Publicidad

Beijing presentará instalaciones deportivas con la más alta tecnología

Beijing prometió en 2001 unos Juegos Olímpicos verdes y de alta tecnología y si en algún lugar se puede apreciar que ha tratado de cumplir su promesa es en los recintos deportivos que acogerán las diferentes pruebas olímpicas.


En total son 37 las instalaciones que se usarán a partir del 8 de agosto, de las que 31 están en Beijing, ya que la vela se disputará en Qingdao, la hípica en Hong Kong y otras cuatro ciudades chinas acogerán partidos de fútbol: Shanghai, Tianjin, Shenyang y Qinhuangdao.



De estos recintos, 14 son nuevos, 9 temporales que se desmantelarán tras los Juegos Paralímpicos y el resto ha sufrido un proceso de renovación similar al de toda la ciudad, sustituyendo su vetusto aspecto soviet por otro moderno más acorde con el nuevo estatus de un país en progresión ascendente.



En total Beijing ha gastado casi 2.000 millones de dólares en la construcción de los estadios, de los que casi 700 se han ido en dos estructuras que son ya el orgullo de la capital china, el estadio y la piscina olímpicos, conocidos popularmente como «El Nido» y el «Cubo de Agua», respectivamente, por sus peculiares estructuras.



Equidistantes del eje que divide la ciudad en dos de norte a sur y edificios destacados en el «Olympic Green», donde se concentran las principales instalaciones olímpicas, estos dos estadios son estéticamente complementarios, según los arquitectos.



El Nido, diseñado por el estudio de arquitectos suizo Herzog & De Meuron, está formado por vigas de acero que se retuercen y será la sede de las ceremonias de inauguración y clausura de los Juegos, del campeonato de atletismo y de la final del torneo de fútbol.



Esta instalación, que puede dar cobijo a 91.000 espectadores, destaca por sus dotaciones ecológicas ya que el 70 por ciento del agua que necesita es reciclada y cuenta con placas solares para dotarse de energía.



Algo similar ocurre con el Cubo, una estructura cuadrada cuyas paredes están formadas por figuras poliédricas plásticas, que por la noche se ilumina de azul y que tiene capacidad para 17.000 espectadores.



Diseñado por el arquitecto australiano John Pauline, el Cubo está construido para recolectar hasta diez millones de litros de agua de lluvia y en él se disputarán las competiciones de natación, saltos y natación sincronizada.



El Centro Olímpico de Tenis, que cuenta con 16 pistas y tiene una estructura en forma de pétalos, es otro de los recintos sobresalientes de Pekín y está diseñado para que en las gradas, sin hacer uso de aire acondicionado, los aficionados disfruten de una temperatura cinco grados inferior a la ambiente.



La superficie elegida para las pistas de juego ha sido el decoturf, un compuesto elástico elaborado con capas de acrílico, goma y sílice con una capa superior asfáltica y una base de cemento, que da a la pelota una gran velocidad y que amortigua los rebotes.



El velódromo de Laoshan, en forma de platillo volante, destaca por un tragaluz redondo de 56 metros de diámetro y lo rápida que es la pista.



Elevado a 33 metros de altura, el tragaluz, situado en el centro del techo y sustentado por tableros de policarbonato de doble capa, desempeña dos funciones: facilita la entrada de luz solar al interior del recinto y es capaz de propiciar su refracción, es decir, de posibilitar el cambio de dirección de un rayo luminoso.



Con un diseño inspirado en el agua, el Parque Acuático Olímpico de Shunyi es una instalación de nuevo cuño diseñada para acoger las pruebas de remo, piragüismo (aguas tranquilas y eslalon) y la natación en aguas abiertas.



Sin la espectacularidad del Cubo de Agua, el complejo de Shunyi, con una superficie de 31.850 metros cuadrados, es la primera instalación del mundo que presenta dos cursos diferentes para el piragüismo en aguas tranquilas y la competición de eslalon.



Entre las nuevas construcciones destaca también el pabellón de Wukesong, donde se disputarán el torneo de baloncesto, cuya pista está por debajo del suelo y que tiene todas las características de un pabellón de la NBA.



Pero no todo son recintos de nuevo cuño, los hay también renovados, como el Estadio de los Trabajadores, donde se disputarán partidos de fútbol, construido en 1959 y con capacidad para 60.000 espectadores y que ha sido sometido a un proceso de maquillaje espectacular.



En el polideportivo de la Universidad de Beijing, donde se jugará al tenis de mesa, se logró una climatización perfecta tanto para el público como para la pista con un sistema que mueve el aire a sólo 0,2 metros por segundo, ideal para evitar extraños en un elemento tan ligero como la pelota.



Beijing ha invertido mucho tiempo y dinero en la construcción de sus recintos deportivos y los ha concluido todos con la suficiente antelación para organizar test preolímpicos en todos ellos, unos exámenes que le han servido para evaluar la eficacia de su inversión.



EFE

Publicidad

Tendencias