La ex ministra de Educación recibió la estocada final en el Senado y fue alejada de su cargo, quedando fuera de las pistas públicas por cinco años. Pero dentro del oficialismo las cuentas no son tan negras: la condición de víctima sería aprovechada por el Gobierno, que pretende "desdramatizar" la historia y dejar que la opinión pública juzgue a los "buenos" y los "malos" de este drama político.
Curiosamente, el fallecido padre del gremialismo, Jaime Guzmán, tuvo un rol protagónico en las argumentaciones de los 38 senadores que definieron el destino de la ahora ex Ministra Yasna Provoste. Por supuesto, cada bando lo citó de manera favorable a su postura.
Pero independientemente de discursos más o menos apasionados -entre los que destacaron los de Nelson Ávila (PRSD) y Alberto Espina (RN)- que durante 7 horas se hicieron oír en la Cámara Alta, la destitución de la falangista no tomó por sorpresa a nadie. Y menos a La Moneda.
Porque ya se sabía que esta "prueba de fuego" no sería favorable a la Concertación. Lo que aún no está claro, es si a la larga esta derrota afectará más al Gobierno o a la oposición.
De hecho, la estrategia más probable que adoptarán desde Palacio será la de "desdramatizar" la situación, y dejar en manos de la opinión pública la imagen de Provoste. Y sobre todo de sus acusadores. «La cuidadanía juzgará», dijo Bachelet en La Moneda luego de su encuentro anoche con la ex ministra.
Así lo explican fuentes internas, que agregan que es probable que la oposición termine siendo evaluada negativamente por la gente, sobre todo debido a que según las últimas encuestas quedó claro que la mayoría de la población no apoya la destitución de la ex ministra.
Y los "colorines" también podrían restar puntos, ya que no se descarta que sean calificados como "los vengadores". En ese escenario, Provoste se transformaría en la gran víctima de ambos.
En todo caso, "son hechos políticos donde los resultados son siempre distintos a los que se planifican. El efecto mediático y de opinión pueden ser contrarios", aseguran desde Palacio.
Ave Fénix
Por eso no se descarta que su via crucis la convierta, además del primer ministro destituido en democracia, en el primer secretario de Estado "mártir". "Y eso podría llevarla a convertirse en un ser emblemático, de la que su colectividad sacará partido", aseguran desde La Moneda.
Una clara muestra de ello, fue el alzamiento de manos que la líder DC, Soledad Alvear, protagonizó con Provoste al finalizar la extensa jornada. A lo que se suma el "homenaje" que la propia presidenta Michelle Bachelet preparó junto a los secretarios de Estado, que se reunieron en Palacio a alabar su "valentía y coraje".
Una señal inequívoca de que no quedará a la deriva, y tal como admiten desde el Gobierno, "hay espacio en la DC, o en una ONG. No van a dejarla votada".
Los más esperados
El rol de presidente del Senado Adolfo Zaldívar se hizo notar. Sobre todo cuando le tocó el turno de exponer sus argumentos, casi al final de la reunión: la expectación era grande y hubo un inmediato movimiento entre periodistas y asistentes que prestaron cien por ciento de atención a sus palabras.
Porque aunque ya se sabía cuál sería su voto, ser el líder de los ex DC que revirtieron la balanza política del Congreso, lo posiciona como el "nuevo patrón del fundo".
También se escuchó con interés la postura del independiente Carlos Bianchi. Porque aunque ya habían tirado la toalla en los círculos gubernamentales en los esfuerzos por convencerlo de rechazar la acusación, aún había esperanzas. Y se hizo esperar.
Cuando dio sus argumentos al mediodía, no dijo si votaría a favor o en contra, aunque dejó entrever que su postura no era favorable a Provoste.
En tanto, el ex PPD Fernando Flores también hizo su gracia: no habló cuando le tocaba, entre los senadores Alberto Espina y Eduardo Frei, ya que se encontraba fuera de la Sala. Por eso, su speach fue el último de la jornada, inmediatamente después de Zaldívar. Pero al igual que sus pares, su voto no fue una sorpresa. Tal como en la Cámara Baja las votaciones de todos los sectores ya estaban "cocinadas".
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