«Pretender conducir a un partido, de raigambre esencialmente libertaria como el PS, con estilo patronal es una opción que los propios socialistas validarán o repudiarán en la elección. Es un estilo, habrá a quienes guste. A los que no, les hemos propuesto una alternativa. Pero pretender además disponer del aparato público para alterar voluntades con amenazas o promesas laborales, es una conducta que el gobierno no puede ni debe permitir», señaló el parlamentario.
El senador socialista, Jaime Gazmuri, se reunió este martes con el ministro del Interior, Edmundo Pérez Yoma, para solicitar al Gobierno su más total prescindencia de cara a las elecciones por la dirección socialista a realizarse el próximo 27 de abril.
Gazmuri, coordinador político de «Grandes Alamedas», el sector que compite encabezado por la diputada Isabel Allende, dio cuenta al jefe de Gabinete de la preocupación que ha levantado la evidencia de intervenciones por parte de funcionarios públicos al servicio de los intereses electorales de los actuales presidente y secretario general del PS Camilo Escalona y Marcelo Schilling, y solicitó instruir a todos los niveles del Ejecutivo para cesar
de inmediato cualquier actitud de injerencia indebida.
«Hemos estado observando con preocupación la emergencia de algunos episodios inaceptables. Hay quienes han confundido el interés de la nación, para el que fueron investidos de autoridad, con el interés de facciones internas empeñadas en preservar el poder que solo a los militantes socialistas, libres de presiones y amenazas, corresponde dirimir», sostuvo el parlamentario.
A juicio del senador Gazmuri «pretender conducir a un partido, de raigambre esencialmente libertaria como el PS, con estilo patronal es una opción que los propios socialistas validarán o repudiarán en la elección. Es un estilo, habrá a quienes guste. A los que no, les hemos propuesto una alternativa. Pero pretender además disponer del aparato público para alterar
voluntades con amenazas o promesas laborales, es una conducta que el gobierno no puede ni debe permitir».
En la reunión el jefe de gabinete se comprometió a materializar cabalmente la voluntad del
Gobierno en orden a no permitir la ocurrencia presente y futura de este tipo de conductas.
