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A la espera de un milagro


La extraña reacción de espiritualidad de Yasna Provoste, asilada en un seminario eclesiástico luego de su suspensión como Ministra de Educación por parte de la Cámara de Diputados, es un toque de realismo mágico a la empobrecida política nacional. Porque no ha sido ni reclusión, meditación o aislamiento lo que ha vivido. Al contrario, ha instalado un escenario mediático en el que, risueña, recibe a cuanto personaje político peregrina a saludarla.



Esta apelación a la mística religiosa no es nueva ni en Chile ni en el resto del mundo. Es tan vieja como el índice de Dios en la Biblia. Difiere en la finura con que se hace. Puede ser comunicación mística con muertos como la experimentada por Pablo Longueira; apariciones de la virgen protectora como Augusto Pinochet, o simplemente la instrumentalización de la simbología religiosa como en este caso.



El equipo de gobierno no solo ha ido a saludar a la suspendida ministra sino que también hace denodados esfuerzos por salvarla en el Senado. Calculan que sólo se necesita un voto para rechazar la acusación. La semana cerró con la percepción de que ello era posible, luego de las declaraciones de personeros de la UDI que dijeron que no votarían en bloque, lo que es obvio (al menos en la forma), ya que el Senado debe decidir como jurado.



Un análisis frío de la situación indica que no existen condiciones políticas objetivas ni subjetivas para que el "milagro" de salvar a la Provoste ocurra.



El fallo y la píldora



Al adoptar su decisión en torno a la píldora del día después, los miembros del Tribunal Constitucional estaban perfectamente claros de la trascendencia política y jurídica del fallo. Lo que no calcularon fue su impacto social, que se transformó en una movilización espontánea de la ciudadanía en contra de dicha resolución.



Fue inmediatamente notorio que el TC, especialmente la mayoría que emitió el fallo, resintió el golpe. Y reaccionó con espíritu corporativo a través de un comunicado público mediante el cual señalaba los alcances de la decisión, aunque éste todavía estaba en plena redacción.



Ello es un hecho inédito y ejemplifica la preocupación del TC por el vacío de apoyo social y legitimidad institucional que se generó a su alrededor. Algo, hasta tal punto grave que la posición de la mayoría no ha sido defendida sino de manera parcial, y prácticamente por ninguno de los diputados que hicieron el requerimiento.



Por otra parte, llama la atención la elipsis del gobierno respecto del tema. Es claro que la ciudadanía está decidida por la distribución libre de la píldora. Y si el problema es la Constitución o una ley, pues hay que cambiarlas. Aunque no es fácil, resulta más coherente ir de frente en un tema como este, de libertades públicas, y no echarle azúcar a la píldora para que los abolicionistas crean que no es la píldora. Entretanto, es muy probable que el fallo también generará fallas de mercado y tendremos contrabando de píldoras, adulteraciones del fármaco yÂ….más problemas para las mujeres.



Un avión presidencial



El incidente del vuelo presidencial a China es un nuevo signo de que somos un Estado de vidrio. No por transparente sino por frágil. Felizmente la falla en un motor de un avión viejo y con fatiga de material, no se transformó en una enorme desgracia a lamentar. ¿Qué esperan las autoridades para comprar un aparato nuevo?



La FACH, opinante técnico del tema, ha dado una explicación muy poco satisfactoria. Dice que buscan un avión multipropósito, y usado, para que no salga muy caro. Es decir, quieren un avión barato que sirva para trasladar a las principales autoridades y elite empresarial y política del país, y para abastecer a los F-16, lo más moderno de nuestra aviación de guerra y cuyo costo por unidad fue de 60 millones de dólares. Por eso han elegido el Airbus 310 modificado que según sus propias palabras "es muy escaso en el mercado".



¿Dónde están la racionalidad y las prioridades? En primer lugar, resulta un insulto a la inteligencia gastar enormes sumas de dinero en aparatos que a lo mejor nunca se van a usar, como los F16, y, en cambio, subir a parte de lo más representativo de la institucionalidad pública y privada del país a un avión viejo donde arriesgan su vida, todo ello con mucha frecuencia.



Pero peor aún es buscar una solución como la del Airbus 310, que es una especie de lotería, dejando en evidencia la falta de previsión al comprar los F-16, pues con el ahorro de uno de ellos podría haberse solucionado su abastecimiento en el aire.



¿La FACH no hace previsión logística cuando adquiere un sistema de armamentos? ¿Qué tienen que ver los viajes presidenciales en una época globalizada y un Chile jugado por sus vínculos internacionales, con el combustible suministrado en el aire a los aviones de guerra? Nada, excepto la vieja mentalidad huasa de hacer dos compadres con un hijo.



Felizmente unas luquitas

Pese a que algunos se quejaron que era poco, sí se produjo un milagro y el ministerio de Hacienda abrió el saco y se puso con un bono de 20 mil pesos para paliar el alza en los alimentos, y acto seguido, solo unas horas después, se anunciaron 36 mil pesos más como bono de invierno. Por cierto que todo esto para los sectores de menores ingresos. Aunque para muchos el panorama económico es inestable e incierto, el enorme ahorro fiscal acumulado permite estos rasgos de generosidad gubernamental, que la oposición declara populismo electoral, pero la gente acepta contenta como un buen cierre de semana.







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