El Servicio Geológico neozelandés informó que el movimiento telúrico ocurrió a las 20.55 hora local (07.55 GMT) y situó el epicentro a unos 400 kilómetros al sureste de Auckland y a 40 kilómetros de profundidad.
Miles de personas en Nueva Zelanda salieron este jueves a la calle por un sismo de 6,8 grados de magnitud en la escala de Richter que sacudió la región septentrional del país, el cual causó daños en edificios e infraestructuras en la zona más próxima al epicentro.
«Toda la casa se bamboleó. Nuestro hijo más pequeño, de cinco años, se despertó debido al sismo y el ruido, y todos nos colocamos debajo del marco de una puerta», relató a los medios locales el parlamentario Craig Foss, quien reside en la Bahía de Hawke.
«Hubo muchos crujidos y gemidos. Nuestra casa necesitó mucho tiempo para calmarse y dejar de moverse», añadió el diputado, según el medio digital «Stuff».
El Servicio Geológico neozelandés informó que el movimiento telúrico ocurrió a las 20.55 hora local (07.55 GMT) y situó el epicentro a unos 400 kilómetros al sureste de Auckland y a 40 kilómetros de profundidad.
La población más próxima es Gisborne, con 32.700 habitantes, a unos 50 kilómetros del epicentro, donde se ha informado de cristales de ventanas rotos y cortes de electricidad, aunque la policía local no tiene noticias de víctimas.
Jennifer Caughy, vecina de Gisborne, indicó a los medios nacionales que el sismo causó una fuga de gas en la calle de Gadstone.
Mery Bradley, de 78 años, residente en la zona, aseguró que ha sido el peor sismo que recuerda desde 1944, según «New Zealand Herald».
Las autoridades neozelandesas no han dado la alerta de tsunami.
Nueva Zelanda sufre cerca de 14.000 sismos cada año, de los cuales la gran mayoría son de poca magnitud, aunque entre 100 y 150 tienen la suficiente fuerza para que se perciban.
EFE
