Pese a que durante un tiempo se especuló al interior del gremialismo que el edil sería un buen candidato para reemplazar a Raúl Alcaíno en Santiago, finalmente se cerró tal posibilidad. La derecha sigue buscando un candidato independiente con un perfil similar al del actual jefe comunal, para no romper los equilibrios en el sector.
La Alianza por Chile dio a conocer una nueva nómina parcial de sus candidatos a alcalde para las elecciones municipales del 2008. Si bien no hubo grandes sorpresas, sí se terminó de cerrar la posibilidad de que el alcalde UDI de Recoleta, Gonzalo Cornejo, se cambiara de comuna para postular por alguno de los municipios emblemáticos de su partido.
La idea comenzó a rondar cuando el alcalde de Santiago, el independiente Raúl Alcaíno, anunció que no iría a la reelección lo que puso en serios aprietos a la derecha, por cuanto para no romper los equilibrios al interior del sector ese municipio debe permanecer en manos de un independiente apoyado por la Alianza por Chile.
Pero como pasados los meses se ha hecho difícil encontrar una figura que cumpla con el perfil y que, además, asegure el triunfo de la derecha, en ambos partidos se comenzó a especular sobre la posibilidad de que un representante de las filas de RN o la UDI sucediera a Alcaíno.
Las cartas probables no eran muchas. En RN se mencionaron los nombres de los actuales alcaldes de Puente Alto, Manuel José Ossandón, y de Vitacura, Raúl Torrealba, aunque el primero era el que más respaldo interno concitaba. En la UDI, en tanto, emergió la figura de Cornejo, respaldado por el "excelente trabajo" realizado en Recoleta, según sostenían sus promotores.
Sin embargo, le jugaban en contra dos cosas. Por un lado, el hecho de que en la UDI estaban concientes de que el costo de quedarse con la comuna de Santiago, en desmedro de sus socios de RN, resultaría demasiado caro y para algunos dirigentes y parlamentarios "no vale la pena cometer el mismo error que cometió el PPD», que en la negociación del 2004 cedió 16 comunas a la DC a cambio de Santiago. Sin embargo, el candidato del primer partido, Jorge Schaulsohn, perdió frente a Alcaíno por escaso margen.
El otro punto en contra tiene que ver con una situación más bien interna del gremialismo. Estos últimos años, Cornejo fue pasando paulatinamente del militante y alcalde estrella del partido a uno de los más temidos díscolos al interior de la tienda.
De hecho, fue él quien encabezó un incipiente movimiento liberal el interior de la UDI, que postulaba que el partido debía dar un vuelco más radical y no sólo alejarse moderadamente de la figura del general (R) Augusto Pinochet, sino que debía darle tiraje a la chimenea, dejando atrás a las figuras que hubieran tenido una relación directa con el régimen militar para darle un nuevo rostro al gremialismo.
Su apuesta no cayó nada bien en los dirigentes más antiguos y fundadores de la UDI y, pese a que en un comienzo varios alcaldes y dirigentes de base apoyaban su tesis, lo cierto es que, tal como reconoció tiempo después un dirigente intermedio que coincidía con la postura de Cornejo: "es difícil mantener una actitud como esa si se tienen aspiraciones de seguir avanzando en la carrera política dentro de la UDI".
Y aunque finalmente los planteamientos de Cornejo son recordados casi como una anécdota, el tilde de díscolo no se ha borrado. Lejos de eso, se incrementó cuando no dudó en sumarse a Joaquín Lavín y al senador Pablo Longueira en la cruzada del bacheletismo-aliancista, promovida por el ex alcalde de Santiago. Dado este escenario, la posibilidad de llegar a Santiago era casi imposible y el hecho de haber aparecido en la nómina ratificando su repostulación por Recoleta cierra toda especulación.
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