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Argentina lanza plan para controlar efectos de Botnia en medio ambiente

El Gobierno ya dispuso de cinco millones de pesos (1.572.000 dólares) para la puesta en marcha del plan, con el que el Ejecutivo aspira a reforzar su presentación ante la Corte Internacional de Justicia La Haya, que dirime en el conflicto suscitado con Uruguay por la instalación de la planta.


El Gobierno argentino pondrá en marcha en un mes un plan integral de vigilancia ambiental para controlar los efectos que la papelera de la finlandesa Botnia, ubicada en la vecina Uruguay.



El programa busca darle continuidad a un estudio base sobre las condiciones ambientales actuales que realizó el municipio de la ciudad argentina de Gualeguaychú, vecina a la uruguaya Fray Bentos, donde se ubica la planta de celulosa que asambleístas argentinos consideran de riesgo para el medio ambiente.



La fábrica, que se puso en funcionamiento el pasado 9 de noviembre, se sitúa a la vera del río Uruguay, límite natural entre ambos países.



«Desde el municipio hicimos este estudio para analizar las condiciones ambientales antes de la puesta en marcha de la papelera, con el objetivo de tener una fotografía del ecosistema de la zona antes de evaluar los efectos de la planta», explicó este domingo el alcalde de Gualeguaychú, Daniel Irigiyen.



El estudio, que contó con la colaboración de especialistas, universidades locales y organismos estatales, indicó que el río «no está contaminado» y que, si Botnia causa contaminación, «el sur de Gualeguaychú será la zona más afectada», precisó el funcionario.



En esta nueva etapa, el Gobierno nacional busca controlar los efectos que pueda causar la planta de la mano de un plan de vigilancia ambiental, que será coordinado por la Secretaría argentina de Ambiente.



El Gobierno ya dispuso de cinco millones de pesos (1.572.000 dólares) para la puesta en marcha del plan, con el que el Ejecutivo aspira a reforzar su presentación ante la Corte Internacional de Justicia La Haya, que dirime en el conflicto suscitado con Uruguay por la instalación de la planta, precisó el diario La Nación.



Para la ejecución del plan participarán, además, la Prefectura Naval Argentina; las universidades de Buenos Aires, La Plata, del Litoral y de Luján; el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet); la Comisión Nacional de Energía Atómica (Conea) y el Servicio Meteorológico Nacional (SMN).



Los especialistas estudiarán la calidad del aire, las condiciones del río, las lluvias en la zona y se instalarán campamentos de medición con personal técnico y biólogos para relevar cotidianamente el agua y la tierra, indicaron fuentes oficiales.



«Tomamos bien, en principio, la realización de este estudio porque, de alguna manera, era lo que pedíamos. Además, es un dato positivo que participen los entes más especializados en el tema», señaló a Efe Gustavo Rivollier, integrante de la Asamblea Ambiental de Gualeguaychú, que desde hace años encabeza las protestas contra la instalación de la planta de celulosa.



Desde mediados de 2006, y con una pausa de 15 días en noviembre de ese año, la Asamblea de Gualeguaychú bloquea el paso que conecta con la uruguaya Fray Bentos, mientras que vecinos de las argentinas Colón y Concordia, que unen respectivamente con Paysandú y Salto, realizan cortes temporales en rechazo a la fábrica.



De hecho, ambientalistas de Colón cortaron el sábado el paso a Paysandú, que será liberado este domingo a las 19.00 hora local (22.00 GMT).



De cumplir con los tiempos previstos, este plan integral se pondría en marcha días después de la asunción de la presidenta electa de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner.



EFE

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