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Al Gore reitera llamado a compromiso mundial contra el cambio climático

Junto al indio Rajendra Pachauri, que preside el Grupo Intergubernamental sobre el Cambio Climático, reconoció su temor a que los cambios futuros sean más graves de lo que señalan las últimas previsiones de los expertos de Naciones Unidas.


El ex vicepresidente de EEUU Al Gore y el indio Rajendra Pachauri, que preside el Grupo Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) de la ONU, defendieron este domingo, en la víspera de recoger el Nobel de la Paz 2007, un mayor compromiso político mundial para frenar la amenaza del cambio climático.



Ambos reconocieron su temor a que los cambios futuros sean más graves de lo que señalan las últimas previsiones de los expertos sobre clima de la ONU, de ahí la necesidad de una acción política, porque se trata de «una cuestión de supervivencia de la civilización», en palabras de Al Gore.



«Hay algunas carencias en los análisis, pero hay varios datos que apuntan a que la cuestión climática será más acuciante en el futuro, es mi estimación personal», señaló Pachauri en la tradicional conferencia de prensa en el Instituto Nobel de Oslo.



Al Gore resaltó que en las 4 décadas en las que llevaba interesándose en estos temas, se venía repitiendo un mismo patrón de forma clara: que la realidad siempre acaba siendo peor que las predicciones iniciales de los científicos.



El presidente del IPCC se mostró escéptico sobre la posibilidad de que el desarrollo de tecnologías más limpias pueda revertir la situación, y apuntó que sólo si van acompañadas de iniciativas políticas podrán ser eficaces.



Pachauri defendió que el coste económico de estas medidas es menor de lo que se cree, además de que conllevan consecuencias positivas como la creación de puestos de trabajo y una mejora medioambiental a nivel local, y señaló que es necesario reducir las emisiones de gases invernadero a partir de 2015.



A pesar del duro panorama trazado en su exposición, ambos galardonados se mostraron optimistas sobre la posibilidad de lograr un compromiso mundial ambicioso que sustituya al protocolo de Kioto, y apuntaron como primer paso en esa dirección la Conferencia sobre el Cambio Climático de la ONU que estos días se celebra en Bali.



Pachauri dijo haber detectado una «convicción» entre los líderes políticos mundiales sobre la gravedad del problema y la necesidad de actuar, de ahí que crea que Bali significará un «movimiento» hacia adelante y establecerá los plazos para un nuevo acuerdo.



Al Gore justificó su optimismo por el nacimiento de «el primer movimiento popular de base global» contra el cambio climático, que cree puede ejercer una presión similar a la de grupos de activistas estadounidenses que en los años ochenta provocaron la firma de los acuerdos de desarme entre EEUU y la extinta Unión Soviética.



«El pueblo estadounidense y el de otros países va a demandar a sus líderes políticos que entren en acción», afirmó Gore, quien saludó como signos positivos los compromisos de varios estados y líderes empresariales estadounidenses para reducir las emisiones de gases invernadero.



Por otra parte, Gore mostró su apoyo a la iniciativa de varias premiadas con el Nobel de la Paz, como la guatemalteca Rigoberta Menchú, para instar a la ONU a hacer mayores esfuerzos para conseguir la liberación de su colega birmana Aung San Suu Kyi, y reiteró además que no se presentará a las elecciones presidenciales de su país de 2008.



Además, añadió que no «esperaba» regresar a la política activa en el futuro, si bien tampoco quiso dar un «no» rotundo, y dijo no haber decidido a qué candidato demócrata apoyará.



Tras una reunión mantenida horas antes con los dos ganadores, el ministro de Asuntos Exteriores noruego, Jonas Gahr Stí¸re, declaró que Gore preparaba la creación de una sólida plataforma política en EEUU para impulsar la política climática del próximo Gobierno.



Gore y Pachauri se entrevistaron luego con los miembros del Comité Nobel Noruego, con quienes más tarde celebrarán en el Grand Hotel la tradicional «pequeña cena», acompañados por sus esposas.



Un acto con la ONG Salvad a los niños y la princesa Mette-Marit y una recepción en el Palacio Real, donde serán recibidos en audiencia por los reyes Harald y Sonia, precederán a la entrega de premios en el ayuntamiento de Oslo, mañana a las 13:OO hora local (12.00 GMT).



El Comité Nobel premió a Gore y Pachauri, que suceden a Mohamed Yunus y su banco de microcréditos Grameen Bank, el pasado 12 de octubre por «construir y divulgar un mayor conocimiento sobre el cambio climático causado por el hombre y por fijar la base de las medidas que son necesarias para contrarrestar ese cambio».



El Nobel de la Paz, dotado como el resto con 10 millones de coronas suecas (1,1 millones de euros o 1,5 millones de dólares), es el único que se falla y otorga en Oslo, por voluntad expresa de su creador, Alfred Nobel; los otros cinco se reparten mañana en una ceremonia en el Konserthuset de Estocolmo.



EFE

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