En tanto, la directiva de la Constituyente convocó a reinstalar las sesiones este sábado en Oruro para aprobar artículo por artículo y con una revisión la nueva Carta Magna.
El presidente de Bolivia, Evo Morales, dijo que está «fortalecido» y «jamás» se desmoralizará frente a la derecha y las familias ricas de su país, horas antes de que la Constituyente reinstale sus sesiones para completar la aprobación de la nueva Carta Magna en Oruro.
«Me siento fortalecido, porque si ustedes me cuestionarían ahí sí estaría preocupado», dijo Morales en un discurso pronunciado al inaugurar las obras para construir una fábrica de papel en la zona del Chapare (centro), el feudo sindical de sus bases cocaleras.
Indicó que su lucha es contra la «derecha, los neoliberales, los conservadores» para los que antes el Estado «era una mamadera» y que ahora quieren hacer lo mismo en los gobiernos regionales.
«Desmoralizarme jamás. Es imposible. Acá la lucha es entre ricos y pobres», sostuvo el mandatario, al reiterar que el rol de la Asamblea es «hacer cambios en democracia de manera pacífica, pero también buscando la igualdad».
A su juicio, sus adversarios «cada vez más se reducen, pero también son cada vez más violentos» cuando protagonizan acciones para «saquear» entidades públicas y «quemar» viviendas.
El mandatario destacó, además, la decisión de la Organización de Estados Americanos (OEA), anunciada la víspera, de respaldar el proceso democrático de su país, luego de que un grupo de gobernadores opositores presentara en esa entidad reclamos contra su Gobierno.
Morales reiteró, asimismo, la denuncia de que hay una «agresión» promovida por Estados Unidos, porque, en su opinión, a Washington no le interesan «las democracias liberadoras o liberadas».
Apoyo de FFAA
En tanto, el comandante de las Fuerzas Armadas (FFAA) de Bolivia, general Wilfredo Vargas, defendió la «revolución social» del presidente Evo Morales y llamó «cobardes» a los opositores que insinuaron a los militares «romper con la democracia».
Según un discurso publicado en la prensa local, Vargas dio el respaldo al mandatario y lanzó las criticas a los opositores durante un acto celebrado el viernes para la graduación de nuevos oficiales de las Fuerzas Armadas y al que asistió el mismo presidente Morales.
«Felizmente estamos al borde de una revolución, no de una revolución violenta, sino de una revolución social silenciosa», dijo Vargas al sostener que ese proceso restablecerá el «imperio de las virtudes» legadas por los libertadores de la patria.
Llamó a los nuevos oficiales a preservar los mandatos señalados por la Constitución Política del Estado, aunque sean tratados de «cobardes» por sectores que, según dijo, pretenden que las Fuerzas Armadas se alejen de las normas constitucionales.
«Los verdaderos cobardes son aquellos que desde los feudos nos tratan de cobardes por no acceder a sus insinuaciones de romper con la democracia y el mandato que nos confiere la Constitución», dijo Vargas.
Sostuvo que se trataba de «malos ciudadanos» porque convocan a la violencia a «grupos y organizaciones de baja convicción y escaso conocimiento patriótico» y su conducta revela a la población «su incapacidad» para proponer soluciones con el diálogo democrático.
La postura del general Vargas se conoce cuando Bolivia vive un nuevo periodo de tensión con una huelga de hambre de centenares de personas opositoras a Morales y que además ha desatado varias protestas, algunas violentas, en distintas regiones del país.
Reunión en Oruro
En tanto, la directiva de la Constituyente, controlada por el gubernamental Movimiento Al Socialismo (MAS), convocó a reinstalar las sesiones este sábado en Oruro para aprobar artículo por artículo y con una revisión la nueva Carta Magna.
En esa ciudad se reunieron sindicatos de mineros y campesinos para respaldar la Asamblea, al tiempo que los principales partidos de la oposición, Poder Democrático y Social (Podemos, derecha) y la centrista Unidad Nacional (UN), confirmaron que asistirán a la cita.
La Carta Magna, con la que Morales pretende refundar Bolivia, fue aprobada en primera instancia el pasado 24 de noviembre por el MAS y sus aliados, y sin presencia de los representantes de la oposición, en medio de disturbios registrados en la ciudad de Sucre que causaron tres muertos y 300 heridos.
La votación del oficialismo y sus aliados en Sucre se cumplió a mano alzada y luego de que apenas se leyera el índice del texto constitucional que tiene 408 artículos, los cuales pueden ser cambiados ahora en Oruro.
El constituyente Félix Cárdenas, de la fuerza Concertación Nacional, aliada del MAS, dijo a la prensa que no necesitaran «más de tres horas para terminar todo».
No obstante, el jefe los constituyentes del MAS, el dirigente campesino Román Loayza, declaró hoy a un canal de televisión que la nueva Constitución podrá ser aprobada «hasta el martes o miércoles», aunque en la víspera había sostenido que eran necesarias 16 horas.
El plazo legal que fijó el Congreso a la Asamblea para entregar el nuevo texto constitucional vence el próximo viernes 14 de diciembre.
EFE/El Mostrador.cl
