch), la situación no es distinta, sino peor, según averiguó este medio.



También se abultaron cuentas de un proyecto que eran las mismas actividades que supuestamente realizó el anteriormente mencionado.



Por ejemplo, a los pasabalones y limpiapisos sólo se les daba la colación por sus servicios, pero extrañamente se declararon $ 2.484.000.



Y sigue, porque los dineros cobrados por supuestos uniformes, paletas de cambio, entre otros implementos para llevar adelante la actividad deportiva que nunca fueron comprados, sino que regalados, arrojan una diferencia de $ 16.314.439.



Otra muestra de ello es el supuesto pago de $ 1,5 millones a Aldo Dadea, quien supuestamente coordinaba las actividades, pero en la Fiscalía Oriente se encuentra establecido que no podía realizar dicho trabajo, ya que era nada menos que el entrenador de Boston College, que también participaba en el campeonato.



Otro detalle es que para participar de la competencia cada equipo tenía que pagar $ 400.000 -lo que suma $ 6 millones más- más los costos que implicaban el traslado, implementos y comida.



Testaferros y obstrucción



Sin duda, lo más fino de la operación fueron los ingresos por publicidad justificados por dos empresas: Distribuidora y Comercializadora Altius Ltda. y Esquema Producciones Ltda.



Las firmas en cuestión fueron inscritas a nombre de Janet Mora Navarrete y Daniela Piñera Piñera. Pero la verdad es que los reales propietarios eran nada menos que Vorphal y su esposa, Ingrid Villablanca, también querellada por el CDE.



Fuentes de la Fiscalía Oriente explicaron a este diario que Mora, en sus declaraciones ante el perseguidor penal, aseguró que nunca manejó estas empresas, pero reconoció que las formó para ayudar a Vorphal a participar en los eventos sin que se supiera de su existencia.



A tanto llegó, que la mujer firmó todos los papeles, dijo un fiscal, y le traspasó el poder de administración a la cónyuge de Vorphal, incluso chequeras completas del banco BCI.



Lo que más sorprende es el intento de Vorphal y su esposa para evitar la acción de la fiscalía. Todo esto sucede, según consta en la indagatoria del Ministerio Público, una vez que éste renuncia a Chiledeportes.



Según Mora, en ese momento Ingrid Villablanca le señaló que la vinculación de su marido con los dineros mal administrados del vóleibol se habían hecho públicos y que no debía declarar sobre las empresas, a fin de no ser investigados ni condenados.

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