Más de cuatro horas duró la discusión a »puertas cerradas» que sostuvieron los 22 representantes, pese a que sólo estaba previsto que fueran dos horas. Desdramatizando el asunto, el secretario general del evento, Enrique Iglesias, calificó »muy interesante» el debate cuya divergencia se centró en la prioridad que los estados dan a sus políticas económicas.
Más de cuatro horas estuvieron deliberando los 22 presidentes durante la XVII Cumbre Iberoamericana la tarde del viernes, lo que obligó a suspender la foto oficial de los mandatarios que se tenía programada a las 21.00 horas en el Palacio La Moneda.
El "retiro", como se llamó a la discusión a puertas cerradas de los jefes de Estado se tenía programado para dos horas. Sin embargo, la actividad se extendió tanto que "por problemas de tiempo" se debió suspender la foto oficial, pese a que algunos profesionales de la prensa -especialmente fotógrafos- ya habían sido trasladados hasta la sede de gobierno.
También la Presidenta Michelle Bachelet se vio obligada a suspender los encuentros bilaterales que tenía programados con sus homólogos de Brasil, España y Ecuador, Luis Inácio Lula da Silva, José Luis Rodríguez Zapatero y Rafael Correa, respectivamente.
El extenso debate, que sólo pudo ser seguido a través de imágenes y sin audio, provocó una serie de descoordinaciones en la propia organización del evento. Un ejemplo de ello fue cuando el Centro Internacional de Prensa anunció que se suspendían las actividades en La Moneda, lo que provocó que varios periodistas enviaran despachos de que la cena de los mandatarios quedaba sin efecto, una situación inédita en este tipo de actividades.
Sólo un par de minutos después se rectificó el error. "Por problemas en los tiempos se suspende la fotografía oficial en La Moneda y el resto de las actividades se mantiene", rectificaba una voz femenina por los parlantes.
Planta argentina
Aunque el secretario general iberoamericano, Enrique Iglesias, reconoció que la reunión había sido "intensa" y que se habían registrado "exposiciones muy importantes", descartó que haya habido un impasse entre los gobernantes.
Ello, a pesar de que en el circuito cerrado se observaba que gran parte de los mandatarios pronunciaban sus discursos con señales de molestia, como fue el caso de Lula da Silva.
«Dentro de la diversidad cada uno fue mostrando su punto de vista, pero de ninguna manera la imagen muda refleja la realidad que puede desprenderse de eso (…) debe haber sido uno de los debates más ricos e interesante que hemos podido conocer», comentó Iglesias.
Aunque negó que se haya tratado el conflicto de las papeleras entre Argentina y Uruguay, es un hecho de que la controversia entre Argentina y Uruguay, producto de la sorpresiva autorización de este último país del funcionamiento de una planta de celulosa en una zona limítrofe, terminó por desplazar la atención del eje de la Cumbre.
Durante toda la jornada, los presidentes argentino, Néstor Kirchner, y uruguayo, Tabaré Vázquez, se enviaron mensajes de molestia por la decisión de este último, considerando que se iba a aprovechar la presencia en Santiago del rey de España y facilitador para una solución, Juan Carlos, para acercar posiciones.
La decisión "ha sido tomada en un momento inadecuado y en el lugar más impropio", afirmó al respecto en Buenos Aires el jefe de gabinete trasandino, Alberto Fernández.
Declaración final
Iglesias no quiso adelantar lo que será la Declaración de Santiago, la intención es aprobar un Convenio sobre Seguridad Social que permitirá que los trabajadores de la región traspasar sus ahorros previsionales si se emplean en un país y luego deciden emigrar a otro.
El acuerdo será valido para lo que se refiere a la invalidez, vejez, supervivencia, accidentes de trabajo y enfermedades profesionales. Como todo acuerdo tiene límites y éstos van a los regímenes no contributivos, asistencia social y los que tienen que ver con las víctimas de guerra.
Iglesias dijo que lo más importante es el anuncio de los 1.500 millones de dólares que el gobierno español destinará para recibir demandas de apoyo para proyectos de agua potable, así como la idea de la Presidenta Michelle Bachelet de crear un fondo para la infancia.
Sin embargo, como en todo hubo divergencias y éstas se centraron en las prioridades que los países dan a sus políticas económicas. "Surgieron la importancia de los factores externos, los problemas que tienen que ver con problemas de comercio y financiamiento".
La Declaración de Santiago, que será dada a conocer este sábado, "ya ha sido firmada por presidentes que se van antes" de que finalice la Cumbre.
Iglesias calificó como "optimista» el ambiente en la Cumbre y se dieron a conocer lo que están haciendo los países y "cómo el tema de crecimiento y distribución son perfectamente compatibles a ritmos que pueden ser complementarios entre uno y otro".
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