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Crecer primero y distribuir después no funciona, según director de OIT

En Chile no existe un pilar social sólido que acompañe los acuerdos sobre el marco institucional político y económico, señaló Juan Somavía.


El director general de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Juan Somavía, afirmó que «crecer primero y distribuir después no funciona», al defender los conceptos de trabajo decente, equidad y diálogo social en el proceso económico.



El funcionario destacó además el «fuerte vínculo» que hay entre una mayor productividad y mejores salarios lo que constituye, a su juicio, «una condición esencial de la calidad del empleo».



Los conceptos los formuló el máximo representante de la OIT al intervenir ante centenares de empresarios en el Encuentro Nacional de la Empresa, Enade 2007.



Sostuvo que junto con crear trabajo y fomentar la inversión, las empresas «deben respetar los derechos de los trabajadores y la protección social» así como el diálogo social y la negociación colectiva, como instrumentos de solución de conflictos y estabilidad social».



Precisó que en la línea de respetar los derechos laborales de las personas, «crecer primero y distribuir después no funciona, hay que hacerlo al mismo tiempo».



En ese sentido, subrayó que el concepto de trabajo decente, que preconiza la OIT, «no es una norma legal internacional, sino un objetivo y meta a alcanzar por cada país».



Somavía sostuvo que en su país «existe una baja disposición al diálogo social» y que falta un marco institucional que lo promueva y facilite».



En ese contexto, señaló que ese déficit debería ser afrontado mediante consejos económicos sociales que ayuden en la mediación de conflictos.



Tampoco en Chile, añadió, existe un pilar social sólido, que acompañe los acuerdos sobre el marco institucional político y económico.



Sobre esa base, llamó a «atreverse» a emprender ese diálogo social, «del que se pueden obtener grandes réditos», entre los que destacó niveles mucho más altos de productividad de las empresas.



En el mundo actual, dijo Juan Somavía, son cada vez más importantes los indicadores de competitividad social, campo en el que Chile «se está quedando atrás», aun cuando puede ser una gran fuente de ventajas competitivas futuras.



Agregó que la OIT promueve el trabajo decente como un factor central de subsistencia y legitimidad de la globalización y la modernización.



«La noción de trabajo decente es nuestra respuesta productiva a la interrogante sobre cómo se conjuga la naturaleza económica y productiva del trabajo con su papel en la sociedad», afirmó.



El trabajo, añadió, «no es sólo un costo de producción, sino que también un bien social (…); el trabajo no es una mercancía», concluyó.



EFE

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