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Suprema confirmó sentencia de cinco años y un día para la doctora Jaeger

Segunda Sala (Penal) estableció que el juicio oral cumplió con todos los requisitos que manda la ley para estos casos. La decisión implica que la profesional, acusada por el parricio frustrado de su hijo ocurrido el 12 de julio pasado, deberá cumplir la condena.


La Segunda Sala (Penal) de la Corte Suprema resolvió confirmar la sentencia de cinco años y un día en contra de la doctora Ivonne Jaeger que fue dictada por el tribunal oral de Puerto Montt.



De esta manera, el máximo tribunal rechazó anular el segundo juicio oral que se realizó en la Región de Los Lagos, donde la profesional fue condenada por el parricidio frustrado de su hijo Andrés Vienne Jaeger.



Los magistrados del voto de mayoría Alberto Chaigneau, Nibaldo Segura, Rubén Ballesteros y Jaime Rodríguez Espoz estimaron, por tanto, que no se cometió ninguna de las infracciones que contempla el Código Procesal Penal para acoger el recurso de nulidad y que la sentencia fue dictada conforme a la ley por los jueces del tribunal de la citada ciudad de la Región de Los Lagos.



El caso que afectó a la doctora Ivonne Jaeger ocurrió el 12 de junio de 2006 cuando su primogénito estaba internado en la Unidad de Pacientes Críticos del hospital base de Puerto Montt, recuperándose de un edema pulmonar. En la oportunidad, de acuerdo al fallo que la condenó, "le suministró fármacos al margen del tratamiento médico».



La acción de la profesional provocó un empeoramiento en la salud de Andrés Vienne e incluso habría provocado su muerte a no ser por la intervención del médico de turno.



Jaeger fue absuelta en el primer juicio ante el tribunal de Puerto Montt, por una decisión de la Corte de Apelaciones de esa ciudad que ordenó realizar uno nuevo, debido a que los magistrados de primera instancia no se hicieron cargo en su dictamen de algunas pruebas que se presentaron, acogiendo así la solicitud del Ministerio Público.



Una vez realizado el segundo proceso acusatorio, el mismo tribunal oral determinó que la cabía responsabilidad en los ilícitos mencionados, condenándola a la pena antes señalada, porque «puso de su parte todo lo necesario para darle muerte (a su hijo), lo que no se verificó por causas independientes de su voluntad».



La mujer, junto con esta condena enfrenta una segunda investigación, relacionada con la muerte, al parecer en similares circunstancias, de su marido Óscar Vienne en 2004.



Cómo, por qué



Los últimos 20 años de Jaeger no fueron fáciles, según se fue reconstruyendo en el juicio oral y en diversas publicaciones periodísticas. Su hijo Andrés padecía brotes esquizofrénicos, hubo violencia intrafamiliar, crisis de pareja, un marido sin trabajo durante los últimos tres años antes de morir, severos problemas de relaciones familiares, entre otros muchos detalles que aportan pruebas contextuales al caso.



Parte de esa historia fue la que permitió iniciar la investigación en julio de 2006, luego que su hijo fuera internado en dos oportunidades en una clínica donde trabajaba la mujer.



En la primera oportunidad, su hijo fue ingresado con la presión baja y semiinconsciente. Comenzó a recuperarse, pero de pronto empeoró. Cuando despertó gritaba que su madre le había inoculado algo con una jeringa. Esta última fue encontrada y comenzaron las sospechas contra Jaeger.



Ese mismo julio de 2006, Andrés Vienne fue dado de alta. Pero a los pocos días tuvo una fuerte recaída en la casa de su madre siendo reinternado, esta vez en la posta del Hospital Base de Puerto Montt.



El joven estaba inconsciente y estado grave, por lo que fue derivado a la Unidad de Cuidados intensivos (UCI) y conectado a un respirador mecánico. El 12 de julio cuando iba a ser desconectado , la mujer se retiró del centro asistencial y en menos de media hora, le sobrevino un edema pulmonar. La inspección del lugar nuevamente reveló la existencia de jeringas.



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Vea el fallo (En formato Word)

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