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Libro plantea ‘instrumentalización de conflictos históricos’ de Perú y Chile

En obra editada por Academia Nacional de Estudios Políticos y Estratégicos, señala que »la persistencia de la identificación de Chile como el rival económico y político, nos debe indicar que el crecimiento de los recursos fiscales se traducirá (…) en un repotenciamiento de las capacidades militares peruanas».


La rivalidad histórica que existe entre Chile y Perú es abordada en el libro "Amigos y Vecinos en la Costa del Pacífico. Luces y sombras de una relación", del experto en relaciones internacionales Cristián Leyton que acaba de editar la Academia Nacional de Estudios Políticos y Estratégicos (Anepe).



En el texto se habla de una rivalidad básica y el autor comenta que entre ambos países existe "una competencia permanente entre los mismos adversarios, una percepción de amenaza mutua, y una dimensión temporal que refleja el impacto de las pasadas y las futuras interacciones. Estas tres características gobiernan la relación chileno peruana".



No obstante ello, explica Leyton, "debemos tener presente que tres hechos históricos claves cristalizaron la construcción de una determinada imagen negativa de Chile en la sociedad peruana así como el desarrollo de una percepción política de "enemigos hereditarios", en particular desde Perú hacia Chile".



Dichos enemigos, puntualiza, "son la difícil asimilación de una percepción de "derrota militar" del Estado peruano en plena formación y de sus Fuerzas Armadas, en especial del ejército peruano; luego, la ocupación de la capital peruana y su efectos sicosociales y políticos. Finalmente, la crisis política que ello significó y que determinó utilizar a Chile como el principal factor de cohesión nacional de un Estado peruano que no existía como tal sino que luego de la Guerra del Pacifico. Chile se constituye en el principal factor de cohesión de un espacio peruano fragmentado. La conciencia nacional peruana surge en oposición a Chile".



-Habla de rivalidad duradera y de cómo instrumentalizan los peruanos su relación con Chile
-La rivalidad duradera obedece a lo que denomino una política de "instrumentalización de conflictos históricos" por parte de la clase política peruana. Esta ha utilizado de manera sistemática al "factor Chile" a fin de dar forma y materializar el proyecto político de un Estado unitario, muy similar al chileno. Lo que quiero señalar y queda plasmado en el libro es que la construcción del conjunto de la institucionalidad política del Perú moderna ha sido edificada gracias al uso político interno que han hecho de la Guerra del Pacifico, tratando de convertir la derrota militar en una victoria política.



-También se refiere a la rivalidad económica y política entre ambos países.
-Desde el punto de vista de la rivalidad económica, se ha transitado recientemente desde una activa y sistemática lógica de "fricción política y diplomática" a manos del ex mandatario Alejandro Toledo, hacia otra de "competencia económica" en el gobierno de Alan García. Más allá de los cambios en la retórica, lo sustancial permanece: Chile surge como la variable de cohesión ante políticas del espacio peruano, hoy comercial. Las fuerzas vivas de Perú son movilizadas en función de una competencia permanente con su vecino del sur.



-Pero económicamente y políticamente no somos un complemento con Perú.
-La estructura económica estratégica del Perú y de Chile no son complementarias, sino que competitivas. La emulación entre ambos países es natural, por lo que alimenta sentimientos de hostilidad desde Perú hacia nuestro país. La rivalidad política es más compleja. Existe una competencia directa desde Perú hacia Chile en función de tres espacios. Por un lado, el dominio sobre el Pacifico Sur, los grados de influencia sobre Bolivia y finalmente, un hecho actual, el reconocimiento por parte de Brasil del carácter estratégico de uno u otro país, Chile o Perú, en el marco de la creación de corredores bioceánico. Chile y Perú rivalizan fuertemente en este ámbito, en el sentido de cuál de los dos atrae el conjunto del comercio hacia sus puertos.



Las heridas



-Plantea en el texto que hay heridas en Perú y que Chile se siente frustrado. ¿Por qué?
-En Chile no existe esa percepción, pero sí una frustración en términos de haber permitido que Perú tenga, en términos efectivos, un vínculo de soberanía sobre Arica como resultado del Protocolo Complementario de 1929. Debemos entender que en Perú se ha desarrollado una percepción de pérdida sistemática de territorios, desde el Virreinato hasta lo que constituía el Alto Perú, actualmente Bolivia, hasta la pérdida de Arica y Tarapacá. Debemos entender que los últimos territorios perdidos fueron a manos de Chile.



