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El «empoderado» Pérez Yoma y su difícil misión de jefe de gabinete

Tiene fama de »duro» el nuevo ministro del Interior y todos en el oficialismo esperan que ejerza su cargo a plenitud y que se transforme en el »freno» al poder ejercido hasta ahora por el titular de Hacienda, Andrés Valasco. Pérez Yoma sabe que la tarea no será fácil y no sólo en el comité político, sino que también por la pérdida de la mayoría en el Congreso.


El cambio de estilo de la Presidenta Michelle Bachelet en el nombramiento de los nuevos integrantes de sus ministros ha sido alabado por todos los sectores oficialistas, que consideran que designó a personeros de alto calibre político, propuestas por los partidos, y que tendrán el poder que necesitan para ejercer su cargo.



La figura del titular del Interior, Edmundo Pérez Yoma, ha recibido el beneplácito de todos los sectores, incluso inicialmente de la Alianza por Chile, aunque tras los primeros días de ejercicio en el cargo la cautela se apoderó de la derecha.



Pérez Yoma es un hombre que tiene fama de duro, por lo que en el oficialismo no tienen duda que impondrá su criterio en el comité político y será un verdadero jefe de gabinete; algo que contrasta, en todo caso, con su controversial salida del equipo de Eduardo Frei en 1998.



El actual jefe de gabinete de Bachelet abandonó su cargo en enero de 1998 en medio de duras críticas del oficialismo, luego de promover el ascenso a general del brigadier Jaime Lepe, quien ha sido vinculado con el homicidio del diplomático español Carmelo Soria.



Otras situaciones polémicas que debió enfrentar fueron la "resistencia" del general (R) Manuel Contreras tras la condena por el crimen de Orlando Letelier y la disputa con Ricardo Lagos por la creación del penal de Punta Peuco. Y también fue quien negoció la salida de Augusto Pinochet del mando del Ejército, con todas las concesiones conocidas.



Tras un breve paso por la embajada chilena en Argentina, regresó en 1999 al Ministerio de Defensa, donde impulsó la creación de la Mesa de Diálogo, una instancia hasta hoy cuestionada por los escasos resultados que aportó para el esclarecimiento de las violaciones a los derechos humanos.



Todos estos elementos le valieron duras críticas desde el oficialismo, que estimaban que había realizado demasiadas concesiones con el mundo militar. Sin embargo, hoy el escenario ha cambiado radicalmente.



Contrapeso de Hacienda



Con el fuerte respaldo de la presidenta de su partido, Soledad Alvear, y de los otros timoneles de la Concertación, en el oficialismo esperan ahora que Pérez Yoma se transforme en el contrapeso del ministro de Hacienda, Andrés Velasco, quien ha tenido varios roces con los últimos jefes de gabinete, como quedó en evidencia en el Transantiago y con los subcontratados.



Pérez Yoma sabe que la tarea no será fácil y no sólo en el comité político, sino que también por la pérdida de la mayoría en el Congreso tras el alejamiento de los «colorines» DC. Por ello, a las pocas horas de asumir, adelantó que se la jugaría por los consensos. «Siempre he sido y creído firmemente en la política de grandes acuerdos», sostuvo.



Con el equipo que Pérez Yoma formará con sus pares de la secretaría general de Gobierno, Francisco Vidal, y de la Presidencia, José Antonio Viera Gallo, en el oficialismo destaca que ahora cuentan con ministros políticos que tienen historia y que sabrán enfrentar las dificultades de este "segundo tiempo".



Sin embargo, también advierten que es necesario que la propia Presidenta -quien fue subalterna de Pérez Yoma en Defensa- le entregue amplias atribuciones a su nuevo jefe de gabinete, a fin de evitar que se repitan los casos de sus antecesores, Andrés Zaldívar y Belisario Velasco.



Actitud coherente



Esta nueva forma de designar a los ministros y el poder que se les otorgó por parte de la mandataria, es respaldada por los senadores Roberto Muñoz Barra (PPD) y Hosaín Sabag (DC).



