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Cuándo se mareó Gonzalo Cornejo

Blindado por una alta votación, por las figuras más poderosas del partido y por una maquinaria de hábiles operadores, el alcalde de Recoleta en un momento se sintió todopoderoso. Desafió a la UDI pidiendo la salida de «los que estuvieron en la dictadura´´, y construyó una máquina de poder de la que GMA es una parte del engranaje. Siempre se preparó para asaltar el cielo, pero ahora está al borde del precipicio. Y buena parte del gremialismo podría ser arrastrado con él en las próximas municipal


Gonzalo Cornejo sabía que el informe de Contraloría sobre su gestión al mando de Recoleta venía muy duro. Por ello, sacó una carta bajo la manga y a través del abogado Carlos Cortés, el mismo que defendió a las hermanas Ángela y María José Prieto en un caso de abuso sexual, el edil presentó una querella contra Jenny Acevedo, su ex socia y ex jefa de gabinete, vinculada a la controvertida consultora Gestión Municipal Avanzada (GMA).



Según el abogado Cortés, lo hicieron con ánimo de "transparencia y colaboración" pero los hechos indican lo contrario. La denuncia fue presentada en el 22° Juzgado del Crimen para que sea investigada en el sistema antiguo (ya que los hechos ocurrieron antes del 16 de junio de 2006) lo que implica que la causa puede demorar años y los detalles se mantengan entrampados en el empolvado secreto de los legajos.



Una jugada maestra, que podría amortiguar los efectos nocivos del informe en las intenciones de reelección de Cornejo, que cuenta con el apoyo explícito de la directiva de su partido. Con su reacción, el edil demostró que en política no existen los amigos, pues es una arremetida directa contra Jenny Acevedo, una funcionaria de bajo perfil de la Secretaría de Planificación Municipal, que se transformó en su amiga y brazo derecho. "A todos nos sorprendió que ella ascendiera tan pronto, no tenía título profesional, pero era muy hábil con los números", cuenta una ex secretaria del edil.



Cuando estalló el escándalo, Cornejo le aconsejó salir del país. La funcionaria compró pasajes vía Madrid a la India, y volvió sólo hace un par de semanas para ir a declarar a la fiscalía. Pero ahora, cerca de conocerse el fallo de Contraloría, Cornejo, según una fuente del partido "hizo lo que debió haber hecho Carolina Plaza: dejar caer al jefe de gabinete y a Iñaki Busto, y ella hacerse la ignorante, la que no tenía idea".



El tigre del norte



"Aproveche de pedirme lo que necesite ahora, porque el próximo año voy a estar en Santiago y no voy a poder cumplir", le dijo el año pasado Gonzalo Cornejo al sacerdote Cristian Castro, a cargo de la parroquia San Alberto de Sicilia, en Recoleta. Todavía Cornejo estaba en la cumbre, al frente de la octava comuna más importante de la Región Metropolitana y con la mayoría de los cien mil votantes a su favor. Probablemente esta posición inmejorable le hizo creer que podría ser proclamado como candidato por la comuna capital.



Gonzalo Cornejo Chávez proviene de una familia de clase media, empezó en política formando el Movimiento Gremial de la Universidad Diego Portales, donde estudió Derecho. Egresó en 1988 y conoció a Jaime Guzmán, quien lo invitó a trabajar en su campaña senatorial del año siguiente. En adelante sus bonos no hicieron más que subir como la espuma. El 6 de octubre de 2000 fue elegido alcalde y comienza a perfilarse como una promesa para su partido y a codearse con lo más granado del poder UDI.



A partir de ese momento, Cornejo empieza a sentirse llamado para grandes cosas. "Su táctica era empoderarse logrando que gente de su confianza ocupara cargos en las otras comunas de la zona norte", dice el concejal PS Fernando Pacheco. Desde ahí construye un proyecto de poder en el que lo acompañaban otros alcaldes de su generación y de la misma zona como Mario Olavarría de Colina, y Carolina Plaza, de Huechuraba, quien incluso escribió un libro autobiográfico.



En Independencia otro de sus amigos, Octavio Azocar, intentó quedarse con un puesto de concejal, pero no lo consiguió. Azocar aparece como socio en Rush S.A, una empresa de publicidad cuestionada por la Contraloría porque Cornejo era socio en ella junto a su jefa de gabinete Jenny Acevedo, a la vez representante legal de GMA. Esta consultora ganó su primer contrato con Recoleta en 2003. Según trascendidos del informe que se conocerá próximamente, esta empresa facturó $334.284.000 en seis contratos, adjudicados entre 2003 y 2007. "Hubo un tiempo en que la correspondencia de Don Gonzalo se enviaba a las oficinas de GMA en calle El Manzano", dice un ex asistente del alcalde. La consultora se transformó, más que en un negocio, en una plataforma de expansión y de influencia política.



