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La zona gris y aún no resuelta del caso Huechuraba

Isaac Givovich dijo públicamente lo que la prensa ya sabía hace varias semanas. Pero todavía quedan por ser aclarados los verdaderos alcances de su denuncia y si realmente saldrá libre de polvo y paja. Por ahora, trata de convertirse en "el bueno" de la película. Ahora hay que ver cómo lo consigue.


Aunque suene a cuento repetido, en algunas horas más debieran hacerse públicas las conclusiones sobre los negocios de la municipalidad de Huechuraba y la consultora Gestión Municipal Avanzada (GMA). Pero hace varias semanas que el contenido esencial del documento es ampliamente conocido por el equipo de abogados que defiende a Isaac Givovich, liderado por el jurista Luis Ortiz Quiroga.



Fríamente calculado



Por eso, la entrevista que el yerno de Lavín dio ayer a La Tercera, fue ante todo un paso sobre seguro en la estrategia de Givovich para "limpiar su imagen", según dicen repetidamente fuentes que siguen el caso. La entrevista estaba planeada hace varias semanas, y la reunión en la que esta se concretó no fue la primera entre Givovich y María Octavia Rivas, editora de Reportajes del matutino. Pero este era el mejor momento de hablar: ad portas de que salga el informe y a una semana de que Carolina Plaza lo acusara de hackear su correo electrónico.



La defensa y el propio Givovich han trabajado recopilando papeles y entrevistándose con testigos clave para reconstruir la trama alrededor de los negocios entre GMA y algunos municipios UDI.



La semana pasada declaró en la fiscalía Centro Norte Lilly Cabello, ex secretaria del alcalde de Recoleta, Gonzalo Cornejo, quien maneja importantes detalles en relación a cómo operaba la empresa vinculada a "don Iñaki", como era conocido el operador gremialista en esa comuna, Iñaki Busto. La ex secretaria estuvo acompañada de la concejala DC Francisca Zaldivar. La defensa de Givovich logró contactarlas hace algunas semanas para sondear la información que ellas manejan y así acumular pruebas en contra de GMA.



La estrategia ha dado resultados, teniendo en cuenta el giro que ha tomado la investigación. El equipo liderado por el fiscal José Manuel Ramírez dedica buena parte de sus esfuerzos a encontrar el destino final de las platas que recibía GMA, las que presumiblemente se usaban con fines proselitistas.



Algo de eso se puede leer en las palabras de Givovich, quien dijo estar confiado de que sus denuncias sirvan para que "se sepa toda la verdad". Aún queda por saber cómo fue realmente la negociación de los 1.800 "classmate", que todavía no se reparten entre los escolares de Huechuraba.



En la entrevista, el ex jefe de informática se refiere a una "licitación falsa" que habría adjudicado el secretario municipal por instrucciones superiores. Los personajes de esta arista son el administrador municipal Cristián Gore quién habría instruido a Ignacio Urzúa (amigo de Givovich) para que subiera a Chilecompras una licitación por $14 millones donde la única postulante era Servicios Integrales. Una empresa con giro de "publicidad" y "almacén de ventas" al por mayor y en detalle.



La "cruzada" contra los corruptos



A principios de marzo, la alcaldesa Carolina Plaza acusó al yerno de Lavín de negociar un precio con el dólar más bajo mientras, según ella, trabajaba para la empresa proveedora Olidata. Él no se refirió a la versión de que la alcaldesa le pidió conseguir un precio más bajo que el que apareció finalmente en la orden de compra. Si hubo un remanente, tampoco se sabe el destino de esos fondos, que sumarían poco más de siete millones. Las conclusiones de la Contraloría sobre esta negociación deberían venir en un próximo informe.



Aunque Isaac Givovich usa una carta del gerente de Olidata, José Miguel Fignani, para demostrar que nunca trabajó en la municipalidad y en la empresa al mismo tiempo, sus últimos negocios han tenido relación con la venta de classmates a algunos municipios. Sin embargo, cuando estalló el caso, Givovich se alejó de la primera línea de GES consultores, la empresa en la que está asociado con Felipe Salles, marido de María Estela Lavín.



También quedan por aclarar los detalles acerca de la licitación de servicios telefónicos para el municipio entre Telmex y GTD. Este negocio avaluado en tres millones de dólares fue la base de Carolina Plaza para acusar a Givovich de "faltas a la probidad".Un ejecutivo de Telmex aseguró a la fiscalía que tenía la "sensación" de que el ex jefe de informática quería pedirles algo a cambio de adjudicarse la licitación. Givovich lo negó y la licitación todavía no se resuelve y oficialmente tampoco se ha resulto el nudo en torno a una conversación telefónica que probaría este supuesto pedido irregular. Al menos, esta arista que complicaba a Givovich, ya no ocupa espacio en la prensa; en cambio, sí aparece ampliamente su versión de los hechos. En adelante, los pasos del equipo jurídico que maneja a Givovich serán mucho más calculados.



En todo este tiempo, el staff logró acumular gran cantidad de denuncias sobre corrupción, incluso en municipios de la Concertación. El dilema está en cómo y cuando darla a conocer y si eso significa convertir a Isaac Givovich en una especie de "paladín" contra la corrupción. Al menos algo dejó entrever: "no voy a tolerar la corrupción", dijo.



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