El primero cree que el cambio de estilo al nombrar a su gabinete fue "una actitud coherente de la Presidenta de la República, que ha dicho que su gobierno enfrenta un segundo tiempo de su período y que eso va a significar cambios, que van a permitir que los objetivos que se plantearon en su campaña se cumplan plenamente".



En ese sentido, dijo que "se tiene que modificar, no sólo la forma de ser de los ministros del primer tiempo a los del segundo tiempo, sino que también debe haber una disposición al cambio en la manera de conducir en el caso de la Presidenta".



Sobre este último punto, el senador subraya que Bachelet "va a necesitar una cercanía día a día con sus ministros, con las autoridades máximas del Poder Ejecutivo, porque en este corto plazo que queda no se pueden cometer errores, ni se puede dejar una sensación de poca coherencia entre las personalidades centrales del actual gobierno".



Señaló que "ella entiende que tiene ministros como Pérez Yoma, que tienen un kilometraje, un curriculum absolutamente respetable, que tienen una personalidad y carácter que también es importante y trascendente y que han aceptado jugar al segundo tiempo, sobre la base que ellos sientan que son una parte fundamental en el proceso de desarrollo".



Destacó que la Presidenta seguirá manteniendo una cercanía con la gente, pero además se observará a los políticos, en algunos niveles de importancia, que tendrán "una cercanía más estrecha con los ministros y parlamentarios, especialmente, ahora que tenemos una situación bastante conflictiva con las mayorías en el Senado y en la Cámara".



Recordó que como la Presidenta no buscó el cargo que tiene hoy y "las circunstancias la pusieron en un papel histórico, ella ha tenido que aprender a tener un liderazgo de tanta importancia, de tanta trascendencia, es una persona con una idiosincrasia y una forma de ser, ella no viene del establishment político tradicional. Ella pasó toda esa barrera y llegó por una aceptación que se produjo en la ciudadanía".



Empoderados



El senador Hosaín Sabag (DC) comenta que Bachelet "puede tener muy buen criterio, muy buen sentido común, pero quienes trabajan con ella y ejecutan los diversas mandos y jefaturas son los que deben estar debidamente empoderados para que puedan ejercer sus funciones y resolver los problemas en forma rápida".



Requerido por el mayor poder que deben tener los ministros, indicó irónicamente que "no puede estar una autoridad o un ministro que le van a consultar la hora y dice que voy a preguntar si se la puedo o no dar. El sabe hasta dónde llegan sus responsabilidades y la ley que le da como ministro".



El legislador opinó que los ministros deben ejercer su cargo y que "una de las maneras es que el país, el gobierno y el ministerio marche bien, es que los ministros, frente a las orientaciones que emana de la Presidenta, puedan ejercer en plenitud cada uno de sus cargos. Creo que podemos mejorar fuertemente la capacidad de ejecución y de eficiencia que se requiere en estos dos últimos años".



Consultado si debió haberse dado este poder a los ministros desde el inicio de la administración bacheletista, manifestó que "ahí hay una nebulosa, porque cuando a la Presidenta se le consulta dice que siempre le ha dado todo el poder a sus ministros. Sin embargo, o no lo ejercían los ministros o se actuaba de otra manera".



Añadió que "hoy nos encontramos que los nuevos ministros que llegaron a La Moneda son gente con mucha experiencia y conocimiento y, por supuesto, van a ejercer su cargo en beneficio del gobierno del país". Incluso, hizo una comparación al poder que tenía José Miguel Insulza como ministro del Interior del ex Presidente Ricardo Lagos. "Él tenía todo el poder y con quien había que hablar era sólo con él".



En ese sentido, espera que el ministro Pérez Yoma "pueda ejercer en plenitud su cargo de ministro, pueda hacerlo con firmeza pero con prudencia, porque hay veces que hay grupos pequeños radicalizados que hacen movimientos relámpagos y dan la sensación de gran desorden".



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La cautela se impone en la Alianza ante llegada de Pérez Yoma a La Moneda

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