Pleno del tribunal de alzada analizó informe de la comisión de jueces de garantía que visitó la ex Penitenciaría y el penal de Santiago I. Si bien la instancia recomendó evitar expresiones públicas sobre el tema, para que éstas sean canalizadas a través de sus superiores, respaldó el trabajo de estos magistrados
El presidente de la Corte de Apelaciones de Santiago, Cornelio Villarroel, aseguró que el sistema carcelario chileno requiere una "cirugía de alto quirófano", al referirse a los problemas de capacidad de la ex Penitenciaría y la del penal concesionado Santiago I.
Villarroel también calificó de «preocupante» la situación, que fue analizada este lunes en pleno del tribunal de alzada capitalino a través del informe presentado por los jueces de garantía, que en los últimos días visitaron ambos penales.
El acuerdo adoptado por el pleno del tribunal de alzada será redactado por el propio presidente y votado la próxima semana, antes de ser dado a conocer.
Sin embargo, Villarroel explicó que en al oportunidad se resolvió, por mayoría, "recomendar" a los magistrados que todas las críticas -"todas muy legítimas, por cierto"- sean canalizadas a través de los superiores jerárquicos.
Sin embargo, aclaró que junto con esta recomendación también se da un apoyo a la labor y a la revisión que hicieron los jueces de garantía a los penales antes mencionados.
"Se trata también de un apoyo a los jueces, porque todos estamos velando por la superación de esa grave situación socioeconómica que están viviendo los internos y los infortunios por la sobrepoblación penal", indicó.
"Ojalá todos los poderes del Estado sigan trabajando para superar esta situación que afecta a los reos", precisó Villarroel.
Los dichos del magistrado coinciden con los conceptos vertidos con la comisión de la reforma procesal penal de la Región Metropolitana, en cuanto a la preocupación que les asiste ante la actual situación del sistema carcelario.
Asimismo, se enmarcan en la revelación de un oficio de Gendarmería, enviado a los jueces de Garantía, donde se daba cuenta de los problemas que enfrentaba Santiago I para seguir recibiendo internos, lo que derivó en duras críticas de parte de estos magistrados, como también de parlamentarios de la oposición.
