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Alan García promete mejor redistribución de riquezas, pero olvida DDHH

Con el 70 por ciento de rechazo a cuestas, el jefe de Estado achacó el descontento de la población al incremento del costo de vida, ya que la inflación en los últimos 12 meses fue de siete por ciento, debido al «gravísimo problema (del alza de precios de alimentos y combustibles)» a nivel internacional.


El presidente de Perú, Alan García, prometió este lunes, al cumplirse el segundo año de su Gobierno, una mejor redistribución de las riquezas y luchar contra la inflación y la pobreza, aunque soslayó en su mensaje a la nación asuntos como los conflictos sociales y los derechos humanos.



«Anuncio que en este tercer año, luego de un gran impulso material, nos proponemos profundizar la redistribución aumentando los recursos de la lucha contra la extrema pobreza y el número de sus beneficiarios», dijo García en su discurso ante el Congreso de Perú, en el marco de las celebraciones por las Fiestas Patrias.



Con el 70 por ciento de rechazo a cuestas, el jefe de Estado achacó el descontento de la población al incremento del costo de vida, ya que la inflación en los últimos 12 meses fue de siete por ciento, debido al «gravísimo problema (del alza de precios de alimentos y combustibles)» a nivel internacional.



En una alocución en la que abundaron cifras sobre productividad, García enfatizó que está comprometido en «controlar severamente el aumento de los precios», así como moderar el gasto público.



Ante un agravamiento de la crisis mundial, afirmó que las Reservas Internacionales Netas (RIN), que actualmente suman 35.000 millones de dólares, ayudarán a que el país pueda adquirir los bienes y alimentos, y destacó, entre otros aspectos, el incremento de las reservas de gas de 30.000 millones a 35.000 millones de dólares.



Aseguró que este año Perú tendrá la menor inflación de la región, con la tasa más alta de empleo y producción, al recordar que la economía creció el año pasado nueve por ciento y este año dos prestigiosas agencias de calificación de riesgo le otorgaron al país el anhelado grado de inversión.



Al hacer un «mea culpa» el presidente admitió errores en su Gobierno, especialmente en los sectores Salud, Agricultura y Seguridad Ciudadana, y prometió «más serenidad» y «más modestia», uno de los mayores defectos que se le atribuye.



En el plano internacional, elogió la iniciativa peruana para fomentar el diálogo entre Latinoamérica y la Unión Europea (UE) sobre la ley de retorno de inmigrantes irregulares, al tiempo que reafirmó sus pretensiones de firmar, en el seno de la Comunidad Andina, un Acuerdo de Asociación con los Veintisiete.



También enfatizó la celebración este año de dos cumbres mundiales en Perú, la presentación en enero pasado de una demanda marítima ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya para fijar los límites marítimos y la suscripción de sendos Tratados de Libre Comercio con EE.UU., Canadá y Singapur.



En un mensaje, dominado por un recuento de los logros de su Gobierno, García prometió reducir la pobreza al final de su mandato, en 2011, a 30 por ciento, alfabetizar a un millón de peruanos para noviembre próximo e impulsar la creación de un Ministerio de Cultura.



«Ese ministerio existe en toda Europa y Latinoamérica y, sin embargo, aquí no existe, donde tenemos tantas razones para crearlo», recalcó García, al explicar que ayudará a reivindicar el pasado de Perú.



«Porque ésta es la madre patria de Suramérica, porque de aquí nacieron los otros países», acotó en alusión a que Perú fue la cuna del Imperio de los Incas y la capital principal del virreinato español.



Exigió mayor severidad en la aplicación de la ley sobre lavado de activos en el marco de la lucha contra el narcotráfico e instó al Congreso a aprobar la ley de distribución de utilidades mineras.



Sin embargo, García dejó de lado temas como la potenciación de las Fuerzas Armadas, las investigaciones sobre matanzas durante la lucha contra el terrorismo en décadas pasadas y el juicio al ex presidente peruano Alberto Fujimori (1990-2000).



Tampoco se habló «de un solo conflicto social», remarcó el sociólogo y analista Julio Cotler a la cadena local América Televisión, ni tampoco del «uso de las Fuerzas Armadas para contener el orden público».



«Los peruanos están comiendo 15 por ciento menos y no hemos escuchado ninguna propuesta por parte del presidente García», puntualizó la congresista Keiko Fujimori, pero el primer ministro, Jorge del Castillo, destacó que el presidente peruano «ha tenido una actitud muy humilde y muy autocrítica en su discurso».



EFE

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