En el acto hecho en el cementerio, los parientes de la víctima restringieron acceso a la prensa.
En un acto marcado por la sencillez se despidió a la malograda ejecutiva bancaria, María Soledad Lapostol Luco, quien apareció muerta en la maletera de una camioneta con cuatro disparos.
A la ceremonia fúnebre, realizada en el cementerio del Parque del Recuerdo, restringió el acceso de la prensa por petición de la familia.
Previamente se había realizado una misa en su recuerdo en la parroquia Santa María de Las Condes.
Allí, una de sus hijas le dio un sentido adiós. Agradeció "ver la gran cantidad de gente que hay en esta iglesia, compañeros de colegio de la mamá, compañeros de trabajo de hace tantos años, amigas de la vida, sus ‘brujas’, sus comadres, además de toda la familia y amigos de nosotros".
Posteriormente una 500 personas se retiraron hacia el cementerio donde los restos de María Soledad Lapostol fue enterrado.