Servicios de campaña



En las elecciones de 2004, con GMA andando, Cornejo obtuvo más de 38 mil votos. Casi once mil más que en la elección anterior. Ahí ya había armado un equipo de confianza, potenciado con la "tecnología" de GMA. El grupo lo integran Iñaki Busto, Jaime Jullian, Tulio Guevara, Octavio Azocar, Darío Chacón, jefe de la dirección de desarrollo comunitario, Alvaro Lavín, administrador municipal y el concejal Marcelo Teuber, cuestionado por contratos a honorarios en Huechuraba y en el informe recién aparecido sobre Viña del Mar.



Este "círculo de hierro" (en especial Busto y Jullian, ligados al trabajo de campaña con Andrés Chadwick, Pablo Longueira y Joaquín Lavín) está detrás de la formación de GMA, que según versiones extraoficiales implementó la controvertida "ficha vecino" a partir de un software que les habría regalado Chilectra. A pesar de que Álvaro Lavín, el administrador municipal le advirtió que adjudicando contratos a GMA quedaría "muy expuesto", el grupo vivía días felices.



A pesar de la inmensa conciencia que tenía de su capital político, según fuentes de la UDI "Iñaki le alimentaba el ego". Por entonces, el ambicioso grupo de los alcaldes de la zona norte se dio cuenta que tenía limitaciones para crecer, e intentaron tomarse la campaña de Lavín, "y de hecho lograron que Iñaki se convirtiera en el encargado territorial de la campaña".



El problema no sólo era de financiamiento sino de la posición en el partido. A pesar de que eran jóvenes, talentosos y con capital político, tenían arriba a los peces gordos, a los históricos. Así se entiende el intento de expandir los giros de GMA, una plataforma que a él y sus socios políticos les daría independencia y espaldas. Un concejal de Recoleta recuerda cuando Cornejo, Busto y compañía intentaron ofrecer el sistema en la provincia de Buenos Aires el año pasado: "Fueron con un pretexto de conocer la experiencia de los cementerios pero de eso hubo bien poco", asegura.



Ya no solamente ofrecían el software, "te vendían todo lo vinculado a la campaña. No sólo lo ofrecieron en municipios UDI, sondearon de otros colores también", cuentan en Suecia 286. Al interior del partido aseguran que Cornejo y compañía fueron a Concepción para venderle las bondades de GMA al feudo de Jacqueline Van Ryselberghe. La carismática alcaldesa ve las implicancias políticas y electorales del sistema geo referencial y de la ficha vecino, "pero imagina a Cornejo manejando la información de toda Concepción y la descarta", asegura una fuente.



El Rebelde



Eran habituales las largas y regadas comidas en El Parrón, donde el equipo planeaba algunas estrategias comunicacionales. Un testigo de estas reuniones afirma que "Don Iñaki a veces llegaba muy acelerado chasqueando los dedos como si la idea que tenía se le fuera a escapar". Según esta fuente, Busto fue quien le aconsejó a Cornejo su primer coqueteo con el oficialismo .En septiembre de 2004, Ricardo Lagos inauguraba la extensión de la Línea 2 del Metro y Cornejo se fotografió con el ex mandatario en gigantografías que decían "Gracias Presidente". Busto sin duda era un asesor de vital importancia. La Contraloría habría cuestionado pagos a él por $62 millones entre 2000 y 2007, además de lo que recibía GMA, cuando el operador era socio.



Blindado por su cercanía a importantes figuras del partido, por un grupo de hábiles operadores y en especial por los votos, Cornejo estaba en su mejor momento. Tanto, que a la par ocupaba el cargo de jefe de los alcaldes gremialistas. "Creo que él se siente todopoderoso, y siempre ha tratado de caerle bien a la Concertación", dice la concejala Francisca Zaldívar, la carta más probable para recuperar esa alcaldía para la DC.



El alcalde siente que con su maquinaria de campaña puede "enseñarle a los demás como se gana", dice un analista. Por eso, no le importaba desviarse del redil, aunque esto irritara a los históricos de su partido. Cuando Gonzalo Rojas Sánchez, uno de los fundadores de la UDI lo acusó de estar desviándose de los principios del gremialismo al tratar de convertir el partido en una máquina electoral, Cornejo respondió así: "Creo que Gonzalo Rojas no entiende nada lo que es un proyecto político ni lo que es el Chile del siglo XXI. Quizás su pasión por la historia del derecho lo lleva a hacer análisis sociales y de la realidad chilena del siglo XV y de Alfonso X El Sabio".



Pero esa no sería la intervención más irritante para la tienda. En enero de 2006, el alcalde invitó a los dirigentes UDI vinculados a la "dictadura" (es el único en la tienda que usa esa palabra) a que "dejen espacio a los que no tienen esa imagen", frase que tuvo que rectificar a las pocas horas, después de recibir el reto de la directiva. Su última salida de madre fue en octubre del año pasado, cuando se proclamó como el tercer "Bacheletista aliancista", después de Joaquín Lavín y Pablo Longueira, dejando claro cuáles son sus referentes. La pregunta es si todo su capital le servirá para salvar ileso después de lo que diga la Contraloría.







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