Cancilleres de Francia, España e Italia insistieron en que ha llegado el momento en que libaneses decidan sobre su futuro, en la víspera de que venza el plazo constitucional.
Los ministros de Relaciones Exteriores de Francia, España e Italia mostraron este jueves su pesimismo ante la elección presidencial libanesa del viernes, aunque aseguraron que «el milagro» aún puede ocurrir.
En una rueda de prensa celebrada en Beirut, el ministro de Exteriores francés, Bernard Kouchner, el español, Miguel Ángel Moratinos, y el italiano, Massimo D’Alema, insistieron en que ha llegado el momento en el que los libaneses tienen que decidir.
Kouchner declaró ante los periodistas que espera que Saad Hariri, líder de la mayoría parlamentaria, conteste entre hoy o mañana a la iniciativa que el líder cristiano de la oposición Michel Aoun, propuso minutos antes de la rueda de prensa de la troika.
Aoun renunció a su candidatura a la presidencia y presentó como candidato «independiente» y «equilibrado» a Pierre Daccache, un diputado de 79 años, cercano al grupo de Aoun y al grupo chií y líder de la oposición, Hizbulá.
Asimismo, el dirigente cristiano propuso que la oposición ocupe el 45 por ciento de los escaños del parlamento y que las principales carteras -Defensa, Interior, Exteriores y Justicia- se repartan a partes iguales entre la oposición y la mayoría parlamentaria.
Kouchner, que aseguró que se había reunido decenas de veces con todos los líderes hoy volvió a conversar con el primer ministro, Fuad Siniora, con Saad Hariri y con el presidente del parlamento y líder opositor, Nabih Berri.
El responsable galo insistió en la necesidad de lograr la estabilidad y de que se celebre la elección presidencial prevista para el mediodía de mañana.
La elección tendrá lugar un día antes de que expire el mandato del actual jefe de Estado, Emile Lahud.
De no tener lugar esta elección se produciría un vacío constitucional que añadiría aún más incertidumbre a la actual crisis política libanesa.
EFE
