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Presidente del Central no descarta intervención en el mercado cambiario

Asimismo el titular del instituto emisor sostuvo que "actuar en momentos inadecuados o en contradicción con el resto de los objetivos de política puede provocar efectos contrarios a los deseados. Por esto es necesario ser muy cuidadosos al momento de evaluar la conveniencia y la oportunidad de una intervención cambiaria".


El presidente del Banco Central, José De Gregorio, señaló este martes que "no podemos descartar una intervención en el mercado cambiario en la medida en que veamos un desalineamiento que amenace la estabilidad de la economía, y en la medida que tengamos
la presunción de que la intervención será efectiva".



Al exponer ante la Cámara de Diputados el funcionario sostuvo que "esta no puede ser una decisión apresurada. Conocemos muchas experiencias de intervenciones insostenibles que
alimentaron la especulación y se derrotaron a sí mismas".



Para José De Gregorio "actuar en momentos inadecuados o en contradicción con el resto de los objetivos de política puede provocar efectos contrarios a los deseados. Por esto es necesario ser muy cuidadosos al momento de evaluar la conveniencia y la oportunidad de una intervención cambiaria".



Puntualizó que "cuando un banco central evalúa el uso de herramientas excepcionales en circunstancias extraordinarias, no anticipa las acciones de política que pueden estar bajo evaluación. Sin duda, una vez adoptadas decisiones extraordinarias, en nuestro marco de transparencia, el Banco Central dará cuenta pública del por qué de dichas medidas. Más
aún, evaluaremos su efectividad en forma permanente, tal como lo hemos hecho en situaciones previas".



José De Gregorio sostuvo que "tras experimentar con variados esquemas de manejo macroeconómico en los últimos cuarenta años, hemos adoptado un esquema de metas de inflación flexible para guiar la política monetaria y una política de flotación del tipo de cambio en la que el Banco Central se reserva el derecho a intervenir ante situaciones excepcionales".



A su juicio la meta de inflación "es lograr que esta se sitúe la mayor parte del tiempo en torno a 3%, con un rango de tolerancia de más/menos 1 punto porcentual. Como la inflación es controlable con rezago y además es necesario tomar en cuenta cómo afectan
al crecimiento las medidas orientadas a estabilizar la inflación, nuestro objetivo operacional es procurar que la proyección de inflación a un plazo de dos años se ubique en torno a 3%".



Para el presidente del Banco Central existen muchas razones por las cuales un esquema de flotación cambiaria es el más adecuado para Chile ya que otorga a la economía una flexibilidad para que se ajuste a cambios bruscos en las condiciones externas, atenuando los efectos en el empleo y el producto.



"En particular, la flotación cambiaria facilita el ajuste a fluctuaciones de las condiciones financieras internacionales, y sin duda evita agravar los efectos de estas. Por último, un régimen de tipo de cambio flexible creíble genera mayores incentivos al sector privado para reducir su exposición al riesgo cambiario. Basta recordar que las crisis en nuestro país han estado tradicionalmente asociadas a rigideces cambiarias en los últimos cincuenta años".



Según el titular del instituto emisor es posible que un régimen de flotación traiga consigo una mayor volatilidad e incertidumbre cambiaria, al menos a horizontes cortos, "sin embargo, estos costos no alcanzan a contrarrestar los beneficios ya mencionados de la flotación".



Para De Gregorio "en una economía abierta, el tipo de cambio es el segundo mecanismo de ajuste. Cuando el Banco Central sube la tasa en forma inesperada, el tipo de cambio se aprecia. Esto tiene un efecto directo sobre la inflación de los bienes transables y además contribuye, junto al alza de tasas, a reducir la demanda por bienes nacionales, y con ello a controlar la inflación".



Asimismo señaló que en las reuniones de política monetaria de febrero y marzo "hemos considerado que, de persistir la apreciación real del peso, esta reducirá las presiones inflacionarias, lo que hemos comunicado al público y a los mercados en nuestros comunicados y minutas. El Banco estima que la apreciación real del peso tiene efectos sobre la inflación en nuestro horizonte de política, y por ello la evolución del tipo de
cambio ha quitado presión sobre las tasas. Dicho de otro modo, si el tipo de cambio no se hubiera apreciado como lo ha hecho, lo más probable es que las tasas de interés hoy día serían mucho más altas".



La coyuntura local



El presidente del Banco Central, José De Gregorio, sostiene que un primer factor que se menciona al analizar la caída del tipo de cambio son los mayores diferenciales de tasas de interés con EE.UU, cosa que aclara "no ha ocurrido sólo en Chile sino que en la mayoría de los países, pues es la Reserva Federal la que ha bajado en forma agresiva su tasa de política monetaria, mientras el resto del mundo ha tenido cambios de menor envergadura".



Agrega el funcionario que "otro factor importante en la evolución de la paridad peso/dólar es el elevado precio del cobre", ya que a su juicio "la economía chilena ha tenido una importante ganancia de términos de intercambio, lo que presiona a la baja del tipo de cambio pues la economía es capaz de sostener en el largo plazo mayores niveles de gasto sin enfrentar dificultades externas".



De Gregorio indicó que "hoy día enfrentamos un desafío inédito, que afecta directamente a todas las familias chilenas, que es la inflación. No podemos ceder en nuestro esfuerzo de hacer converger la inflación a su meta, pues no hacerlo haría más costoso su control en el futuro, lo que tendría efectos aun más intensos en la actividad económica, el tipo de cambio y el acceso al financiamiento por parte de empresas y familias", señaló José de Gregorio al exponer en la Cámara de Diputados.

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