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Gobierno de EEUU admite dificultades para superar crisis inmobiliaria

El secretario del Tesoro dijo sin embargo que se trata de una situación que era «inevitable y necesaria» luego del «boom» que vivió el sector en los últimos cinco años y que disparó las ventas y los precios a niveles insospechados.


El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Henry Paulson, cree que la crisis inmobiliaria e hipotecaria que vive el país era «inevitable y necesaria», tras cinco años de desproporcionados crecimientos de ventas y precios, y que «no tiene un fácil arreglo».



«Permítanme ser claro: No hay una simple o sencilla solución que permita deshacer los excesos cometidos en los últimos años», reconoce Paulson en sus notas preparatorias de un discurso previsto para hoy en Nueva York.



En su opinión, la corrección que está viviendo el mercado inmobiliario e hipotecario en EE.UU. era «inevitable», después del «boom» que vivió el sector en los últimos cinco años y que disparó las ventas y los precios a niveles insospechados, según las notas difundidas por el Departamento del Tesoro.



«Tras años de subidas de precios insostenibles y de una gran relajación en las prácticas crediticias, una corrección inmobiliaria era inevitable y necesaria», asevera Paulson, quien dice que en algunas semanas se podrá empezar a aplicar el plan de congelación de hipotecas respaldado por el Departamento del Tesoro.



Durante su intervención, Paulson detallará que en los próximos dos años está previsto que la cuotas de cerca de 1,8 millones de hipotecas suban fuertemente en los próximos dos años, después de las revisiones establecidas por contrato.



Esa cifra sin precedentes eleva la posibilidad de que se produzca un fallo de mercado, sostiene el secretario del Tesoro para justificar la conveniencia del acuerdo alcanzado por el Gobierno de EE.UU. con la industria para congelar determinadas hipotecas durante los próximos cinco años.



El convenio, anunciado el pasado octubre bajo el nombre de «Hope Now» (Esperanza Ahora), es un intento de ayudar a los clientes a afrontar la reestructuración de sus hipotecas, de manera que puedan evitar la ejecución de los créditos y permanecer en sus casas.



En ese sentido, Paulson defiende en sus notas que el plan no se financiará con el dinero de los contribuyentes, tal y como se ha criticado desde la oposición, que sostiene que la iniciativa supone una intromisión del Gobierno y que incluso podría terminar premiando a gente que ha asumido excesivos riesgos a la hora de endeudarse.



«Previendo ejecuciones evitables, protegemos a la comunidad y cumplimos con nuestra responsabilidad de proteger al conjunto de la economía estadounidense», explica Paulson.



La popularización de las hipotecas del alto riesgo, cuyas cuotas suelen aumentar considerablemente a lo largo del tiempo, ha llevado a una crisis de liquidez en los mercados financieros que, sumada a la caída del sector inmobiliario, hace temer cada vez más una recesión en la economía estadounidense.



Los datos macroeconómicos que se publican a diario en Estados Unidos tienden a reforzar esos temores y cada vez son más los expertos que ven inevitable la recesión.



En cuanto a las multimillonarias amortizaciones que los grandes bancos de inversión han tenido que asumir debido a la devaluación del valor de los activos derivada de esta crisis, apuntó que se trata de «disciplina de mercado que debería llevar al fortalecimiento de la confianza en los mercados».



EFE

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