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Sernageomin: Volcán Llaima se encuentra en «actividad eruptiva débil»

El organismo señaló que «los sismos, registrados por las estaciones de monitoreo han continuado declinando levemente en energía en forma paulatina» y que el cráter principal ya no se encuentra bloqueado.


En condición de «actividad eruptiva débil» se encontraba en las últimas horas el volcán Llaima, ubicado al interior de la región de la Araucanía, según el monitoreo que realiza en la zona el Servicio Naconal de Geología y Minería (Sernageomin).



La entidad informño en un comunicado que si bien el volcán se ha mantenido cubierto, debido a la presencia de un frente de mal tiempo, la situación se mantiene estable.



De hecho, precisó «los sismos, registrados por las estaciones de monitoreo, han continuado declinando levemente en energía en forma paulatina y oscilatoria, aunque la recurrencia se ha mantenido con hasta 47 eventos por hora».



Explicó que «este enjambre de eventos sísmicos se asocia tanto a explosiones de baja magnitud, acompañadas de emisiones débiles aunque continuas de cenizas y gases, como también a probables movimientos de fluidos magmáticos y gases en el conducto».



El Sernageomin indicó que tras un sobrevuelo realizado el pasado viernes 11 de enero, «se pudo concluir que el cráter principal ya no se encuentra obstruido» y que la actividad eruptiva
mantiene un Índice de Explosividad Volcánica (IEV) de sólo nivel «1».



En esa oportunidad se pudo apreciar también que «la lava que rebasó sobre los dos sectores bajos del cráter principal durante la erupción del 1 al 2 de enero, se enfrió en la parte superior del flanco oeste y muestra una cubierta de nieve fresca. Sin embargo, unos 500 metros más abajo, se observó una zona negra, sin dicha cubierta nieve, que evidencia material caliente en ese flanco».



«Hacia el noreste, sin embargo, en las cabeceras del río Captrén, aún se producen remociones de bloques de material incandescente hasta 1,5 km. de longitud, aproximadamente, y se percibieron emanaciones de vapor de agua desde varios puntos donde este material ha escurrido sobre el glaciar», explicó.



Respecto de la dispersión de las cenizas, que se estima corresponden a material particulado fino a muy fino, ésta se dirigía hacia el sector de Sierra Nevada y el valle de Lonquimay, a una velocidad de 60 kilómetros por hora.



Finalmente, el Sernageomin señaló que la inspección visual permitió concluir que permanecen claramente las abundantes grietas y la inestabilidad en algunas zonas de los glaciares al suroeste del cráter principal.

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