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D&S y Falabella ponen fin a negociaciones para fusionar operaciones

Por intermedio de una misiva enviada a la Superintendencia de Valores, D&S señaló que los controladores de ambas compañias «han acordado no interponer recursos (…) y han puesto de común acuerdo término al Acuerdo de Fusión».


D&S y Falabella acordaron poner fin a las negociaciones tendientes a fusionar sus operaciones tras acordar este lunes no apelar a un fallo del Tribunal de Defensa de la Libre Competencia que rechazó una propuesta en ese sentido.



«Tras un fallo inesperado, sorprendente y decepcionante, evaluamos el costo y la incertidumbre que generaría interponer recursos legales en contra de la resolución del TDLC, y llegamos a la conclusión que ello podría perjudicar los planes de negocios de ambas compañías, afectando el interés de los accionistas», señaló Juan Cuneo, vicepresidente de Falabella en un comunicado dado a conocer por Radio Bío Bío.



Por intermedio de una misiva enviada a la Superintendencia de Valores, D&S señaló que «los controladores de D&S y los controladores de Falabella han acordado no interponer recursos (…) y han puesto de común acuerdo término al Acuerdo de Fusión».



La carta explica que «la prolongación del estado de incertidumbre (…) más allá del tiempo ya transcurrido desde la fecha en que se celebró el acuerdo de fusión, podría postergar o perjudicar los planes de negocio de D&S de un modo incompatible con el mejor interés de todos sus accionistas».



En mayo del 2007 D&S y Falabella anunciaron su intención de fusionar sus operaciones, creando así uno de los mayores conglomerados minoristas de América Latina con activos por unos 2.600 millones de dólares.



Sin embargo el 31 de enero pasado un fallo del Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC) echó por tierra esa posibilidad.



En su fallo el tribunal antimonopolios señaló que "la materialización de la operación consultada produciría un enorme cambio en la estructura del mercado, creándose una empresa que sería el actor dominante en el retail integrado y en prácticamente todos sus segmentos -en tiendas por departamentos, de mejoramiento del hogar, supermercados, negocio inmobiliario y negocio financiero asociado- y que además tendría la capacidad de traspasar ese poder de mercado a otras áreas de negocio de retail en que decida participar en el futuro".



Agregó el fallo que "en ese escenario, atendido el tamaño de la economía chilena y la relevancia de las barreras a la entrada que existen en las diversas áreas de negocios que conforman el mercado de retail integrado, es poco probable que el ingreso de un nuevo operador, de ocurrir, sea suficiente para imponer presión competitiva en un plazo razonable".





Según el TDLC "de aprobarse la operación consultada, se produciría una disminución sustancial y duradera en las condiciones de competencia de un mercado que involucra parte muy relevante de las decisiones de consumo de todos los chilenos, en los términos ya analizados, con efectos perjudiciales esperados -en términos de bienestar- en los precios, la cantidad y la calidad de los productos transados".



Asimismo el organismo determinó que "se estableció que las eficiencias y sinergias planteadas por las consultantes no fueron suficientemente acreditadas, e incluso que, si fueran efectivas, no cumplen con los requisitos mínimos para ser aceptadas en un análisis propio del control de concentraciones, ya que no podrían compensar los riesgos anticompetitivos que generaría la operación consultada".



Por último, el tribunal "estimó que no existen condiciones o medidas de mitigación que sean suficientes para compensar o minimizar los riesgos para la competencia que se han podido detectar".

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