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‘Marco Núñez hizo uso de la infraestructura de Salud para la parlamentaria’

La semana pasada llegó a sus manos el informe de la Contraloría que lo exculpa de las acusaciones en su contra promovidas por el parlamentario PPD y el ex presidente del Colegio Médico, Juan Luis Castro, y que forzaron su salida del Servicio de Salud Norte. Resultado que según explicó a El Mostrador.cl deja en claro que las presiones políticas mueven los hilos en las decisiones relativas a los altos cargos públicos en el Minsal. Historia que espera no se repita en lo relativo al programa


"Ya no puedo aguantar la presión", le respondió la ministra de Salud, Soledad Barría, al director del Servicio de Salud Metropolitano Norte José Antonio Infante (PPD), cuando este le hizo ver que los motivos que motivaban su solicitud para que renunciara al cargo no tenían fundamento.



Era diciembre de 2007 y según detalla el médico, la titular de la cartera reconoció durante una reunión en su gabinete que las acusaciones en su contra, lideradas por el diputado Marco Antonio Núñez (PPD) y el entonces presidente del Colegio Médico Juan Luis Castro, que terminaron en la Contraloría General de la República, no eran suficientes para su salida.



Las razones oficiales del retiro de Infante apuntan a una supuesta irregularidad al aceptar el cargo y paralelamente mantener otro en las Naciones Unidas, así como a la mala gestión del Servicio de Salud Norte. Motivos que no quedan claros si se toma en cuenta que finalmente el órgano fiscalizador falló a favor del médico y desestimó los cargos el 1 de abril pasado. Y que cuando él asumió la jefatura el servicio norte estaba posicionado en el puesto 27, dentro del conjunto de servicios, y al salir estaba en el número 13.



Hechos que para Infante sólo comprueban que el teje y maneje dentro del Ministerio de Salud (Minsal) responde a la presión de grupos de poder político. Y que de paso le hacen temer por lo que el denomina la "farandulización" del Auge.



¿Según su opinión, a qué responden las presiones de su salida?



-Por una parte son presiones políticas en el sentido de que hay un grupo del PPD que quiere tener directivos obsecuentes para instrumentalizar al Estado. Eso está claro.
Hay otro tema que es una persecución personal de Núñez hacia mí que es vieja y que se arrastra desde cuando es derrotado en las municipales de 2004 y le exijo concursar para entrar de nuevo al Servicio Salud Norte, pues él se creía dueño del cargo. Y además, al asumir recibí la acusación de que el servicio había pedido, a través de un gestor inmobiliario, un vale vista por fuera por la venta de una propiedad. Los antecedentes los entregué a Contraloría y aparentemente es lo que desencadena la ofensiva para sacarme del cargo.



¿Y cuáles habrían sido los objetivos de Juan Luis Castro al pedir su salida?



-Ponerse al servicio de Núñez para conseguir un cupo parlamentario. Él va a hacer lo que sea para conseguir un cupo. Ese es el negocio.



¿Y esta historia dañó su carrera?



-No, mi prestigio dentro de la salud pública diría que sigue igual. Lo que sí, el daño que se le ha hecho al Servicio de Salud Norte es enorme, porque se ha puesto en duda la eficacia de la Alta Dirección Pública (ADP), se ha generado una nueva rotación de directivos, se descabezó todo el equipo de dirección que allí había. Y es un servicio complicado.
Por eso cuando me reuní con la ministra le hice ver que estaba pateando el tablero de la Alta Dirección, que ceder a presiones era justamente lo que se trataba de impedir con su implementación. Pero me dijo que las presiones eran más altas y que ella asumía el costo.
De hecho, Núñez siendo también director del servicio, no duda en irse de candidato a las elecciones municipales, es derrotado y luego vuelve al servicio. Está seis meses, para luego postular a la Cámara en las parlamentarias de 2005. Él hizo uso de la infraestructura de Salud para la campaña parlamentaria.



¿Y esto a vista y paciencia del Minsal? ¿De dónde saca Núñez estos "súper poderes"?



-Él presidía la Comisión de Salud de la Cámara y eso en el sector le da un enorme poder. Y además yo diría que tenía un aval de un grupo dentro del PPD que no tiene problemas en ver así las formas de hacer política. Son partidarios de instrumentalizar al Estado con tal de conseguir objetivos personales o partidarios.



¿Se refiere a la dupla que se le atribuye con Girardi?



-Al momento en que a mi me sacan, Girardi presidía la Comisión de Salud del Senado y Núñez la de la Cámara, entonces la ministra tenía a dos tipos bien complicados al frente. Acabamos de ver los líos de Girardi con la Ana Lya Uriarte, ministra de Medio Ambiente, tratando de imponerse. Hay una forma de matonaje que no es sana.



La "farandulización" del Auge



Como presidente del Consejo Consultivo del Auge, Infante advierte que existe preocupación dentro del organismo porque todo apunta a que habrá una fuerte ofensiva por "farandulizar" el tema.
Percepción que vio confirmada luego de la petición de Núñez junto al diputado Fulvio Rossi (PS) de que se integren nuevas patologías a las 56 actuales para alcanzar las 80 comprometidas antes del término del mandato de Michelle Bachelet.



¿En qué se basa para expresar esta preocupación?



-En que hay dos tendencias. Una que es la que indican los estudios que están apareciendo y en los que nos basamos como Consejo, así como en la propia constitución del Auge, para proponer a la ministra que se puede llegar a las 80 patologías reforzando las 56 actuales, poniendo el énfasis en la prevención.
La segunda tendencia en cambio, apunta a que sumemos problemas específicos y ese es el riesgo mayor, ya que frivoliza el tema: se comienza a permitir un lobby de los distintos grupos de interés. Y si tomamos en cuenta que lo más probable es que la discusión parlamentaria se produzca el próximo año – en medio de las elecciones – es un riesgo, porque nada más favorable para la farandulización que tener parlamentarios que van a andar buscando visibilidad con determinados temas.



¿De dónde nacen estas presiones?



-Es un mundo en que hay muchos recursos en juego y por lo tanto a la gente que está en esa área le va a interesar que haya una garantía del Estado de financiamiento y de protección.
En torno a cada problema se mueve un mercado, por lo tanto es una concentración de grupos de interés en que están los que hacen el trabajo y los que ponen los insumos, que ven que se les multiplica el negocio si entran en el Auge.



En base a lo sucedido con su cargo, ¿teme que la decisión de la ministra esté basada más en presiones que en una mirada técnica?



-Espero que no. Creo que la ministra ha sido seria en lo que es manejo de políticas públicas y la separo de lo que es la gestión de personas. Ella tiene una buena orientación en salud pública, recogió muy bien las observaciones que le hicimos desde el Consejo. Ha estado muy abierta a dialogar con nosotros, ha formado parte del Consejo. Por lo que siento que la fortaleza de las conclusiones de los estudios son tales que sería una barbaridad admitir esta farandulización.



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