Estrategia de buscar acuerdos adoptada por la dupla bacheletista-aliancista parece estar generando una especie de olla de presión en el gremialismo. La visita al vocero de gobierno, Francisco Vidal, fue tan mal vista en la UDI que no faltó quien sostuvo que el ex abanderado y el senador buscan sólo un »efecto publicitario» con estas actuaciones.
No hubiera parecido nada de raro que mientras el ministro secretario general de Gobierno, Francisco Vidal, agradecía la visita del ex abanderado presidencial de la UDI Joaquín Lavín y del senador Pablo Longueira, hubiera sonado de fondo el himno del bacheletismo-aliancista adoptado por los representantes gremialistas. Si en alguna oportunidad esto hubiera podido parecer una imagen surrealista, a estas alturas es posible pensar que cualquier cosa puede pasar en el escenario político.
Aunque no todos los dirigentes de la UDI tuvieron la oportunidad de ver el cuadro formado por el vocero de La Moneda flanqueado por sus invitados, lo cierto es que admiten que el escenario contrasta con la posición asumida por la Alianza que, desde que se produjo el nombramiento de Vidal, no ha dejado de disparar sus misiles en contra del nuevo ministro. E incluso sostienen que esta estrategia no variará, pese a las buenas intenciones declaradas por Lavín y Longueira de contribuir a "cambiar el actual clima político" en el país.
Tan cierta es esta afirmación que mientras la dupla bacheletista-aliancista, durante la reunión con Vidal, redobló su compromiso de abocarse a construir acuerdos gobierno-oposición, en su sector anuncian que están evaluando presentar una interpelación en contra del vocero, basada en las responsabilidad que le cabría al ministro en los hechos ocurridos en Chiledeportes durante su anterior gestión, entre otras materias.
En la directiva de la UDI, en todo caso, aseguran que "no hay drama" con la postura asumida por Lavín y Longueira y aunque reconocen que la mesa no fue informada acerca de la polémica reunión, ni siquiera se ha pensado -dicen- en algún tipo de sanción o algo parecido.
De hecho, para evitar provocar una polémica con ambos, debido a que no comunicaron a la directiva del partido acerca de la reunión con Vidal, el secretario general de la tienda, diputado Darío Paya, argumentó que los militantes de la UDI no tienen la obligación de dar cuenta de los encuentros que efectúan a título personal, obviando que Longueira es un senador de la colectividad.
"Las reuniones personales no tienen necesidad de ser informadas, somos un partido político normal", dijo Paya al ser consultado al respecto, evidentemente incómodo con la situación. Ello, porque pese a que en la UDI intentan bajarle el perfil a lo ocurrido, con esto está quedando una vez más de manifiesto que algunos representantes del partido insisten en la agenda propia. Tanto, que el episodio ameritó un profundo análisis durante la tradicional de mesa de los días lunes, que se realizó pese a la ausencia del timonel gremialista, Hernán Larraín, quien -al igual que su partner de RN, Carlos Larraín- en la ceremonia de asunción de la nueva presidenta argentina, Cristina Fernández.
Quien sí expresó abiertamente su malestar fue el senador Jovino Novoa, ex presidente del partido. Duro entre los duros de la UDI, señaló que a lo menos fue "inoportuna" la visita a Francisco Vidal y que él hubiera preferido que la mesa estuviera al tanto de la misma.
"Creo que es muy inoportuna y confundidora esta visita, porque todos sabemos que la Alianza ha sufrido de la intervención electoral del Gobierno. Todos sabemos que en el gobierno anterior el ministro Vidal era el paradigma de la intervención y todos sabemos que hoy día los diputados de la Concertación quieren derogar el artículo que prohíbe la intervención electoral de los ministros", argumentó Novoa, quien por cierto más tarde participó en la reunión de mesa, en su calidad de jefe de la bancada de senadores de la UDI y que, en el intertanto, estuvo reunido con Longueira y la senadora Evelyn Matthei analizando el tema de la reforma previsional en la sede de la UDI.
Incluso ante el compromiso de Vidal, Lavín y Longueira de trabajar unidos para sacar adelante los compromisos ya concertados y avanzar en otros, Novoa fue drástico, señalando que «se dificultan los acuerdos cuando hay ministros que se dedican en forma abierta a la intervención electoral».
Efecto publicitario
En la tienda gremialista están intentado evitar a toda costa un enfrentamiento público con la dupla Lavín-Longueira, al punto que en la reunión de mesa se acordó que si se van a hacer críticas a la actuación de los bacheletistas-aliancistas están no deben traspasar el límite de lo político, quedando descartadas las alusiones personales.
Sin embargo, algunos participantes de la reunión de directiva reconocen que la molestia en el partido es profunda debido a que la actuación de ambos "perjudica a la mesa en su conjunto y a Hernán, en particular". No faltan los que creen que, aunque se deberían tomar medidas, no confían en que Larraín "no tiene el carácter para hacerlo". Y se lamentan de que la UDI pasó de ser un partido "monolítico y ordenado a uno donde todos hacen lo que quieren".
Ello porque una fuente del partido estima que si bien al interior de la tienda los últimos acontecimientos molestan, hacia fuera derechamente confunden.
En este contexto, a Lavín le atribuyen un "egoísmo exacerbado" por conseguir sus objetivos, que estiman es una nueva carrera presidencial. No obstante, lo que no tiene claro en la UDI son las razones de Longueira para aliarse con el ex abanderado. Y no falta quien atribuye a los socios la búsqueda de un "efecto publicitario".
En la tienda también ha molestado el hecho de que Longueira y el propio Lavín hayan atribuido a las apariciones públicas de este último el hecho de que la Alianza haya sobrepasado en adhesión a la Concertación, según la última encuesta Adimark.
A este respecto, y siempre en un tono divertido la vicepresidenta del partido, senadora Evelyn Matthei, señaló que "la frivolidad nunca paga (…). Se puede engañar a mucha gente durante mucho tiempo, pero eso no le rinde políticamente a nadie. Y las visitas de cortesía ya son tantas que es como girar una tuerca y de tantos giros va a terminar por rodarse".
Para rematar, según Matthei, Lavín terminó convirtiéndose en "el poeta de las cosas simples", porque cree que todo se resuelve con acuerdos.