-Esto último es lo que más tienen presentes los peruanos en su retina y es la invasión de Chile a Lima.
-La conciencia de despojo territorial aún está fresca, hecho que ha ayudado a su utilización política por la clase dirigente del Rímac, lo que se denomina la formación de un nacionalismo negativo. Otra variable relevante está asociada a la ocupación de la capital limeña. Este hecho constituye una herida permanente en el orgullo nacional peruano, la cual ha generado un cuestionamiento profundo y sistemático de las culpabilidades de la derrota militar en la Guerra del Pacifico. Este cuestionamiento ha estado dirigido a tres actores centrales: en un primer momento a los "indios", luego a la clase política peruana y en el siglo XX a las Fuerzas Armadas, en particular en contra del Ejército.



-¿Se terminará algún día esta animadversión en contra de Chile?

-Haría otras contrapreguntas: ¿Hasta qué punto la estrategia de "gestos" adoptada por Chile será efectiva en terminar con la utilización que parte importante de la clase política peruana hace del "factor Chile"? ¿Es políticamente atractivo para esta clase solucionar en términos definitivos la animosidad histórica y rivalidad hacia Chile? La respuesta solo la dará el tiempo.



-¿Pero cuál es su visión al respecto?

-Mi visión es pesimista, en particular al analizar la actual fase de crecimiento económico peruano, la persistencia de grave problemas de cohesión nacional en Perú, las importantes diferencias socioeconómicas que se están generando en el espacio interno peruano, las que están concentradas en el sur del Perú, así como la relevancia de las FFAA en el proceso político. Asociado a los puntos anteriores, la persistencia de la identificación de Chile como el rival económico y político nos debe indicar que el crecimiento de los recursos fiscales se traducirá tarde o temprano en un repotenciamiento de las capacidades militares peruanas. Un hito central es la pretensión primero de rectificación de límites marítimos, y ahora también de carácter territorial. Las condiciones están dadas para que en un mediano y largo plazo se generen fricciones políticas y diplomáticas desestabilizadoras de las relaciones bilaterales.



-El que Perú recurra a La Haya no complica aún más las relaciones entre ambos países.
-En un primer lugar ésta se inserta en el continuo de la rivalidad duradera desde Perú hacia Chile. La lógica revanchista identificada incluso por autores del Rímac conoce un nuevo capítulo. Existe un propósito claro: alimentar el fenómeno de instrumentalización de conflictos históricos a fines de política interna. Es un legado del gobierno de Toledo, pero que ha sido muy bien administrada por Alan García. La segunda lógica está dada por la necesidad, por parte de Torre Tagle, de impedir una transformación positiva de las relaciones entre Chile y Bolivia, entre el Palacio Quemado y La Moneda.



-¿Cómo queda Chile con sus vecinos: Perú y Bolivia?

-La situación con Perú abre una nueva problemática. Desvía la solución a la demanda marítima boliviana concentrada históricamente en el corredor por el casco norte de Arica. Lo anterior pone en jaque a Chile, al tener que hacer gestos diplomáticos hacia el gobierno boliviano a fin de que éste justifique el ablandamiento de su postura política hacia nuestro país. Los sectores más duros del MAS exigen que la demanda marítima y las negociaciones adquieran un carácter más concreto. En este sentido, se debe plantear una solución a través de un enclave, espacialmente mientras el Perú siga utilizando políticamente su demanda marítima y territorial sobre un espacio chileno.



-Su visión no es alentadora a futuro para las relaciones con Perú.
-Es pesimista, ya que considero que las condiciones no están dadas para que pasemos desde una visión de un "enemigo hereditario" hacia otro de "socio estratégico". En un primer momento consideraba que el Perú frente a un encierro geoestratégico como resultado de la irrupción de un Ecuador y una Bolivia de naturaleza "chavista", buscaría acercarse a Chile, pero la pretensión marítima y territorial peruana, que será cristalizada en La Haya, demuestra la relevancia de mantener distanciados a Bolivia de nuestro país y el valor institucional y político electoral que posee el "factor Chile" en el sistema político peruano.



-¿Cómo podría ser un cambio real en las relaciones entre ambos países?

-Ello pasa, absolutamente, por generar un acercamiento estructural de los tres países, en forma conjunta, Bolivia, Perú y Chile de tal manera que no se den espacios para luchas de influencia sobre el país más débil: Bolivia. Pero no sólo ello, este cambio pasa absolutamente por un incremento de la estatura política, económica y militar de Bolivia, para que deje de constituir un Estado débil. La problemática central es hasta qué punto las relaciones de "amigos hereditarios" entre Perú y Bolivia, ahora debilitadas, no resurgirán identificando a Chile como el rival duradero de ambos países.

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