El legislador del PS abordó el tema con el ministro de Justicia, a quien visitó acompañado de la hermana de Mauricio Hernández Norambuena. En la oportunidad destacó el respaldo que concita en la cámara alta al proyecto de acuerdo que pide la gestión del Ejecutivo en este tema.
Con el fin de informarle al ministro de Justicia, Carlos Maldonado, que el proyecto de acuerdo que solicita la transferencia desde Brasil de Mauricio Hernández Norambuena ya fue presentado «y que concita la adhesión prácticamente de todas las fuerzas políticas», el senador Jaime Naranjo (PS) llegó hasta esa cartera acompañado de la hermana del ex frentista, Laura Hernández.
Naranjo explicó que el mencionado proyecto de acuerdo «va a ser de mucha utilidad para que el Gobierno haga saber a las autoridades brasileñas que esta es una política de Estado y de país en relación a ese tema, y creo que eso va a contribuir enormemente a sensibilizar al gobierno brasileño para tomar medidas favorables a esta transferencia de presos».
Pero además, en la cita, Naranjo y Laura Hernández, le expresaron al ministro su preocupación por la situación que está viviendo el ex «comandante Ramiro» en la cárcel, pues, según el parlamentario socialista, en estos momentos «él sigue en una cárcel aislado, con un trato bastante inhumano».
Además, Naranjo precisó que hace un tiempo él conversó con el embajador de Chile en Brasil, Álvaro Díaz, y el representante diplomático le manifestó que «habría un compromiso de las autoridades brasileñas de transferirlo de cárcel, cosa que hasta la fecha no ha ocurrido, y por consiguiente le pedimos al ministro de Justicia que tomara las medidas pertinentes para que se concretara una situación que no es excepcional».
En este sentido, el senador del PS precisó que no se está pidiendo un trato especial para Hernández Norambuena, sino que el reglamento penitenciario brasileño contempla que a partir de un cierto período de pena cumplida, los reos pueden solicitar el traslado a otra cárcel, «y particularmente cuando se lleva mucho tiempo en cárceles más estrictas, el propio sistema penitenciario le permite ir a cárceles con restricciones menores, y es el caso que correspondería».
Según Naranjo, el secretario de Estado le manifestó que «valoraba muy fuertemente que el Senado aprobara un proyecto de esta naturaleza, porque obviamente contribuía y facilitaba las conversaciones con el Gobierno brasileño.
